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Jorge Ramírez Hernández

14/02/2022 - 12:02 am

Sin democracia no hay desarrollo, por eso #YoDefiendoAlINE

"Desafortunadamente nuestra cultura privilegia el beneficio individual o de grupo por encima del bien común, y en base a esto, tener contrapesos políticos y organismos autónomos que le marcan límites a los que ostentan el poder, les son sumamente incomodos y más cuando tienen espíritu autoritario, como es el caso de muchos gobernantes contemporáneos del mundo".

Consejo General del Instituto Instituto Nacional Electoral (INE). Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro.

En cualquier país se pone en riesgo el desarrollo sin un sistema realmente democrático, pues inevitablemente se pierden los contrapesos sociales, al generar concentración del poder en pequeños grupos, e inevitablemente crece la desigualdad.

En cualquier actividad de la vida, así como en la democracia, “Cuando no hay competencia por definición hay incompetencia” y en términos político-sociales en ese contexto, siempre salen perdiendo los menos favorecidos.

De hecho, en el mismo preámbulo de la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, se considera que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. Y en su artículo 21, se refleja claramente que la voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

Los mexicanos desde la sociedad, hemos luchado por décadas para construir una institución ciudadana que esté por encima de los partidos políticos, que sea complementaria a los Poderes del Estado y que funcione como árbitro electoral, totalmente neutral: el IFE hoy INE.

Resulta incompresible, después de lo vivido, aceptar que estén de regreso los regímenes autoritarios, como los que durante 70 años fueron conocidos como la dictadura perfecta; momentos a los que por ningún motivo queremos volver;

Una organización que administra las prerrogativas de los partidos, que vigila los procesos internos, las campañas y los gastos de todos los que participan en la elección, para que se cumplan las reglas del juego.

Pero lo más importante es que millones de ciudadanos participan en la elección. Nos juntamos los vecinos, nos organizamos, y con una metodología muy bien pensada e implementada, contamos el día de la elección los votos de cada partido, dando transparencia y evidencia de que la voluntad de la mayoría se refleje casilla por casilla, distrito por distrito.

De esta forma, se han organizado nuestras elecciones desde hace más de 30 años y nos ha funcionado muy bien. Es más, el INE y su metodología organizativa de elecciones, es ejemplo mundial. Y bajo su control hemos tenido 4 cambios de régimen de partido o coalición en el poder a nivel federal, de manera cívica y ordenada. Así se ha demostrado que, con un buen árbitro electoral, neutral como el INE, todos los mexicanos evaluamos los resultados de los partidos y aseguramos que con nuestro voto se premie o castigue el buen o mal Gobierno.

Desafortunadamente nuestra cultura privilegia el beneficio individual o de grupo por encima del bien común, y en base a esto, tener contrapesos políticos y organismos autónomos que le marcan límites a los que ostentan el poder, les son sumamente incomodos y más cuando tienen espíritu autoritario, como es el caso de muchos gobernantes contemporáneos del mundo.

En México, es realmente preocupante las manifestaciones diarias desde la mañanera del propio López Obrador descalificando al INE, cuestionando su credibilidad, con argumentos simplistas sin justificación alguna que respalden sus dichos, solo en base a suposiciones y calumnias, dejando entre ver que el INE es un rival político del actual régimen, casi como si fuera parte de la oposición, cuando sólo es el simple árbitro de la contienda.

Otro punto que nos debe preocupar es que le han recortado el presupuesto, con el afán de debilitarlo, más que con argumentos de control de costo o mejor manejo del gasto; sobre todo en estos momentos en los cuales, a solicitud del propio López Obrador y grupos afines a Morena, se le mandata al INE, el ejercicio de revocación de mandato, cuyos gastos son muy elevados e innecesarios.

Para que haya una democracia más madura en México debe haber mucha más participación ciudadana, no solo el día de la elección en su organización y en la votación, sino también en muchísimas actividades diarias en nuestras ciudades; en la colonia, en el club, en el colegio de nuestros hijos, en la parroquia, en los consejos ciudadanos, etc. Sin embargo, en nuestro país no tenemos gran cultura de la participación y la tenemos que desarrollar. Como decía Cloutier “Tanta sociedad como sea posible y solo tanto Gobierno que sea necesario”

Si queremos mantener buenos procesos democráticos, debemos los ciudadanos, cuidar nuestro INE, por eso empujemos el colectivo #YoDefiendoAlINE; Además de participar en las elecciones ya sea como funcionario de casilla o yendo a votar; revisar desde ahora que nuestra credencial electoral esté vigente, pues es el documento más valioso para nuestra democracia. #OpiniónCoparmex

Jorge Ramírez Hernández
Jorge Ramírez Hernández es ingeniero electricista por el Instituto Tecnológico de Monterrey y maestro en admnistración de empresas por la misma institución. Desde 1995 fue invitado al Consejo del Centro Patronal de León. Es Vicepresidente Nacional de Estado de Derecho y Democracia de la Coparmex

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