Todo será un poco más complicado, especialmente para los representantes de los medios: además del pasaporte COVID, deberán presentar un test negativo realizado en las últimas 24 horas y haberse registrado previamente para cada proyección, rueda de prensa o para acercarse a la alfombra roja.
Por Gemma Casadevall
Berlín, 9 de febrero (EFE).- La Berlinale tiene a punto su primera alfombra roja para el Peter von Kant de François Ozon, la película que abrirá mañana la 72 edición de un festival que retorna a lo presencial, pese al desafío de una COVID que día a día marca nuevos picos en Alemania.
Nada en el Berlinale Palast será como en las ediciones anteriores a la pandemia. Pero tampoco será el mausoleo en que se convirtió la sede del festival en 2021, el año en que quedó recluido en lo estrictamente virtual.
La película inaugural elegida por Mariette Rissenbeck y Carlo Chatrian, los codirectores de la Berlinale, garantiza un toque francés y es, a la vez, un tributo al cineasta alemán Rainer Werner Fassbinder. Peter von Kant es una inspiración libre sobre las legendarias Amargas lágrimas de Petra von Kant, ahora con Denis Ménochet como protagonista, junto con Isabelle Adjani y Hanna Schygulla, la musa de Fassbinder.
De Francia procederán también en las jornadas siguientes las presencias más esperadas. Juliette Binoche y Vincent Lindon protagonizan Avec amour et acharnement, otra de las 18 aspirantes al Oso, dirigida por Claire Denis; Charlotte Gainsbourg es el rostro de Les passagers de la nuit, de Mikhaël Hers.
Isabelle Huppert acudirá a Berlín a recibir un Oso de Oro de Honor al conjunto de su carrera. Y La ligne, de Ursula Meier, aportará asimismo otra presencia estelar, con Valeria Bruni Tedeschi.
España regresa con pie firme a la competición: Carla Simón, premio a la mejor ópera prima de la Berlinale en 2017 con Estiu 1993, buscará su Oro con Alcarrás; e Isaki Lacuesta lo hará con Un año, una noche, una película que parte del atentado yihadista contra la sala parisina Bataclán, con Nahuel Pérez Biscayart interpretando a un traumatizado superviviente.
El cine español llevaba décadas sin una representación tan sólida a concurso en Berlín. Completa la presencia hispana el filme mexicano-argentino Robe of Gems, de la boliviana Natalia López Gallardo.
Del cine anfitrión destaca Rabiye Kurnaz versus George W. Bush, dirigida por Andreas Dresen y centrada en el caso real de un germano-turco, Murat Kurnaz, preso en Guantánamo , lo que convierte a su madre en una "mamá Coraje" contra la inoperancia de la clase política alemana.
Italia recorrerá con Leonora addio el viaje de las cenizas de Luigi Pirandello, de Roma a Sicilia, de la mano de Paolo Taviani, esta vez sin su hermano Vittorio. Y por parte de Estados Unidos acude Call Jane, de Phyllis Nagy, interpretada por Elizabeth Banks y Sigourney Weaver.
Será una Berlinale con mucho cine de "proximidad" europeo, aunque sin representantes del este continental -triunfadores en varias ediciones pasadas-. Tampoco compite el cine iraní, tradicionalmente mimado por Berlín.
Asia, por contra, tendrá de nuevo una nutrida representación, con el coreano Hong Sangsoo y The novelist's film, la indonesia Nana, la china Retorn to Dust, de Li Ruijun, y Everything will be ok, del camboyano Pithy Panh.
DEL TEST AL REGISTRO ONLINE
Todo será un poco más complicado, especialmente para los representantes de los medios: además del pasaporte COVID, deberán presentar un test negativo realizado en las últimas 24 horas y haberse registrado previamente para cada proyección, rueda de prensa o para acercarse a la alfombra roja.
Al público corriente e invitados sí se le permite el acceso a las salas solo con el pasaporte covid, si recibieron la dosis de refuerzo. Que se extremen las medidas sobre los periodistas obedece a que en éstos se supone una mayor movilidad y contactos -lo normal es asistir a tres o cuatro estrenos al día, más ruedas de prensa o entrevistas-.
No habrá fiestas, las galas serán de aforo reducido y es obligatorio el uso de la mascarilla en interiores, mientras que el European Film Market será en formato virtual. Es el compromiso aceptado por Rissenbeek y Chatrian, a cambio de dar un mensaje de vitalidad al sector.
Alemania escala desde hace semanas a máximos de pandemia. Este miércoles se marcó el siguiente máximo de incidencia -1.450 casos por siete días y 100 mil habitantes-, con 234.250 contagios en 24 horas.
Berlín está por encima de esta media nacional, con una incidencia de 1.564,9 casos. Sus autoridades sanitarias pronostican que el pico de la variante ómicron se alcanzará a mediados de este mes.
Para minimizar riesgos, la Berlinale ha concentrado la competición a seis jornadas, en lugar de las diez habituales. El jurado, presidido por el director M. Night Shyamalan, entregará sus Osos el día 16, a lo que seguirán cuatro jornadas de festival consagradas al público corriente.