Si bien aseguraron que su adquisición fue para "evaluar el producto", críticos cuestionaron la transacción, puesto que podría implicar un peligro y una falta de ética ante la financiación de una firma que violó Derechos Humanos; The Guardian señaló que el Buró presuntamente renovó su licencia de uso de Pegasus por 4 millones de dólares.
Por Frank Bajak y Eric Tucker
WASHINGTON, 3 de febrero (AP).— El Buró Federal de Investigaciones (FBI) confirmó la compra del poderoso spyware Pegasus de NSO Group, cuyo abuso crónico para espiar a periodistas, disidentes y activistas de Derechos Humanos ha quedado establecido desde hace tiempo. La agencia indicó que su motivación fue “mantenernos al tanto de las tecnologías y los productos comerciales emergentes”.
El FBI dijo el miércoles en un comunicado que obtuvo una licencia limitada de la firma israelí “solamente para probar y evaluar el producto”, y que no lo ha usado en operaciones ni para apoyar investigaciones.
Pero los críticos se preguntaron por qué la agencia estadounidense necesitaría pagar por acceso a una herramienta notoria de espionaje que ha sido ampliamente estudiada por ciberdetectives en interés público si su interés era tan limitado.
“Gastarse millones de dólares para enriquecer a una compañía que se sabe facilitó constantemente abusos extendidos a los Derechos Humanos, actividades posiblemente criminales y operaciones que amenazan la propia seguridad nacional de Estados Unidos es definitivamente preocupante”, dijo Ron Deibert, director del Citizen Lab, el organismo monitor de la Universidad de Toronto que ha expuesto decenas de hackeos de Pegasus desde el 2016.
“Como mínimo, ésta parece ser una forma terriblemente contraproducente, irresponsable y mal concebida” de mantenerse al tanto de la tecnología de espionaje, dijo.
Un portavoz del FBI no dijo cuánto le pagó la agencia a NSO Group por el software ni cuándo lo hizo. Pero The New York Times reportó la semana pasada que la agencia obtuvo una licencia para un año de pruebas por 5 millones de dólares en el 2019. El miércoles, el diario británico The Guardian, citando una fuente familiarizada con el acuerdo, dijo que el FBI pagó 4 millones de dólares para renovar la licencia, pero que nunca usó el spyware, el cual se infiltra en el celular del objetivo, ganando acceso a todas las comunicaciones y datos de ubicación, y lo convierte en un dispositivo de espionaje remoto.