Mientras Europa y Estados Unidos han sido escenarios de grandes protestas antivacunas, en México el rechazo a ser inoculados podría responder a la desinformación de los ciudadanos, señalan expertos. Sin embargo, el avance de este movimiento que rechaza la inmunización, genera alarma entre la comunidad científica por la influencia que puede producir entre quienes se encuentran dudosos de aplicarse el biológico, que, está comprobado, puede salvar muchas vidas.
– Con información de AP
Ciudad de México, 30 de enero (SinEmbargo).– Mientras el mundo atraviesa por un acelerado repunte de contagios de COVID-19, causados en su gran mayoría por la variante Ómicron, el movimiento antivacunas, y sus simpatizantes siguen propagándose alrededor del mundo.
Europa y Estados Unidos han sido escenarios de grandes protestas de quienes rechazan la aplicación del biológico, pero México no ha quedado al margen de este movimiento. Hace unas semanas un grupo de personas se manifestó a fuera de Palacio Nacional en contra de «la vacunación obligatoria» —pese a que no existe una disposición en ese sentido—, del certificado de vacunación, así como del uso de cubrebocas y otras medidas que han recomendado las autoridades.
Pero no es el único caso. En agosto de 2021, tuvo lugar una protesta frente al edificio de la Secretaría de Salud (Sedesa) de la Ciudad de México, en donde unas cien personas expresaron su rechazo a la vacunación, así como a las medidas sanitarias para combatir los contagios de COVID-19.
“Falsa pandemia”, fue el grito con el que los antivacunas expresaron su inconformidad, y aseguraron que el propósito del Gobierno mexicano era propagar miedo entre la población con un virus que calificaron de “inexistente”, según reseñó la prensa. Además, sostuvieron que la vacuna contiene sustancias nocivas para la salud de las personas, como el óxido de grafeno, afirmaciones que son falsas, y que investigadores han refutado con diversos estudios científicos.
Aunado a esto, al país han llegado, al menos de manera virtual, organizaciones como “Médicos por la verdad”, la cual abiertamente ha expresado su oposición a las vacunas, ya que el movimiento cuenta con un grupo de Telegram para México que a la fecha suma más de 27 mil suscriptores.
Pero este rechazo a las vacunas, no sólo en México, sino en todo el mundo, ha generado alerta entre la comunidad científica, ya que se da en medio de la pandemia y sobre todo porque en el pasado ha provocado el resurgimiento de enfermedades que se creían erradicadas. Por ejemplo, entre el año 2000 y 2019, en el país se presentaron 185 casos de Sarampión, todos ellos importados.
Además, en 2020 se registraron un total de 124 casos de Sarampión en el país, de los cuales, al menos 10 fueron clasificados como brote endémico en la Ciudad de México, con un factor en común: las personas que se contagiaron no estaban vacunadas contra dicha enfermedad, según datos de la Secretaría de Salud (SSa) federal.
Las #vacunas💉 son el único método de protección que puede poner fin a las enfermedades. ¡Vacuna a tus hijos contra el #sarampión!
Si eres adulto y no la tienes, es importante que actualices tu cartilla.
🗓26 de marzo
⏰10:00 a 12:00hrs.
📍CASE, Alcaldía Benito Juárez pic.twitter.com/B6PFAII92D— Alcaldía de Benito Juárez (@BJAlcaldia) March 25, 2020
ANTIVACUNAS Y RESISTENCIA A LA VACUNACIÓN
Al respecto, el Doctor en Filosofía José Ramón Orrantia Cavazos, quien realizó una estancia posdoctoral en el Programa Universitario de Bioética de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), habló sobre el tema en entrevista para SinEmbargo. En primer lugar, hizo una distinción entre un movimiento antivacunas y la resistencia a la vacunación.
Detalló que la resistencia a ser vacunado corresponde a personas que sí contemplan la posibilidad de vacunar a sus hijos, pero quizás lo hagan en periodos espaciados, o sólo les administrarán cierto tipo de vacunas y otras no, por miedo. Mientras que en el movimiento antivacunas, explicó, se organizan y participan activamente para oponerse a la vacunación, lo que dijo, en muchas de las ocasiones también está relacionado con posturas políticas, particularmente de derecha.
Como ocurrió en las recientes protestas antivacunas en Suecia, en donde la prensa local reportó la presencia del grupo neonazi Movimiento de la Resistencia, al que se le han atribuido hechos violentos en eventos anteriores. Con anterioridad la policía sueca había advertido que grupos de extrema derecha podrían participar en la marcha.
Una encuesta realizada por el Centro de Datos Sociales de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, indicó que, hasta julio de 2021, el 84.1 por ciento de quienes viven en México contemplaban la posibilidad o estaban dispuestos a vacunarse de manera definitiva contra el coronavirus SARS-COV2, que provoca la COVID-19.
Orrantia Cavazos enfatizó que, aunque ha identificado células muy pequeñas en México de antivacunas, la alerta recae en la divulgación de falsa información mediante redes sociales, ya que es en esas plataformas en donde los antivacunas tiene posibilidad de “reclutar” adeptos, quienes muchas veces tienen dudas sobre la vacunación, pero están dispuestos a conocer más sobre el tema, el problema surge cuando lo que les llega son datos erróneos.
En la ciudad de México hubo una minúscula protesta antivacunas, las razones para estar contra la vacuna son bastante ridículas. pic.twitter.com/hQKc818sL3
— Ratamata pH 7.45 (@ratamata_) August 17, 2021
El riesgo de esto es “que las personas que tienen dudas de la vacunación puedan ser atraídos hacia el escepticismo total de la vacunación por estos grupos que son muy activos en redes”, dijo el experto, quien detalló que a través de estas plataformas, quienes simpatizan con el movimiento antivacunas difunden testimonios que “apelan a la emoción”, con argumentos que podrían estar sesgados.
“Lo empiezan a distribuir en redes, y empiezan a tener un impacto, que da la apariencia de que de que el problema es mucho mayor del que en realidad es. Porque si este único video, o estos 10 videos, empiezan a tener una circulación tremenda, se hace lo que le llaman una cámara de eco”, ya que “dan la apariencia de que son muchos [casos] más”, dijo.
El riesgo, subrayó, se encuentra en que las plataformas sociales les sirven a los antivacunas para reclutar simpatizantes, pues ahí pueden implementar lo que denominó como “Guerra de Guerrillas”, ya que ingresan a grupos de padres de familia en los que “empiezan a difundir este mensaje antivacunas, estas preocupaciones, y, por así decirlo, empiezan a reclutar padres para su movimiento”, lo que consideró “muy preocupante”.
“Las personas que tienen dudas sobre la vacunación y que podrían, con estrategias bastante sencillas, disminuir estas dudas, justamente por esta ‘Guerra de Guerrillas’ empiezan a dudar sobre las evidencias científicas, y en sus casos más extremos empiezan a pensar en teorías de conspiración”, agregó.
MUTACIONES Y POBLACIÓN SIN VACUNAR
En noviembre de 2021, el surgimiento de Ómicron, variante de la COVID-19 surgida en Sudáfrica, país que en ese momento contaba con sólo el 25 por ciento de la tasa de vacunación anticovid, y que actualmente predomina entre los contagios, puso en alerta a científicos de todo el mundo, por el alto número de mutaciones y la facilidad con la que se transmite.
Pero también porque confirmó lo que muchos investigadores estuvieron advirtiendo con anterioridad, que todas las personas deberían vacunarse, y en muchos casos, tener la misma posibilidad de acceder a la vacunación, aunque particularmente los más vulnerables, sin importar su origen o país en el que residan.
Tras detectar a Ómicron, activistas y autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reiteraron la importancia de esas postulaciones, y que no sólo se privilegie a los ciudadanos de los países desarrollados, que fueron los primeros en acaparar los biológicos, ya que los lugares con menos oportunidades son en donde el virus encuentra “el caldo de cultivo” ideal para generar nuevas variantes.
«Mientras grandes partes de la población mundial estén sin vacunar, seguirán apareciendo variantes y la pandemia se prolongará”, aportó Seth Berkley, consejero delegado de la Alianza para las Vacunas GAVI, que junto a la OMS distribuye dosis anticovid a países en desarrollo a través de la plataforma Covax.
Por su parte, Mike Ryan, jefe de emergencias de la OMS, consideró que era una prioridad “encontrar a todas las personas que aún no están vacunadas para intentar convencerles de que se vacunen“. “Especialmente entre personas de edad avanzada o con afecciones médicas subyacentes”, añadió.
En este sentido, Orrantia Cavazos comentó que existe “el problema, grave, que el porcentaje que quede sin vacunar, por la razón que sea, evita que podamos lograr algún tipo de inmunidad”, y aunque en el caso de la COVID-19 investigaciones científicas ya han puesto en duda que esto se pueda lograr, de haber alguna posibilidad “la resistencia a la vacunación o la imposibilidad de vacunarse”, puede generar que el objetivo no se logre.
Además, se sumó a las voces que exhortan a la ciudadanía para que se vacunen. No obstante, explicó que muchas de las veces esta decisión se ve influida por diversos factores. Por ejemplo, creencias religiosas, culturales, desinformación, dudas hacía la función del Estado, por desconfianza de las farmaceúticas, entre otras, que generan resistencia a la vacunación, situación, dijo, sí representa un problema en México.
En el caso de los movimientos antivacunas, que en la mayoría de los casos, enfatizó el experto, están ligados a la extrema derecha, se han conjuntado con una oposición política, por lo que mantienen argumentos similares que se repiten cada vez que se surgen situaciones de este tipo, pero que en el país este tipo de organizaciones no tiene un impacto significativo.
Incluso, ejemplificó con casos particulares como Tepito, en la Ciudad de México, y San Juan Cancuc, en Chiapas, a donde es difícil que los programas de vacunación ingresen. Entre las causas, explicó, estaría “probablemente la desinformación”, sin embargo, consideró que se trata de un problema de “resistencia al Estado y a las Instituciones del Estado, porque son muy celosos de su autonomía”.
Mientras que en Tepito, al ser un barrio originario de la capital mexicana, que siempre se ha dedicado al comercio, el inconveniente al que las autoridades sanitarias se han enfrentado es al acatamiento de medidas sanitarias para evitar contagios, como el uso del cubrebocas, el distanciamiento social, y el confinamiento, que han sido difíciles de implementar en la zona.
Esta situación se evidenció al inicio de las jornadas de vacunación en México para combatir el avance de la COVID-19, ya que Chiapas fue el estado que más rezago desde un inicio. Fotografías, en las que se podía observar los módulos que se implementaron casi vacíos, y testimonios de personas que se negaban a ser inmunizadas circularon en la prensa nacional.
Por ello, la SSa anunció que implementaría estrategias para llegar a las personas que se resistían a la vacunación, particularmente en Chiapas, en donde se ofreció una vacunación al tres por dos, ya que se propuso a los jóvenes llevar a dos adultos mayores a inocularse, ellos también recibirían el biológico.
¿Tienes más de 18 años y quieres vacunarte contra #COVID19?
Lleva al Centro de Vacunación a dos adultos mayores de 40 años que no se hayan vacunado y ¡los vacunamos a los tres!
Conviértete en un promotor de la Estrategia Nacional de Vacunación.#DosMásUno pic.twitter.com/VlBdlTu0w8
— IMSS Chiapas (@IMSSchiapas) July 11, 2021
ESTRATEGIAS PARA INCENTIVAR LA VACUNACIÓN
Orrantia Cavazos opinó que uno de los aciertos del Gobierno de México, para revertir la influencia de estos grupos antivacunas, fue el no hacer obligatoria la inmunización a los ciudadanos, ya que a lo largo de las investigaciones que ha emprendido ha comprobado que “cuando hay medidas coercitivas u obligatorias, hay mayor resistencia, se genera mayor resistencia cuando hay algo como obligatorio”.
Refirió que sus investigaciones han arrojado que durante la época del “Porfiriato” la vacunación era forzada, por lo que “las campañas de vacunación iban acompañadas de policías”, lo que consideró un error, que sólo generó mayor resistencia entre la población.
Destacó que en México la mayoría de las jornadas de vacunación que se llevan a cabo a lo largo del territorio nacional están bien organizadas, y eso genera confianza entre la población, ya que de lo contrario, habría mayor resistencia a la inoculación, pues, sostuvo, una mala “organización de la vacuna, genera dudas sobre la vacuna”.
“¿Qué pasa con las medidas de vacunación obligatorias?, pueden ser muy eficientes en el corto plazo, pero a largo plazo pueden generar mayor resistencia”, ya que, añadió, las “percepciones del poder político, y de cómo se ejerce el poder político, pueden cambiar la intención de una persona a vacunarse”.
El Doctor en Filosofía sugirió retomar el modelo de Medicina Social, de la Antropología Médica y de Bioética Social con el propósito de persuadir, y no forzar, a los ciudadanos a vacunarse, pero siempre partiendo de contextos particulares “para diseñar estrategias muy concretas” y con ello implementar las medidas necesarias.
“Necesitamos pensar estrategias particulares para estos barrios, para estos municipios, para estas comunidades, porque si no lo hacemos de esa manera, si hacemos un diseño de campaña general pensando que todos los diferentes grupos sociales se comportan de la misma manera, va a tener impacto en diferentes lugares de manera positiva, pero hay lugares en donde, justamente, se van a encontrar con estas barreras como lo estamos viendo”, ahondó Orrantia Cavazos.
Este miércoles, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que a partir del lunes se reforzarán las brigadas de vacunación contra la COVID-19 en los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, con el objetivo de llegar a las comunidades más apartadas.
Durante su conferencia de prensa matutina, el Jefe del Ejecutivo federal reiteró su llamado a la población para que acuda a vacunarse para estar protegida. “Si uno está vacunado con las dos dosis y el refuerzo, está protegido. No hay riesgos o son mínimos de hospitalización y no hay fallecimientos. Eso está probado”, dijo.
López Obrador refirió que, de acuerdo con información de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, de los 325 hospitalizados que hay en estos momentos, 254 no están vacunados, lo que corresponde al 78 por ciento, mientras que 71 sí estaban inmunizados, lo que se traduce en el 22 por ciento.
Pese a que estudios científicos, y estadísticamente, se ha demostrado, no sólo en México, sino en todo el mundo, que la vacunación contra el COVD-19 reduce significativamente los cuadros graves, en caso de que una persona se contagie de SARS-COV2, y con ello las hospitalizaciones, continúa habiendo personas y grupos que deciden no vacunarse, sin importar el riesgo que representa.
El 22 de enero, miles de personas participaron en protestas que se llevaron a cabo en capitales de varios países europeos. Los inconformes se manifestaron contra las medidas dictadas para detener la propagación del coronavirus en sus respectivos países, entre las que se encuentran restricciones de movilidad para quienes no estén vacunados
Aunque en México no han tenido lugar marchas de esta magnitud, se han dado a conocer casos de figuras públicas que han expresado su rechazo a la vacunación, como la actriz Patricia Navidad, quien incluso ha difundido en sus redes sociales teorías conspirativas, por lo que ha sido censurada, y el actor Erick del Castillo, que decidió no vacunarse contra la COVID-19, con lo que ha visto afectada su vida laboral, al no ser contratado.
Además, este jueves el cantante argentino Diego Verdaguer murió por complicaciones causadas tras contagiarse de coronavirus, y en redes sociales se ha especulado que tanto el intérprete como su esposa, Amanda Miguel, mantenían una postura antivacunas, ya que en diversas ocasiones se pronunciaron en contra de la inoculación y de las medidas de las autoridades para combatir los contagios de SARS-COV2.
Quizás “la vacuna “ sea el famoso Covid !!! No gracias 🙏🏻 ni el microchip para nasaaaddddaaaa
— Amanda Miguel (@amandamiguels) April 27, 2020