El INAH identificó una serie de canales en el segundo patio del inmueble religioso y en las inmediaciones de su arcada.
Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrió un complejo sistema hidráulico con canales de diversos tamaños y una caja de agua que estuvo oculto por más de cuatro siglos en el subsuelo de la Catedral de San Bernardino de Siena, en Xochimilco, al sur de la Ciudad de México.
A través de un comunicado, el INAH resaltó que lo descubrieron a 1.5 metros de profundidad y en tramos casi a nivel de piso, consta de canales de diversos tamaños y una caja de agua.
Aunque todavía falta contar con los resultados de diversos estudios, entre ellos de arqueomagnetismo, y la indagación en archivos históricos, la propuesta del equipo es que "se trata de una obra hidráulica del siglo XVI que fue adaptándose con desniveles para irrigar el centro del terreno, la cual fueron extendiendo mediante canales más pequeños y elementos como la caja de agua, durante las centurias posteriores, siglos XVII y XVIII".
En la zona arcada, que da la bienvenida a la catedral, la excavación se extendió hasta los 18.51 metros de largo por 4.66 metros de ancho, y fueron detectadas otras series de canales similares a los localizados anteriormente, y otros más pequeños (de 20 cm de ancho) de una época posterior. También se encontraron pisos de baldosas y una caja de agua paralela al muro perimetral, que conserva 3.86 metros de largo y un metro de altura de sus dimensiones originales.
La arqueóloga Rocío Berenice Jiménez González, adscrita a la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), responsable de las exploraciones, dio a conocer el hallazgo, luego de que el proceso de excavación terminará, que inició en 2020 y fue desarrollado hasta agosto de 2021, en los terrenos del inmueble religioso y sus colindancias.
Los resultados de la investigación arrojaron los reacomodos sociales y territoriales experimentados por los antiguos habitantes de Xochimilco y hacia la segunda mitad del siglo XVI, cuando gran parte de su población había sido diezmada.
Aunque el hallazgo data del periodo colonial temprano, un aspecto importante es su ejecución por manos indígenas, manteniendo el sistema constructivo sin arcos, de herencia prehispánica, similar al del complejo de irrigación de la Zona Arqueológica Cerro Tetzcotzinco, conocida también como Baños de Nezahualcóyotl, en Texcoco, Estado de México.
Debido a los trabajos planeados por la Alcaldía Xochimilco, un equipo intervino en un pequeño espacio en el segundo patio del edificio religioso, el cual era usado como estacionamiento, y donde identificaron cinco metros de longitud de un acueducto recubierto de estuco con un ancho de 43 centímetros; además, se reconoció una esclusa que sirvió para regular el nivel del agua.
Cabe destacar que por las afectaciones que sufrió la catedral durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, las autoridades de la demarcación también iniciaron trabajos para retirar una jamba del muro perimetral, por lo que fue requerida una nueva intervención de los especialistas del INAH, permitiendo así confirmar la red de canales que rodeaba todo el predio llegando hasta la arcada, indicando que, desde época temprana, las dimensiones del terreno eran las mismas que conserva actualmente.
"Dada la importancia del contexto, las exploraciones contaron con el apoyo de especialistas del Laboratorio de Análisis Espacial y Digital, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo que permitió obtener fotogrametrías y hacer un mapeo con tecnología LiDAR, y con ello ubicar espacialmente ciertos elementos con respecto a la topografía del terreno, como el trazo y longitud del acueducto en las inmediaciones del atrio, lo cual da una idea más clara de las dimensiones de la obra hidráulica, que no brinda la excavación arqueológica", decía el escrito.
Las secuencias estratigráficas obtenidas por las excavaciones revelaron que la superficie que ocupa la Catedral de San Bernardino Siena fue un asiento importante desde el año 650 d.C. y hasta la Colonia, siendo factible que ahí se encontrara uno de los templos más importantes de los xochimilcas prehispánicos.
Los primeros análisis señalan que fue construido por manos indígenas y presenta similitudes con el sistema de riego de Tetzcotzinco, zona arqueológica conocida como los Baños de Nezahualcóyotl, en Texcoco
— Alejandra Frausto (@alefrausto) January 26, 2022
Un descubrimiento más fue el de un entierro del siglo XVI, que correspondía a un individuo adulto (de entre 18 y 25 años), que expuso el sistema de enterramiento que combina la usanza española e indígena, indicando un cambio de creencias. A pesar de que el cuerpo fue depositado en una fosa en posición cristiana, amortajado y de manera extendida, el que lo colocaran debajo de unos acueductos demuestra que algunas costumbres funerarias de tradición mesoamericana persistían.
Si bien todos estos vestigios fueron nuevamente enterrados para su conservación, el proyecto tiene planeado hacer un análisis para saber si la obra hidráulica solamente se atribuye en los terrenos de la Catedral de San Bernardino de Siena o cruzan su extensión, que podría arrojar un cálculo de la cantidad de agua que era necesario en ese momento.