La FMF lanzó un plan de cuatro puntos para identificar a quienes desde hace algunos años le gritan a los guardametas de los equipos rivales.
Ciudad de México, 17 ene (EFE).- El presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Yon de Luisa, anunció este lunes que el organismo lanzará una ofensiva para erradicar la discriminación de los aficionados en los partidos de la Selección Nacional.
En una rueda de prensa, De Luisa explicó que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) concedió que las sanciones a México por parte de FIFA no causen efecto hasta que tome una solución final, pero la Federación de todas maneras no permitirá público en los partidos ante Costa Rica, el 30 de enero y Panamá, el 2 de febrero.
"Ante Costa Rica y Panamá no abriremos el estadio para el público; utilizaremos esos partidos con grupo de dos mil aficionados para realizar pruebas de la nueva política y proceso de acceso a los partidos de la Selección Nacional", indicó.
La FMF lanzó un plan de cuatro puntos para identificar a quienes desde hace algunos años le gritan "puto" a los guardametas de los equipos rivales, el primero de los cuales será que los aficionados deberán registrar su boleto con datos personales en un sitio web que arrojará un código, que deberán presentar con su identificación para entrar al estadio.
Según el directivo, en el recinto se promoverá una convivencia sana sin actos discriminatorios y se elevará la cantidad de guardias capacitados para identificar y retirar del estadio a quienes incidan en actos de discriminación.
"Las personas retiradas no podrán asistir a partidos de la selección por un plazo de cinco años", agregó.
El jerarca del fútbol de México insistió en adoptar una postura de cero tolerancia a cualquier manifestación ofensiva o discriminatoria en los estadios y agradeció a quienes se sumaron a acciones contra el grito, sobre todo a la afición.
"Si esto funciona, será una medida que tendrá eco en clubes. Lo tenemos que hacer bien en Selección para que los clubes lo puedan evaluar", reconoció.
Según Yon de Luisa, la medida no está diseñada para evitar la reventa de boletos, pero incidirá en ello.
"Tendrá un efecto drástico porque todo el que compre, tendrá que hacer su registro y llevar su identificación para tener el código", concluyó.