Aún es pronto para dudar de la eficacia de las vacunas chinas COVID contra Ómicron

13/01/2022 - 11:13 am

Estudios preliminares han revelado una reducción significativa en la eficacia de las vacunas chinas contra Ómicron, sin embargo, la evidencia real, así como la falta de revisión por pares de dichas investigaciones, dejan espacio para la duda y es posible que, de hecho, sí sean eficaces.

Bogotá, 13 ene (EFE).- Los estudios sobre la eficacia de las vacunas de las farmacéuticas chinas Sinovac, Sinopharm y CanSino frente a la variante Ómicron de la COVID-19 son preliminares y, aunque apuntan a una disminución de su capacidad protectora, todavía es pronto para llegar a una conclusión sobre su utilidad.

Circulan desde hace días en América Latina mensajes en Twitter y Facebook que aseguran que las vacunas chinas no sirven ante Ómicron.

Por ejemplo, un usuario se declara «antiCanSino» por ser una vacuna de «baja eficacia», mientras que otra cuenta afirma que «dos dosis y un refuerzo de la vacuna COVID-19 fabricada por Sinovac de China no protegen contra el Ómicron, según un estudio».

Otros mensajes son en sentido contrario, como el de un usuario que expone en un tuit con más de 700 «me gustas» que «Sinovac protege en más de un 90 por ciento Ómicron. Se criticó mucho esta vacuna y resulta que ahora es de las más eficaces».

ESTUDIOS SIN REVISIÓN POR PARES

A pesar de que estudios preliminares informan de una disminución de la protección de la vacunas de las farmacéuticas de Sinovac y Sinopharm, no han sido revisados por pares (expertos que confirman la validez de la ciencia reportada) y sólo analizan una parte de la respuesta inmune.

El fármaco producido por la compañía china Sinopharm. Foto: Rehan Khan, EFE/EPA

Estas vacunas siguen protegiendo de casos graves y de la muerte. Mientras que del preparado de CanSino aún no se han divulgado análisis.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió el pasado 20 de diciembre no sacar conclusiones apresuradas, puesto que los datos iniciales que apuntan a una disminución de la protección inmunitaria provienen de estudios de laboratorio, y «no de la vida real».

La científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, dijo que los estudios de laboratorio no toman en cuenta otros aspectos del sistema inmune de los individuos que desempeñan un papel sumamente importante cuando se trata de protegerlos de una infección grave.

El profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Mauricio Rodríguez manifestó a EFE que para obtener un panorama completo, «hay que estudiar también las células inmunitarias linfocitos T, que pueden reconocer y destruir células infectadas y son claves para contener las infecciones virales».

Si los estudios se enfocan sólo en medir el nivel de anticuerpos, «la variabilidad va a ser muy grande», advirtió el profesor.

Hasta ahora, los pocos estudios que se han hecho sobre las vacunas chinas no aportan una fotografía completa de la inmunidad con respecto a Ómicron.

La vacuna CoronaVac, producida por la farmacéutica china Sinovac. Foto: Sedat Suna, EFE

PENDIENTES DE LA REVISIÓN CIENTÍFICA

El estudio más citado en los medios sobre Sinovac las últimas semanas fue publicado por la Universidad de Hong Kong. Sus investigadores determinaron que ni la vacuna CoronaVac, de Sinovac, ni la de Pfizer-BioNTech son eficaces contra la nueva variante.

Aun así, la investigación -dirigida por el prestigioso experto en enfermedades infecciosas Yuen Kwok-yung- está pendiente de revisión por pares antes de su publicación y se basó en el análisis de las muestras de sangre de 50 personas, 25 de ellas inmunizadas con el esquema completo de CoronaVac y las otras 25 con Pfizer.

Rodríguez afirmó que «son muy poquitas muestras y no es justo sacar conclusiones generales».

De la misma forma, «hay que tomar con precaución» los resultados de otro estudio hecho por el Ministerio de Salud de República Dominicana en colaboración con la Universidad de Yale que encontró que dos dosis de Sinovac no generaban anticuerpos contra Ómicron.

Lo más valioso, recalcó el profesor de la UNAM, sería «tener información de los casos que están ocurriendo en la vida real y fijarse en su antecedente de vacunación».

Rodríguez apuntó además: «¿Cuál es la definición de eficacia? Porque si la eficacia es prevenir la enfermedad grave y la muerte, es muy distinto de si es prevenir la enfermedad leve sintomática. Hasta ahora todas las vacunas son seguras y son efectivas para prevenir enfermedad grave y muerte».

TERCERAS DOSIS, CLAVE PARA MÁS INMUNIDAD

Otro estudio de la Universidad Jiao Tong de Shanghái analizó la respuesta inmune ante la variante Ómicron con una tercera dosis de Sinopharm.

La vacuna de CanSino Biologics Inc. llamada Convidencia. Foto Crisanta Espinosa Aguilar, Cuartoscuro

Los investigadores encontraron que esta dosis de refuerzo aumentó «significativamente» la respuesta inmune al SARS-CoV-2 tras 28 días de la inyección, unas 6.1 veces mayor que tras la segunda. Sobre la variante Ómicron, describieron que sí redujo la inmunidad en 20.1 veces con respecto a otra variante más antigua de Wuhan.

Pero los mismos científicos advirtieron de que «aún se necesitan estudios del mundo real sobre la eficacia de la protección de la vacuna de refuerzo contra la variante Ómicron».

Sinopharm está investigando el desarrollo de vacunas nuevas contra las últimas variantes de COVID, incluida Ómicron, dijo la farmacéutica, según el portal de noticias estatal China Internet Information Center.

De CanSino todavía no hay estudios sobre su respuesta ante Ómicron. La farmacéutica aseguró al periódico Global Times que con una dosis de refuerzo, la vacuna frente a esta variante sólo perdería un ligero porcentaje de eficacia. Además, afirmó que estaba desarrollando una nueva vacuna.

Tanto Sinovac como Sinopharm utilizan virus inactivados para desencadenar la producción de anticuerpos que combaten el coronavirus, mientras que Convidencia -el preparado de CanSino- utiliza un virus diferente al SARS-CoV-2, menos nocivo, por lo general disfrazado con proteínas del coronavirus, para generar una respuesta inmunitaria.

Las tres vacunas tienen gran presencia en América Latina, con más de 280 millones de dosis entregadas.

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