El tenista serbio, Novak Djokovic, admitió haber acudido a una entrevista deportiva sabiendo que tenia COVID, además de aceptar los errores en los documentos para entrar a Australia.
Sídney (Australai), 11 de enero (EFE).- El tenista serbio, Novak Djokovic, admitió este miércoles haber cometido "errores humanos" en los documentos para entrar a Australia y acudir a una entrevista con un medio deportivo tras conocer su positivo por la COVID-19.
"Me sentí obligado a acudir a la entrevista con L'Equipe para no dejar tirado al periodista, pero mantuve distancia social y mascarilla todo el tiempo, excepto durante las fotografías. Al regresar a casa me asilé y reflexioné. Cometí un error de juicio y admito que tuve que posponer la cita", apuntó el deportista en un comunicado.
Djokovic asegura que se sometió el 16 de diciembre a una prueba para detectar la COVID-19, cuyo resultado conoció un día más tarde y tras acudir a un evento con menores mientras que la entrevista fue el 18, por su parte el gobierno australiano continúa considerando su posible anulación de visado y posterior deportación.
"Era asintomático y me sentía bien y no recibí la notificación de mi test PCR positivo hasta después de ese evento (con jóvenes)" precisó la raqueta número uno del mundo, quien apuntó también que se sometió previamente a pruebas de antígenos por precaución, los cuales dieron negativo.
El serbio de 34 años instó a los medios a que se corrija la información errónea publicada respecto a sus actividades "en particular en lo que se refiere a la preocupación generalizada de la comunidad por mi presencia en Australia, y para abordar asuntos que son muy hirientes y preocupantes para mi familia".
Djokovic, quien espera poder defender su título en el Abierto de Australia a partir del día 17, también aseguró que su agente cometió un "error humano" al rellenar el casillero sobre los viajes que realizó el deportista en los 14 días previos a su llegada al país oceánico.
El gobierno australiano continúa considerando su posible anulación de visado y posterior deportación.
Mientras, las autoridades de inmigración investigan -según medios australianos- si el tenista mintió a su entrada a Australia cuando aseguró que no había visitado ningún tercer país las dos semanas previas, lo que podría conllevar que su visado fuera cancelado de nuevo.
El número uno del mundo estuvo entrenando en unas instalaciones en Sotogrande (Cádiz), según sus redes sociales, y viajó desde Málaga hacia Australia, según el presidente del Comité Olímpico serbio, Borizadr Maljkovic.
El tenista, que voló el día 4 de enero haciendo escala en Dubái, pudo haber pasado la Navidad en Belgrado, según algunas fotos en las redes sociales.
Djokovic llegó el pasado miércoles a Melbourne con una exención médica a vacunarse por haberse contagiado de la COVID-19 en diciembre, pero los agentes de aduanas le denegaron el visado y fue retenido en un hotel mientras sus abogados presentaron un recurso.
Un tribunal de Melbourne dio el lunes la razón a Djokovic, de 34 años, y le permitió la entrada en el país, pero aún hay posibilidades de que sea expulsado de Australia, aunque se desconoce cuando se conocerá la decisión oficial.