Aunque el Banco de México ha considerado que las presiones inflacionarias aún se deben a factores externos, los bolsillos mexicanos resintieron el aumento de precios sobre todo en los productos de la canasta básica desde mitad de 2021 con alzas en los costos de alimentos y el gas LP.
Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo).- Los precios de las carnes, el pollo y el limón marcaron la pauta para que lo precios al consumidor en diciembre alcanzaran un aumento mensual de 0.36 por ciento, y que el 2021 cerrara con una inflación general de 7.36 por ciento, manteniéndose en su mayor nivel en dos décadas.
Desde mitad del año que recién culminó, los precios al consumidor han subido sin parar, afectado la economía de los consumidores y también a los comerciantes, quienes han visto disminuir sus ventas en un 30 por ciento en lo que va del año.
Según el más reporte más actual del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), los productos agropecuarios, que forman parte de la inflación no subyacente, tuvieron una incidencia anual de 1.661. En el desglose del indicador, las frutas y verduras aportaron un 1.006 por ciento a la inflación decembrina, mientras que los Pecuarios (productos de la ganadería) un 0.655 por ciento.
En ese sentido, el limón fue el producto con mayor variación mensual al alza, un 46.11 por ciento, agregando así una incidencia inflacionaria de 0.052. Pese a su cambio mensual, el producto de mayor incidencia fue la carne, que aunque sólo varió 2.85 por ciento frente a noviembre, su aporte a la inflación general fue el más alto con 0.064 puntos.
Los otros alimentos que aportaron a la inflación del último mes de 2021 fueron el pollo, con 0.031 puntos, y el plátano, con 0.025 puntos y una variación mensual hacia arriba de 10.6 por ciento.
En el caso de la carne, que ya llevaba meses marcando camino en los índices de precios al consumidor, marcó un diciembre de anomalías, ya que los lomos y costillares suelen ser imprescindibles en las fiestas navideñas.
Además, en la inflación subyacente, los alimentos (procesados), bebidas y tabaco colaboraron con una incidencia general de puntos. Al mismo tiempo, las loncherías, fondas, torterías y taquerías aportaron 0.047 y los restaurantes y similares 0.026 puntos.
Con los precios de los alimentos por los cielos, el índice de precios de la canasta de consumo mínimo tuvo un incremento mensual de 0.29 por ciento y anual de 8.11 por ciento. En el mismo periodo de 2020, las cifras correspondientes fueron de 0.51 y de 3.44 por ciento, respectivamente.
Los productos de otros giros que tuvieron incidencia al alza fueron el transporte aéreo (0.050 puntos), servicios turísticos en paquete (0.044 puntos), gasolina de bajo octanaje (0.035 puntos) y vivienda propia (0.024 puntos).
Pese a que en los dos reportes anteriores varios de los siguientes productos lideraban el alza inflacionaria, en diciembre mostraron reducciones en sus precios: gas doméstico LP, tomate, jitomate, chile serrano, otros chiles frescos, papaya, otras verduras y legumbres, piña, lechuga y col, y melón.
LA INFLACIÓN NO SERÁ TRANSITORIA: BANXICO
Si bien la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) tomó decisiones más estrictas sobre la inflación desde el pasado 16 de diciembre, el 6 de diciembre, con la publicación de su más reciente minuta recalcó que las expectativas de inflación para 2022 ya se encuentran por encima de la meta del tres por ciento y que el alza de precios ya no parece un fenómeno transitorio.
“Todos (los integrantes del Banxico) señalaron que los pronósticos de las inflaciones general y subyacente se revisaron nuevamente al alza, especialmente los de 2022”, según reveló este jueves la minuta del banco central sobre su última reunión de 2021.
Por lo que algunos miembros de la junta comentaron que “el fenómeno de reajuste en precios relativos y los argumentos sobre la transitoriedad de las presiones inflacionarias ya no parecen apropiados para explicar la situación actual”, indicó el documento.
La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno mencionó que la información disponible muestra un incremento moderado en el crecimiento de la economía mundial en el cuarto trimestre, con heterogeneidad entre países. https://t.co/PcDsxruEoc
— Banco de México (@Banxico) January 6, 2022
La minuta corresponde a la reunión del pasado 16 de diciembre, cuando el banco central elevó la tasa de interés al 5.5 por ciento, un aumento de 50 puntos base y el quinto incremento consecutivo del objetivo.
En noviembre, México registró su dato inflacionario más alto en los últimos 20 años al llegar al 7.37 por ciento interanual, mientras que la subyacente creció un 5.67 por ciento.
Sin embargo, los integrantes del Banxico coincidieron en que las presiones en el alza de precios siguen siendo principalmente externas debido a “los cuellos de botella en la producción, por la recomposición del gasto hacia mercancías, por los elevados precios de alimentos y energéticos, y por la recuperación de algunos servicios”.
ALIMENTOS SE DISPARAN EN EL MUNDO
Precisamente ayer, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dio a conocer que su índice de precios de los alimentos alcanzó en 2021 un promedio de 125.7 puntos, lo que representa un 28.1 por ciento más que el año anterior.
La FAO explicó que esta tasa en diciembre se situó en un promedio de 133.7 puntos, lo que supone un descenso del 0.9 por ciento respecto de noviembre —por la notable caída de los precios internacionales de los aceites vegetales y el azúcar desde sus elevados niveles previos—, pero es todavía un 23.1 por ciento más que en diciembre de 2020.
“Si bien normalmente se espera que precios altos den lugar a un aumento de la producción, los elevados costos de los insumos, la actual pandemia mundial y las condiciones de creciente incertidumbre climática dejan poco margen para el optimismo en lo que respecta a la recuperación de condiciones comerciales más estables incluso en 2022″, lamentó el economista superior de la FAO Abdolreza Abbassian.
Los aceites vegetales y los cereales son los alimentos que reportan los mayores precios, pues en el segundo año de la pandemia los primeros llegaron a su mayor nivel de todos los tiempos, con un aumento del 65.8 por ciento respecto al 2020, y en el caso de los cereales, sus precios más altos desde 2012.
Si bien los precios del azúcar bajaron un 3.1 por ciento en diciembre comparado con el mes previo, se incrementaron en 2021 un 29.8 por ciento respecto del año anterior y alcanzaron su punto más elevado desde 2016. Por su parte, aunque el índice de precios de la carne se mantuvo estable en diciembre, en 2021 fue un 12.7 por ciento más alto que en 2020,
Los productos lácteos fueron el único subíndice que aumentó en diciembre, con un 1.8 por ciento respecto a noviembre, acumulando así en el reciente año que terminó un valor 16.9 por ciento mayor que en 2020.
-Con información de EFE