El imputado del asesinato de Luis Donaldo Colosio recibió una sentencia de 45 años, ante la cual tramitó un amparo donde indica que fue torturado para confesar al crimen.
Ciudad de México, 5 de enero (SinEmbargo).– Un tribunal federal se negó a enviar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el amparo que tramitó Mario Aburto Martínez, la única persona sentenciada por el homicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, con el que buscaba revertir la condena que le fue impuesta.
Aburto Martínez fue sentenciado a 45 años de prisión por el asesinato del priista, pero en el amparo el condenado indicó que él y su familia fueron torturados para confesar a la comisión del crimen. Con este argumento, la defensa pidió que la Corte analizara el caso y ejerciera su facultad de atracción.
El Primer Tribunal Colegiado en materia Penal en el Estado de México determinó que no le compete a la última instancia judicial del país analizar el caso por no existir cuestiones de constitucionalidad. Por este motivo, el tribunal será quien atienda al asunto y resuelva el amparo.
“Dígase al quejoso que este Tribunal Colegiado es legalmente competente para conocer y resolver el amparo directo que se atiende, asimismo, que del estudio preliminar del asunto que se atiende, no se aprecia que se hayan impugnado normas generales por estimarlas inconstitucionales, ni se realizó la interpretación directa de un precepto constitucional”, indicó en un documento citado por El Universal.
La defensa de Aburto Martínez son defensores públicos, así como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que se han asegurado que el imputado y su familia fueron torturados para que se declarara culpable del delito de homicidio y como el único asesino.
El amparo indicó que existieron deficiencias, omisiones y violaciones al debido proceso en la investigación del homicidio de Colosio, por lo que debería de haber un nuevo análisis del crimen.
Colosio fue asesinado de un tiro al terminar un acto político el 23 de marzo de 1994, en Lomas Taurinas en Tijuana, Baja California. Aburto Martínez fue declarado culpable en 1995 y condenado a 45 años de prisión. Por los beneficios de buena conducta, trabajo y estudios puede salir libre si apela. De acuerdo con distintos reportes, él habría decidido no apelar porque su familia, se dijo, en ese momento no estaba en México.
