El jugador, cuyo contrato finaliza el 30 de junio próximo, puede negociar con cualquier club a partir del próximo 1 de enero y, por ahora, se niega a aceptar las ofertas de renovación de la entidad francesa.
París, 21 de diciembre (EFE).- "Mbappé 2050". Esa frase figuraba en la camiseta que varios compañeros regalaron al delantero francés para festejar su 23 cumpleaños, una alusión clara a su renovación con el París Saint-Germain.
La prenda saltó a la luz por la foto colgada por el español Juan Bernat en sus redes sociales, tomada en un bar de la capital donde muchos de ellos acudieron anoche al cumpleaños de Kylian Mbappé.
El jugador, cuyo contrato finaliza el 30 de junio próximo, puede negociar con cualquier club a partir del próximo 1 de enero y, por ahora, se niega a aceptar las ofertas de renovación de la entidad francesa.
El regalo de sus compañeros es interpretado como una invitación a seguir en el vestuario o como una simple broma dentro del ambiente festivo.
Pero la foto colgada por Bernat ha alimentado también los rumores sobre las desavenencias internas dentro del vestuario.
En la imagen aparece el llamado "clan latino", en el que además de los españoles Bernat, Sergio Ramos, Sergio Rico, Rafinha y Ánder Herrera figura el portero costarricense Keylor Navas, el marroquí criado en España Achraf Hakimi, el italiano Marco Verratti, el portugués Danilo, el holandés Georginio Wijnaldum o el alemán Julian Draxler.
En la imagen no están ninguno de los pesos pesados "francófilos" del vestuario, como los franceses Presnel Kimpembe o Colin Dagba o el senegalés Idrissa Gueye.
Tampoco aparecen las otras dos estrellas del equipo, el brasileño Neymar y el argentino Lionel Messi, a quien se le supone una cercanía con los jugadores sudamericanos, en especial con sus compatriotas Ángel di María y Leandro Paredes.
Según publica este martes el diario L'Équipe, el vestuario está dividido y la primera grieta de fractura la marca la rivalidad entre Navas y el meta italiano Gianluigi Donnarumma.
El rotativo desvela descontento en el bando francés con algunas concesiones a los latinos, como la falta de castigos por sus indisciplinas, la última, la fiesta que hicieron a finales de noviembre para festejar el séptimo Balón de Oro de Messi.
Tras la misma, el exbarcelonista y Paredes fueron baja, oficialmente, por una gastroenteritis, aunque el diario señala que la fiesta acabó a altas horas de la madrugada.
Ante eso, el entrenador, Mauricio Pochettino, y el director deportivo, Leonardo, han apostado por no usar la mano dura, lo que ha enfadado a varios jugadores.