Mientras los artífices empresariales de la coalición Va por México: Claudio X. González y Gustavo de Hoyos han insistido en echar a Morena y al Presidente de Palacio Nacional, los partidos que ellos han juntado en la coalición se han aproximado —ya sea en el discurso o en los hechos— con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
-Con información de Guadalupe Fuentes
Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo).– La élite intelectual que dio forma al bloque opositor, los que crearon Sí por México y los unieron en la coalición electoral Va por México, no lo tenían en la ecuación. Pero los mayores partidos de oposición no los consultaron. El Partido Acción Nacional (PAN) simplemente se abrió al diálogo con el Gobierno federal, y el Revolucionario Institucional (PRI) se movió, al menos en el discurso, hacia la izquierda, y se declaró “anti neoliberal”.
Hace apenas dos meses que los priistas fueron criticados por sus aliados cuando abrieron la posibilidad de dialogar la Reforma Eléctrica con el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. “Aquí o somos o no somos. O somos opositores o estamos del otro lado”, dijo en su momento Marko Cortés. Lo mismo otros panistas.
Pero ahora el PAN dialoga en distintas mesas con el Gobierno y el PRI se ha cargado a la izquierda, lo que plantea un dilema en el frente opositor: si seguir como oposición radical —como piden intelectuales, Claudio X. González y Gustavo de Hoyos— o si tomar un camino distinto que no implica decirle “NO” a todo lo que venga de la llamada Cuarta Transformación.
El propio Claudio X. González ha insistido una y otra vez que el principal objetivo de estos tres partidos debe ser echar a Morena de Palacio Nacional. Por ejemplo, el pasado 15 de noviembre en una plática que sostuvo con sus seguidores en Twitter, expresó:
“¿Qué estamos buscando? Echar a Morena de Palacio y construir un México ganador para todos. Esa es la visión. Así como los americanos en los sesenta se plantearon: ‘vamos a llegar a la Luna’, esa es la Luna: Echar a Morena de Palacio y lograr un México ganador para todos”.
Gustavo de Hoyos ha mantenido la misma postura: ”La meta es contar con una gran coalición opositora, conformada por el PAN, PRI, PRD y MC, y donde puedan tener espacios otras formaciones políticas progresistas para echar a Morena de la Presidencia de la República en 2024. En unidad vamos a resistir y vamos a vencer”. Dijo el exdirigente de la Coparmex el pasado 20 de octubre al celebrar el primer aniversario de la coalición.
En ningún momento, ni González Guajardo ni de Hoyos —artífices del bloque opositor— han planteado la posibilidad de entablar una diálogo con el Presidente López Obrador. Su discurso se ha centrado sobre todo en criticar al Gobierno y en la necesidad de integrar un bloque para sacar al partido fundado por López Obrador del poder. Incluso Claudio X. ha señalado que para estos fines no les puede “dar asco” el desprestigió del PRI o del PAN.
No obstante, el panismo y el priismo se han abierto a otras posibilidades como ha quedado demostrado en los últimos días. Si bien han confirmado que irán coaligados en Aguascalientes, Durango, Hidalgo y Tamaulipas, en su interior han dado un viraje a su estrategia política, lo cual ha sido visto por los analistas como una reconfiguración, en la que estas fuerzas políticas se han dado cuenta de que la descalificación no funciona y sólo fortalece al Presidente.
“Estamos viendo el inicio de un proceso de reconfiguración del sistema de partidos que en mi opinión durará hasta 2027 y para que eso suceda los partidos deben enviar señales claras de credibilidad y aquí no es tanto lo que declaren sino lo que hagan”, destacó en entrevista el analista Fernando Dvorak. “En este momento la oposición no tiene una figura fuerte que pueda contender a la Presidencia”.
¿UN PRI ANTI NEOLIBERAL?
“Somos un partido de centro izquierda. Somos social demócratas, feministas, ambientalistas, enemigos de la discriminación, progresistas, aliados de las causas populares. Le dimos una patada al neoliberalismo que nos impusieron desde el poder”.
La reconfiguración anunciada por Rubén Moreira, el líder del PRI en San Lázaro, dio pauta a un aluvión de críticas, sobre todo porque fueron gobiernos de este partido —desde el de Miguel de la Madrid hasta el de Enrique Peña Nieto— quienes instauraron este modelo económico, y sobre todo porque el discurso antineoliberal ha sido una de las banderas del Presidente López Obrador.
“El PRI está haciendo lo más lógico, entender que el neoliberalismo es una palabra que está desacreditada y van a tratar de hacer un discurso, pero ¿qué tan creíble va a ser?, ¿van a apostar por descentralizarse, por renovar cuadros?”, cuestionó en ese sentido el politólogo Fernando Dvorak.
Por mandato de la #23AsambleaPRI somos un partido de centro izquierda. Somos social demócratas, feministas, ambientalistas, enemigos de la discriminación, progresistas, aliados de las causas populares. Le dimos una patada al neoliberalismo que nos impusieron desde el poder. pic.twitter.com/KLTzkN8aZE
— Rubén Moreira (@rubenmoreiravdz) December 12, 2021
El cambio de discurso del PRI se suma además a la apertura que han manifestado sobre la Reforma Eléctrica del Presidente López Obrador, para la cual no le alcanzan los votos. Morena cuenta con 201 votos, con los 33 del Partido del Trabajo (PT) y los 43 del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Es decir, tiene 227 votos, de los 334 que necesita para aprobar una reforma constitucional, para la cual se requiere del respaldo de las dos terceras partes del Congreso.
Es en este escenario donde entra en juego el factor tricolor, que cuenta con 71 curules en la Cámara de Diputados, y que ha mostrado disposición en negociar con el Gobierno su respaldo a esta iniciativa que a decir del Gobierno regresará al país su soberanía eléctrica.
Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente tricolor que ha hecho pública su intención de contender por la Presidencia en 2024, afirmó el 8 de noviembre que el partido buscará discutir la Reforma Eléctrica hasta después de las elecciones de junio de 2022.
“Hoy se lo decimos a Morena, seguimos en la apertura y en la discusión siempre del parlamento abierto pero nosotros no vamos a discutir ni un tema que no sea después del proceso electoral”, declaró en conferencia de prensa.
La misma postura ha sido compartida por Moreira, quien además preside la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara baja: “Nosotros podemos dialogar, para eso somos diputados. Sería un despropósito llegar a la Cámara y no querer dialogar. ¿Cuándo? Ahora no. ¿Por qué no? Porque está por terminarse el año y este es un tema de mucha profundidad. Tampoco el segundo periodo de este primer año de la Legislatura. ¿Por qué? Porque tenemos elección en junio y no queremos que lo constitucional se haga electoral y lo electoral se haga constitucional”.
Esa apertura al diálogo que ha manifestado el tricolor en el plano legislativo podría trascender a lo político, como ha pedido el propio Presidente López Obrador. “Es muy bueno el diálogo, yo lo celebro que se esté llevando a cabo el diálogo (con el PAN). Y lo mismo, ojalá y el PRI haga lo mismo, que se dialogue”, expresó el martes el mandatario federal en su conferencia de prensa matutina.
EL PAN SE ENTREGA AL DIÁLOGO
Dejaron pasar medio sexenio, pero en un cambio de estrategia el PAN se reunió el lunes pasado con el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. En el encuentro estuvieron los gobernadores de Durango, José Rosas Aispuro Torres, y de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca; los coordinadores parlamentarios de las cámaras de Senadores, Julen Rementería del Puerto, y de Diputados, Jorge Romero Herrera. También acudieron la secretaria general del partido, Cecilia Anunciación Patrón Laviada; el presidente de la Comisión Política, Santiago Creel Miranda, y la coordinadora Nacional de Alcaldes, Alejandra Gutiérrez Campos.
El Gobierno federal dijo que el objetivo de este diálogo es lograr consensos en diversos temas como seguridad, salud, energía, economía, democracia y medio ambiente. El Presidente a su vez reconoció que es bueno este acercamiento con el PAN. “Que depongan la actitud extremista de rechazar todo”, dijo. Y agregó: “hay iniciativas que nosotros estamos promoviendo y queremos que se conozcan”.
El dirigente panista Marko Cortés Mendoza informó a su vez el lunes que se acordó con el Gobierno establecer a partir del 10 de enero siete mesas para abordar: la tolerancia, pluralidad democrática y Estado de derecho; una mesa económica para la generación de empleo y superar la pobreza; otra de seguridad; una más para tratar la Reforma Eléctrica, en la cual el panismo se había mostrado reacio a tratar.
También informó que habrá una quinta mesa donde se abordará el tema de sobre salud; otra sobre una posible Reforma electoral; y una última sobre medio ambiente y desarrollo sustentable.
En la elección de junio pasado Marko Cortés aseguraba que la coalición Va por México había logrado ponerle un alto a Morena y a la destrucción del país, pero en realidad esa alianza perdió 11 de las 15 gubernaturas en juego y el discurso de victoria correspondía a un eco de lo que han manifestado Claudio X. González y Gustavo de Hoyos.
“El simple bloqueo o la simple descalificación ya no funciona y solamente fortalece a López Obrador y ahí se puede entender el anuncio del PAN de diálogo con el Presidente”, dijo en ese sentido el analista y consultor político Fernando Dvorak.
Al hablar sobre la determinación de dialogar con el Presidente López Obrador, Santiago Creel Miranda, vicepresidente de la Cámara de Diputados, dijo ayer en el programa “Los Periodistas”, que conduce Alejandro Páez junto con Álvaro Delgado, que el PAN no la comunicó esto ni a Gustavo de Hoyos Walther ni a Claudio X. González porque es una decisión del partido que sólo informaron a los líderes del PRI y PRD.
“Esto es una decisión de mi partido, sí quiero decirte que sí se la comuniqué a los presidentes del PRD y PRI, me dijeron ‘a ver qué pasa’. Dentro de mi partido con Marko Cortés tuvimos un primer diálogo y tomamos la decisión del diálogo”, dijo en la plática que se transmitió en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.
…Y EL PRD SE CARGA AL CENTRO
Así como el tricolor ha dicho que combatirá el neoliberalismo que implementó en el país desde el Gobierno de Miguel de la Madrid y se ha cargado hacia la izquierda, el PRD se ha cargado hacia una postura de centro que busca romper “con la herencia del viejo nacionalismo revolucionario, así como con esa versión de izquierda radical”, según reconoció su dirigente nacional Jesús Zambrano en el XVIII Congreso Nacional Ordinario del PRD realizado el pasado 5 de diciembre.
“Hay que decirlo y dejarlo muy claro. En este Congreso estamos rompiendo con la herencia del viejo nacionalismo revolucionario, así como con esa versión de izquierda radical. El objetivo es construir un Estado Democrático y Social de Derecho, un Estado Democrático de Bienestar”, expresó el perredista.
Esta ruptura con el pasado se da precisamente en el peor momento del PRD, quien luego de la salida de sus fundadores y principales figuras como Cuauhtémoc Cárdenas o Andrés Manuel López Obrador, no ha vuelto a figurar en el papel que había logrado tener como principal exponente de la oposición. Tan sólo en la elección intermedia de 2021 por sí solo consiguió 243 mil 476 votos a la par que perdió su registro en 16 entidades al no alcanzar el 3 por ciento de los votos y en siete de éstas no alcanzó ni el 1 por ciento de la votación.
Apenas esta semana, la dirigencia perredista se dijo dispuesta a entablar un diálogo con el Gobierno federal, aunque reconoció que “hasta la fecha no se ha expresado esa voluntad desde la parte oficial hacia el PRD”.
“De nuestra parte hemos manifestado nuestra disposición para hacerlo, sobre la base del respeto mutuo y con ánimo constructivo, por el bien del país y de la gente. El gobierno tiene la última palabra y de su parte dependerá si quieren o no dialogar con nuestro partido”, dijo el partido en el Sol Azteca en un posicionamiento firmado por Jesús Zambrano.
No obstante, esa apertura manifestada por los partidos no ha hecho eco en los artífices empresariales de la coalición Va por México.