En la misma comparecencia, Powell dijo que EU podría acelerar la retirada de su multimillonario programa de compra de bonos para tratar de contener la inflación en medio de la preocupación por la llegada de Ómicron. "La amenaza de una persistente elevada inflación ha crecido", reconoció el banquero central.
Washington, 30 nov (EFE).- El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, advirtió este martes que el alza de casos de COVID-19 y la nueva variante del coronavirus, Ómicron, podrían ralentizar los progresos en el empleo y el crecimiento económico, además de añadir una mayor "incertidumbre" sobre la inflación.
Así lo indicó en su comparecencia ante el comité bancario del Senado, en la que estuvo acompañado junto a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en un momento delicado para la economía estadounidense con la inflación en niveles no vistos en 30 años en EU.
"Una mayor preocupación sobre el virus podría reducir la voluntad de la gente para trabajar en persona, lo que ralentizaría el progreso en el mercado laboral e intensificaría los problemas en las cadenas de suministro", dijo Powell.
Como consecuencia, agregó, "los riesgos de una mayor inflación han aumentado".
En octubre, la inflación interanual se ubicó en EU en el 6.2 por ciento, y Powell ha insistido en que espera que se modere a partir de mediados de 2022.
El banco central estadounidense mantiene los tipos de interés en el rango de entre el 0 por ciento y el 0.25 por ciento desde marzo de 2020 para respaldar la economía con la llegada de pandemia, y lanzó entonces un multimillonario programa mensual de compra de bonos, cuyo repliegue gradual comenzó este mes de noviembre.
La Fed celebrará su última reunión de política monetaria del año el 14 y 15 de diciembre, en la que presentará sus nuevas previsiones macroeconómicas que en septiembre situó en una tasa de crecimiento del 5.9 por ciento y una inflación del 4.2 por ciento para final de 2021.