Este domingo están llamados a votar 5.1 millones de hondureños para elegir al nuevo mandatario y tres designados presidenciales o vicepresidentes, 128 diputados propietarios al Congreso Nacional e igual número de suplentes, 298 alcaldes y 20 diputados al Parlamento Centroamericano.
Por Marlon González y Christopher Sherman
Tegucigalpa, 28 de noviembre (AP) — Los hondureños eligen al sucesor del impopular Presidente Juan Orlando Hernández el domingo, en elecciones que pudieran sacar del poder a su Partido Nacional después de 12 años.
La candidata con más probabilidades de lograrlo es Xiomara Castro del izquierdista Partido Libertad y Refundación. La exprimera dama aspira por tercera vez a la Presidencia y es la única de 13 candidatos opositores con posibilidades de derrotar al sucesor escogido por Hernández, Nasry Asfura, el Alcalde de Tegucigalpa.
Tal es el nivel de desconfianza entre los hondureños en el proceso electoral que muchos temen que pudiera haber disturbios no importa quién gane.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) dio por inaugurado este domingo los comicios.
“Hoy estamos celebrando la apertura del proceso de elecciones generales 2021, la voluntad ciudadana en las urnas debe respetarse... y dar un mensaje al mundo que podemos vivir en paz y libertad”, expresó el Consejero Presidente del CNE, Kelvin Aguirre.
A las 06:30 horas locales en una ceremonia especial, los los tres consejeros del máximo órgano electoral dieron luz verde para que se abrieran los cinco mil 755 centros de votación instalados en los 18 departamentos de este país de Centroamérica.
Están llamados a votar 5.1 millones de hondureños para elegir al nuevo mandatario y tres designados presidenciales o vicepresidentes, 128 diputados propietarios al Congreso Nacional e igual número de suplentes, 298 alcaldes y 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
“Las elecciones las vamos a definir los hondureños en las urnas. A todos los ciudadanos con edad para ejercer el sufragio les pedimos que voten para definir el futuro de este país (...) hagamos lo en paz en armonía y denuncien las irregularidades”, declaró la Consejera Secretaria, Rixi Moncada.
Son 14 candidatos a la Presidencia que buscan sustituir a Hernández, que consiguió la reelección en 2017 después de lograr la interpretación en 2015 de un artículo de la Constitución por parte de la Corte Suprema de Justicia.
“Partidos políticos alianzas, candidaturas independientes compitan honestamente, cuando se dan irregularidades eso sólo afecta a sus partidos”, dijo la consejera vocal, Ana Paola Hall, al tiempo que ratificó que en horas de la noche se dará los primeros resultados preliminares.
Las autoridades del CNE establecieron que tres horas después de cerrados los centros de votación se podrán conocer las primeras proyecciones en el nivel electivo presidencial.
Los expertos dicen que las elecciones dependerán de si aquellos insatisfechos con el Partido Nacional acuden a las urnas en números suficientes para derrotar a la poderosa maquinaria electoral del Presidente. Numerosos hondureños han reportado haber recibido llamadas telefónicas del partido ofreciendo varios pagos y otras prestaciones del Gobierno y recordándoles que votasen. Algunas llamadas ofrecieron organizar transporte a los sitios de votación.
En un mundo vapuleado por la pandemia de coronavirus, Honduras puede incluir esa apenas como una de las crisis que ha enfrentado. El año pasado, el país fue devastado por dos poderosos huracanes. El desempleo fue de 10.9 por ciento el año pasado y la economía se contrajo nueve por ciento. Las pandillas siguen aterrorizando las calles, forzando, junto con factores económicos, a muchos hondureños a emigrar.
La corrupción existe con impunidad tal que los hondureños han tornado sus esperanzas a fiscales federales estadounidenses en Nueva York. Los fiscales ganaron una sentencia a cadena perpetua para el hermano de Hernández, Juan Antonio “Tony” Hernández, por narcotráfico, y han acusado al Presidente de financiar su ascenso político con dinero de las drogas, aunque no han presentado cargos contra él. Juan Orlando Hernández ha negado las acusaciones.
Las condiciones parecen favorables para Castro, pero hay dudas sobre cuánto cambio ella pueda generar. Su esposo, José Manuel Zelaya, fue derrocado por las fuerzas armadas en un golpe en 2009. Fiscales estadounidenses le han vinculado con sobornos de narcotraficantes, algo que él rechaza.