El grupo Al-Shabab, asociado a Al Qaeda, controla muchas zonas rurales de Somalia y sigue complicando los esfuerzos por reconstruir la nación del Cuerno de África tras tres décadas de conflicto.
Por Hassan Barise
MOGADISCIO, Somalia, 25 de noviembre (AP).— Al menos ocho personas, incluidos varios estudiantes, murieron el jueves y varias resultaron heridas en una gran explosión ante una escuela en la capital de Somalia, según testigos. El grupo extremista Al-Shabab se atribuyó la autoría.
El grupo, asociado a Al Qaeda, controla muchas zonas rurales de Somalia y sigue complicando los esfuerzos por reconstruir la nación del Cuerno de África tras tres décadas de conflicto.
La detonación provocó una columna de humo que se alzaba desde una zona muy transitada de Mogadiscio durante la hora punta de la mañana.
Ocho personas murieron y 17 resultaron heridas, según el vocero policial Abdifatah Adam Hassan.
"Esto es una tragedia", dijo. Abdulkadir Adan, del servicio de ambulancias Amin.
La cifra de víctimas fue menor de la que podría haber sido en otra fecha dado que el jueves forma parte del fin de semana en Somalia, un país de gran mayoría musulmana.
Imágenes de la escena mostraban grandes daños en la escuela, y trabajadores de emergencias buscando entre las bancas de madera y vigas caídas del tejado.
En un comunicado en su radio Andalus, Al-Shabab dijo que había atacado a funcionarios occidentales escoltados por una caravana de fuerzas de paz de la Unión Africana. Pero un testigo, Hassan Ali, dijo a AP que los funcionarios iban escoltados por una compañía de seguridad privada y que vio a cuatro de los agentes de seguridad heridos.
El futuro político y de seguridad de Somalia está envuelto en la incertidumbre. Estaba previsto que el contingente de fuerzas de paz de la Unión Africana se retirase del país, pero su misión podría ampliarse porque se teme que las fuerzas somalíes no estén listas para asumir la responsabilidad de la seguridad. Estados Unidos confirmó este año que había completado su retirada de Somalia.
Estaba previsto que las demoradas elecciones presidenciales se celebrasen en febrero, aunque parecía posible que volvieran a retrasarse.
