Las demandas, presentadas por las familias de Jacob “Jake” Jurinek, de 20 años, y Franco Patino, de 21, de Naperville, Illinois, son parte de una avalancha de demandas contra Scott y las empresas detrás del evento del 5 de noviembre en el que 10 personas murieron y cientos resultaron heridas cuando una ola de gente empujó a los asistentes, aplastando y pisoteando a muchos de ellos.
NAPERVILLE, Illinois, EU, 24 de noviembre (AP).— Las familias de dos amigos de un suburbio de Chicago que murieron en el concierto de Astroworld en Houston este mes demandaron por homicidio culposo al rapero Travis Scott, la compañía de entretenimiento Live Nation y otros.
Las demandas, presentadas por las familias de Jacob “Jake” Jurinek, de 20 años, y Franco Patino, de 21, de Naperville, Illinois, son parte de una avalancha de demandas contra Scott y las empresas detrás del evento del 5 de noviembre en el que 10 personas murieron y cientos resultaron heridas cuando una ola de gente empujó a los asistentes, aplastando y pisoteando a muchos de ellos.
Al igual que con muchas de las otras demandas, esta culpa a las compañías y a Scott, un organizador del concierto que estaba en el escenario cuando ocurrió el incidente, por no tomar las precauciones de seguridad más básicas.
“Los acusados fallaron flagrantemente en su deber de proteger la salud, la seguridad y la vida de los asistentes al concierto, incluyendo, entre otros, el hecho de no proporcionar personal de seguridad adecuado para implementar medidas de control de multitudes, barricadas adecuadas y una cantidad suficiente de apoyo médico de emergencia”, sostienen las demandas.
Patino y Jurinek eran estudiantes universitarios, el primero en la Universidad de Dayton en Ohio y el segundo en la Southern Illinois University-Carbondale. Habían sido compañeros del equipo de fútbol en la escuela secundaria en Naperville.
Al igual que los seres queridos de las otras víctimas, un socio del bufete de abogados de Chicago Corboy & Demetrio, que presentó las demandas esta semana en los tribunales del condado de Harris, en Houston, dijo que las familias están tratando de procesar algo que no tiene sentido.
“Un muchacho sano y fuerte de 20 o 21 años va a un concierto pensando que se va a divertir un poco y a celebrar, en este caso, el cumpleaños número 21 de Jake”, dijo Corboy, según el diario Naperville Sun. “Nadie espera ir a algo tan feliz y alegre como un concierto y terminar muerto. Cuando pagan estos altos precios por entradas a conciertos, nadie anticipa que tendrá que preocuparse por cosas como esta”.
