Grupos defensores de derechos humanos en Rusia se han enfrentado a presiones similares a las de la banda Pussy Riot, al menos dos de ellas se han disuelto en meses recientes para evitar futuras represalias.
MOSCÚ, 15 de noviembre (AP).- Las autoridades rusas agregaron el lunes a Pyotr Verzilov, un reconocido miembro del grupo de protesta Pussy Riot, a la lista de personas buscadas del gobierno, lo que representa la medida más reciente para aumentar la presión sobre activistas de la oposición y la prensa independiente.
Verzilov, editor del sitio de noticias independiente Mediazona, fue catalogado en septiembre como “agente extranjero” junto con el medio y su editor en jefe Sergei Smirnov.
La designación conlleva un mayor escrutinio del gobierno y tiene serias connotaciones peyorativas que pueden desacreditar al afectado.
Su nombre fue incluido en la lista de personas buscadas del Ministerio del Interior de Rusia por no reportar su ciudadanía canadiense a las autoridades, según su abogado Leonid Solovyov.
Solovyov enfatizó que la falta de Verzilov no amerita cárcel y que, en caso de ser condenado, podrían exigirle pagar una multa o hacer servicio comunitario, reportó la agencia de noticias oficial Tass.
Desde el 2014, los rusos que no reportan su segunda ciudadanía podrían ser multados con hasta 200 mil rublos (2 mil 770 dólares) o sancionados con hasta 40 horas de servicio comunitario.
En meses recientes, el gobierno ha catalogado como “agentes extranjeros” a una serie de medios independientes y periodistas, y ha registrado las casas de varios reporteros reconocidos. La editorial de uno de los medios que publicó reportes investigativos sobre presuntos actos de corrupción y abusos de altos funcionarios rusos y magnates allegados a Putin fue clasificada como organización “indeseada”.
Otras dos agencias de noticias cerraron después de que autoridades las acusaran de vínculos con organizaciones “indeseadas”.
Grupos defensores de derechos humanos en Rusia se han enfrentado a presiones similares, y al menos dos de ellas se han disuelto en meses recientes para evitar futuras represalias.
Verzilov atrajo atención mundial en 2018 cuando él y tres activistas más de Pussy Riot corrieron en una cancha de futbol en la final de la Copa Mundial en Moscú para protestar por la brutalidad policial, una acción por la cual pasaron 15 días en prisión.