Los países de Europa del Oeste se preparan para un rebrote de COVID-19 en un momento que el resto del continente registra cifras de contagios récord, las morgues están saturadas de muertos y los hospitales están al borde del colapso.
Ciudad de México, 13 de noviembre (SinEmbargo/EFE/AP).– La mayoría de Europa está preparándose para una nueva ola de COVID-19, en tanto algunos países ya la atraviesan, con lo cual vuelve a ser el epicentro de la pandemia.
Los gobiernos de Alemania, Austria, Países Bajos, Francia y Ucrania alistan nuevas restricciones frente al incremento de contagios, mientras que Rusia, que se encuentra pegado a las naciones europeas, ha registrado cifras récords de casos confirmados y decesos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó el pasado miércoles que Europa es la única región del mundo donde tanto los contagios como los decesos siguen aumentando de forma constante, pues por sexta semana consecutiva el virus SARS-CoV-2 ha avanzado, incrementando en un 10 por ciento las muertes en Europa.
En su reporte semanal sobre la pandemia, la agencia de salud de Naciones Unidas dijo que en todo el mundo hubo alrededor de 3,1 millones de nuevos casos confirmados, cerca de un uno por ciento más que la semana anterior. Casi dos tercios de las infecciones, 1.9 millones, se dieron en Europa, donde los contagios se incrementaron en un siete por ciento, agregó.
Los principales países donde se han registrado nuevos contagios de COVID-19 son Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Turquía y Alemania. De los 61 países que conforman la región europea para la OMS — que incluye a Rusia y se extiende hasta Asia Central — el 42 por ciento reportó un incremento en las infecciones de al menos el 10 por ciento en los últimos siete días.
Para combatir el incremento de contagios durante la pandemia, países como Noruega, Francia e Italia han hecho un llamado a que la población que ya haya sido vacunada reciba una dosis de refuerzo, pero otros gobiernos han decidido implementar confinamientos, pases sanitarios y cierres de comercios.
INCREMENTAN CONTAGIOS EN ALEMANIA
Las autoridades sanitarias alemanas reportaron este sábado 45 mil 081 nuevos contagios de COVID-19, además de 228 víctimas mortales. Esto difiere de la semana anterior, cuando se registraron 34 mil 001 casos y 142 decesos. El jueves de la semana pasada, el país registró un récord de 50 mil contagios.
A pesar de los incrementos en cifras de COVID-19, ni el Gobierno saliente de la Canciller Angela Merkel ni la probable coalición que le sucederá, liderada por el socialdemócrata Olaf Scholz y con verdes y liberales como aliados, se plantean implantar la obligatoriedad de vacunarse, ni siquiera en los sectores profesionales más sensibles.
El 67.5 por ciento de los habitantes alemanes tienen completado su cuadro de vacunación, mientras que el 70 por ciento ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID.
Sin embargo, la Canciller sí hizo un llamado el sábado para que todos los alemanes que no estén vacunados contra la COVID-19 lo hagan pronto. “Si nos mantenemos unidos, si pensamos en protegernos a nosotros mismos y en cuidar a los demás, podemos salvar mucho a nuestro país este invierno", afirmó la gobernante en su pódcast semanal.
Uno de los principales virólogos del país, Christian Drosten, advirtió el miércoles que otras 100 mil podrían perder la vida en los próximos meses si la tasa de vacunación no se acelera rápidamente.
Merkel, por su cuenta, anticipó que “tenemos semanas muy complicadas por delante” debido al incremento en contagios y muertes.
“Piensen sobre esto de nuevo", dijo a quienes no tienen todavía ninguna dosis del fármaco. “Tenemos que ponerla, ponerla rápido”. Agregó: “Se lo pido: únanse a nosotros y traten de convencer a familiares y amigos también".
Con fines de enfrentar la pandemia, Alemania movilizará hasta 12 mil soldados en clínicas y otros puntos sensibles para apoyar en tareas logísticas como la campaña de dosis de refuerzo de la vacuna y la aplicación de pruebas rápidas de COVID, ante la cuarta ola de contagios que atraviesa el país, según reportó el semanario Der Spiegel.
Un primer contingente de unos seis mil soldados entrará en acción este mes de noviembre, operativo que se ampliará hasta los 12 mil para la Navidad, según ese medio.
El centro de control de enfermedades de Alemania pidió el viernes a la población que cancele o evite los grandes eventos y reduzca sus contactos mientras la tasa de infección por coronavirus bate una nueva marca.
RUSIA ROMPE CIFRAS RÉCORD DE COVID
Rusia, considerado por la OMS como parte de la región europea, ha batido nuevos récords de decesos y contagios de COVID-19 en las últimas semanas, registrando un promedio de más de 40 mil casos y más de mil 200 muertes diarias.
El aumento diario de muertes y contagio que comenzó a mediados de setiembre aparentemente alcanzó una meseta durante la semana, pero la Comisión Nacional que se ocupa del coronavirus dijo el sábado que murieron mil 241 personas en el día, dos más que la cifra récord del miércoles. Además, se registraron 39 mil 256 casos nuevos, lo que elevó el total del país a 9.03 millones.
Rusia decretó una semana “no laboral” a principios de noviembre, con el cierre de muchos negocios, para tratar de contener la oleada.
El viernes se presentaron dos proyectos de Ley de nuevas restricciones en el Parlamento, las cuales que entrarían en vigor en febrero del año próximo. Por medio de códigos QR, se pretende restringir el acceso a ciertos espacios públicos y transporte público nacional e internacional a personas que se hayan vacunado contra el coronavirus, se hayan recuperado de un contagio recientemente o que puedan proporcionar un resultado negativo de una prueba de coronavirus realizada en las últimas 72 horas.
Las tasas de vacunación son bajas, el público muestra escasa tendencia a tomar precauciones y el Gobierno es renuente a endurecer las restricciones. Menos del 40 por ciento de la población de 146 millones está plenamente inmunizado a pesar de que el país aprobó una vacuna de producción local meses antes que casi todo el resto del mundo.
Los rusos han estado viajando también a la vecina Serbia y Croacia para vacunarse, porque la vacuna rusa Sputnik y otras disponibles en su país no han sido aprobadas por la OMS y la Agencia Europea de Medicamentos. Por lo tanto, los ciudadanos rusos no pueden viajar a Occidente con inoculaciones rusas.
La comisión nacional ha reportado un total de más de 254 mil muertes, de hecho la tasa más elevada de Europa. Algunos expertos creen que la cifra real es más alta. Los informes de la agencia de estadísticas Rosstat, que incluyen las muertes vinculadas con el coronavirus retroactivamente, revelan una mortalidad mucho más elevada: 462 mil personas murieron de COVID-19 entre abril de 2020 y setiembre de este año.
HOSPITALES SATURADOS EN PAÍSES BAJOS
Los hospitales de una provincia del sur de los Países Bajos le advirtieron el martes al Gobierno federal que ya no pueden lidiar con los nuevos pacientes de COVID-19 en un momento en que se disparan las tasas de infecciones de coronavirus.
“Nos dirigimos directo a una tranca en la atención médica y todo el sistema se está paralizando”, advirtieron en un comunicado cinco hospitales de la provincia de Limburg, que hace frontera con Bélgica y Alemania. “Estamos convencidos que otras partes de los Países Bajos pronto estarán igual”, agregaron.
El promedio de siete días de casos nuevos diarios en los Países Bajos prácticamente se ha duplicado en las últimas dos semanas: de 30.88 a 61.12 casos nuevos por cada 100 mil personas, a pesar de que más del 80 por ciento de la población adulta ya está vacunada.
El instituto de salud pública holandés reportó el martes que 204 pacientes con COVID-19 fueron admitidos a unidades de cuidado intensivo en hospitales en todo el país durante el fin de semana, un aumento del 40 por ciento comparado con la semana previa.
El Gobierno interino holandés volvió a introducir la semana pasada una orden para usar mascarillas en lugares públicos como tiendas y bibliotecas, y extendió un mandato para el uso de pases de COVID-19. Ambas medidas entraron en vigor el fin de semana.
Además, este sábado dio inicio una cuarentena parcial de tres semanas, la primera en entrar en vigor en Europa occidental desde que una nueva ola de infecciones comenzó a aumentar en partes del continente.
Con la cuarentena los bares, restaurantes y supermercados tendrán que cerrar a las 20:00 horas de la noche, los encuentros deportivos profesionales se jugarán en estadios vacíos y a las personas les pedirán trabajar desde casa lo más que puedan. Las tiendas que venden artículos no esenciales tendrán que cerrar a las 18:00 de la tarde.
“Las restricciones son inevitables”, dijo en una rueda de prensa el Primer Ministro neerlandés en funciones, Mark Rutte, que aseguró que “el virus se encuentra en todos lados, en todas las edades y en todos los sectores”.
El Gobierno tiene programado reunirse otra vez el viernes para debatir posibles medidas adicionales si el creciente número de casos no disminuye.
Los hospitales en Limburg denunciaron en su comunicado que los niveles de capacidad están igual que en diciembre del año pasado, cuando los Países Bajos estaban en cuarentena.
“Sin embargo, en esta ocasión no hay perspectiva de solución — al fin y al cabo, la sociedad está abierta — pero parece que las organizaciones y empleados de atención son los únicos que tienen esta sensación de crisis y urgencia”, comentaron. “Nos sentimos solos en esta lucha”.
UCRANIA AMENAZA CON SUSPENSIÓN DEL SALARIO
Ucrania registró el martes un nuevo récord diario de muertes de coronavirus en medio de una ola de contagio mientras la población sigue renuente a vacunarse, al reportar el Ministerio de Salud 833 nuevas muertes, lo que llevó el total de decesos confirmados de COVID-19 a 73 mil 390. El país de 41 millones de habitantes registró 18 mil 988 casos nuevos en el día.
Aunque Ucrania dispone de cuatro vacunas —Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Sinovac– , apenas el 18 por ciento de la población está vacunada, la tasa más baja de Europa después de Armenia.
En un intento por acelerar la campaña de vacunación, las autoridades obligaron a docentes, empleados públicos y otros trabajadores a recibir la segunda dosis para el 8 de noviembre bajo pena de suspensión del salario. El martes se emitió la misma orden a trabajadores de empresas estatales como los ferrocarriles y el correo, con plazo del 1 de diciembre.
Las autoridades han empezado a exigir prueba de vacunación o test negativo para poder abordar aviones, trenes y buses de larga distancia.
Las nuevas normas y restricciones han generado un floreciente mercado negro de certificados de vacunación falsos que se venden por entre 100 y 300 dólares y existen versiones de un app del Gobierno falsa que ya tiene instalados los certificados falsos.
El Presidente Volodymyr Zelenskyy dijo el martes que la policía ha instalado mil 400 unidades móviles para rastrear los documentos falsos.
EN RUMANIA YA NO CABEN LOS MUERTOS DE COVID
La morgue del hospital principal de Rumania ya no tiene lugar para más muertos. En una cruda ilustración del costo humano de la ola de coronavirus que recorre la nación, los cuerpos de personas muertas de COVID-19, envueltos en bolsas de plástico ocupan un pasillo del hospital en Bucarest, la capital.
Desde hace dos meses mueren diariamente cientos de personas en Rumania, uno de los países más afectados por la embestida furiosa del coronavirus en Europa central y oriental, donde la tasa de vacunación es muy inferior a la de Europa occidental. El país cuenta con el 40 por ciento de su población plenamente vacunada, a comparación del 75 por ciento de países en la Unión Europea.
Se cree que las tasas bajas aquí y en otras partes de la región se deben a una desconfianza generalizada en las autoridades e instituciones, la falta de educación y los arraigados movimientos antivacuna que incluyen a algunos médicos conocidos.
Este país de 19 millones de habitantes tiene una de las tasas de mortalidad más elevadas de todo el continente. El mes pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) envió a un equipo para ayudar en la respuesta a la pandemia.
Exhaustos y con exceso de trabajo, los médicos rumanos tienen grandes dificultades para afrontar la situación.
“¡Una aldea por día desaparece en Rumania!", exclamó el doctor Catalin Cirstoiu, director del Hospital Universitario de Emergencias en Bucarest. “¿Qué pasa en una semana o un mes? ¿Una aldea más grande? ¿Una ciudad? ¿Dónde termina esto?”
“Estamos agotados financieramente... física y psicológicamente”, se lamentó el médico. “Al fin y al cabo, la causa de todo esto es una sola: la incapacidad de la población de comprender que debe vacunarse”.
En el hospital, una sala de espera de emergencias es ahora un área COVID, sellada por una hoja de plástico. En ciertos días en que se presentan muchos casos, los enfermos yacen en camillas en los pasillos a la espera de una cama.
Rumania registró su cifra récord de muertes diarias el 2 de noviembre, con 591 decesos, más del 90 por ciento de ellos de personas no vacunadas. En la actualidad, mil 870 enfermos reciben tratamiento en unidades de cuidados intensivos, casi 51 mil personas han muerto desde el inicio de la pandemia.
Desde el 25 de octubre, los no vacunados tienen prohibido consumir en bares y restaurantes y no pueden salir de sus domicilios entre las 22:00 horas de la noche y las 05:00 de la madrugada del día siguiente.
AUSTRIA IMPONE CONFINAMIENTO A NO VACUNADOS
Austria ha registrado un nuevo máximo de contagios con COVID-19, con 13 mil 152 casos en las últimas 24 horas, mientras que 48 pacientes fallecieron en el mismo período, informaron este sábado las autoridades sanitarias del país centroeuropeo.
Con estos nuevos datos la incidencia en siete días por 100 mil habitantes se situó en 814.6 casos, el punto más alto desde el estallido de la pandemia en marzo de 2020.
Los expertos locales achacan la fuerte subida de los contagios en las últimas semanas al relativamente bajo nivel de vacunación con pauta completa, que en Austria se sitúa en el 65 por ciento de la población, lejos de otros países europeos, como por ejemplo España, que se acerca ya al 80 por ciento.
La situación en los hospitales es cada vez más seria, con dos mil 282 personas ingresadas, de ellas 421 en unidades de cuidados intensivos (UCI), un 15 por ciento más que hace una semana, con tendencia al alza. En el peor momento de la segunda ola, en invierno del año pasado, había más de 700 pacientes con coronavirus en las UCI.
En total, han fallecido por COVID-19 en Austria 11 mil 689 personas hasta ahora.
El Canciller austríaco Alexander Schallenberg dijo que su país implementará la próxima semana cuarentena para las personas no vacunadas en dos regiones muy afectadas, y parece estar preparado para implementar medidas similares a nivel nacional.
Esto significa que las personas no inmunizadas solo podrán salir de sus viviendas para acudir a sus puestos de trabajo, para ir a tiendas de primera necesidad y para dar un paseo. Queda prohibido el acceso a todo tipo de comercios, bares, restaurantes, servicios como peluquerías o pedicuras, gimnasios, eventos deportivos y culturales, entre otros.
“No veo por qué dos terceras partes deberían perder su libertad porque una tercera parte titubea”, subrayó Schallenberg. “A mí me queda claro que no debería haber un confinamiento para los vacunados como medida de solidaridad con los no vacunados”.
Las autoridades pretenden controlar el cumplimiento de esta medida con controles aleatorios, además de multas para los infractores, tanto a las personas como a las empresas que permiten el acceso a clientes no vacunados.
El viernes, el Ministro de Sanidad, el ecologista Wolfgang Mückstein, decretó además la vacunación obligatoria para todos los empleados del sector sanitario, una medida aplaudida por el colegio de médicos y criticada por otros.
FRANCIA EXIGE A HABITANTES DOSIS DE REFUERZO
El Presidente francés Emmanuel Macron llamó el martes a las personas elegibles a que acudan a recibir su dosis de refuerzo contra la COVID-19 para combatir un aumento de las infecciones que está generando preocupación en toda Europa.
Todas las personas mayores de 65 años que fueron vacunadas hace más de seis meses necesitarán una dosis de refuerzo para mediados de diciembre para que su “pase de salud” siga válido, dijo Macron. Las dosis de refuerzo, actualmente autorizadas en Francia para todas las personas mayores de 65 o con padecimientos subyacentes, serán expandidas en diciembre para incluir a aquellos de 50 años o mayores, manifestó.
El Presidente prometió incrementar la implementación del pase de salud, que es requerido para ingresar a todos los restaurantes y muchas instalaciones públicas en el país. Para recibirlo, las personas deben mostrar prueba de vacunación contra la COVID-19, un resultado negativo en una prueba diagnóstica o evidencia de haberse recuperado recientemente del virus.
“Cada uno de nosotros debe hacer su parte" para evitar una fatal “quinta ola” de la pandemia, declaró Macron en un discurso televisado.
Casi 75 por ciento de la población francesa está plenamente vacunada, incluyendo 88 por ciento de los adultos. Es una de las tasas más elevadas en Europa, pero las vacunaciones se han estancado en semanas recientes.