El filme, que actualmente se encuentra en salas de cine, formó parte de la competencia del Festival Internacional de Cine de Morelia y ahora hará su debut en streaming este 5 de noviembre con el respaldo de Netflix.
Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).– ¿Qué motiva a una persona a querer ser policía?, ¿su entrenamiento es el suficiente para salir a la calle y enfrentar todas las situaciones trágicas y riesgos?, ¿qué lleva a algunos a ser parte de un sistema corrupto y de pactos?, ¿confiamos en ellos para dejar la justicia es sus manos?
Una película de policías, dirigida por Alonso Ruizpalacios y producida por Daniela Alatorre y Elena Fortes, nos presenta la historia de Teresa y Montoya, dos policías que se han vuelto parte de la crisis sistema policial del centro de México. Un filme que busca ir más allá que sólo el entretenimiento y que nació tras el sexenio de Enrique Peña Nieto, marcado por casos de corrupción.
"Comenzamos este proyecto a finales del sexenio de Peña Nieto, entonces queríamos hacer algo que tocara el tema de la corrupción y de la impunidad que van de la mano y entonces así fue como llegamos al tema de la policía, porque son la primera ventanilla entre la ciudadanía y la ley, lo que conocemos como la ley, y pues es una institución que tiene muchísimo contacto con los ciudadanos y es una relación rota", cuenta Ruizpalacios en entrevista con SinEmbargo.
Además la fascinación con el género también fue un gran impulso para realizar la cinta.
"Al investigar sobre el tema de la corrupción y la impunidad, nos dimos cuenta que esta relación sino de repara de alguna manera, no hay formas de avanzar en las otra áreas, los otros niveles, y además nos pareció que es un tema que es muy cinematográfico porque el género policiaco es muy afín al cine, algo que el cine ha reiterado de muchas maneras y aquí la idea era de jugar con eso y un poco desconstruir lo que entendemos por el género policiaco y realmente ir a ver lo que sí está ahí, más allá de la ficción".
TRABAJO DE CAMPO
Alonso Ruizpalacios junto a Daniela Alatorre y Elena Fortes se fueron hasta las instalaciones de la Policía Municipal de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, para ser uno de los escenarios donde los actores de desenvuelven frente a la lente.
"Siempre fue muy importante desde un inicio forjar una colaboración cercana, en el caso de la policía de Neza han sido como un ejemplo de un modelo exitoso de proximidad ciudadana y tuvimos muchos asesores a lo largo del proceso a través de los cuales fuimos adentrándonos a la policía, de ahí salieron Teresa y Montoya, los personajes principales y también tuvimos que entablar una relación con los directores de las academias para que los actores pudieran hacer su entrenamiento. Solamente los directores sabían que ellos eran actores, el resto de los cadetes no, y también con la policías de Neza fue posible que los acompañaran en sus patrullajes, y realmente como seguir ese proceso de inmersión en la policía que buscamos replicar en quienes ven esta película de alguna manera".
Ambos oficiales, interpretados por los actores Mónica del Carmen y Raúl Briones, narran para la pantalla cómo se fueron introduciendo a esta institución, así como su día a día, desde que se levantan, hasta esos limbos existenciales donde uno no está seguro en dar un paso más.
A través de un humor ácido y momentos paralizantes, la cinta también se introduce al lado más íntimo de los personajes: el vínculo amoroso que envuelve a estos policías.
De pronto, el espectador se vuelve testigo de un ejercicio cinematográfico y observa cómo los personajes se despojan de la ficción para convertirse en lo más humano, y la cinta toma un giro totalmente de documental.
"Fue todo un proceso gradual, como paulatino, como de ir descubriendo la forma de la película, conforme la íbamos haciendo, no fue algo que tuviéramos claro desde el principio. Sí empezó con la idea de ser un documental, no una ficción, un documental, y seguir a policías reales y conocer sus historia y después surgió el gran reto de cómo íbamos a ilustrar muchas de las cosas de lo que hablaban que son difíciles o sino es que imposibles de capturar con una cámara. Sabíamos que teníamos que echar mano de la ficción y entonces ahí se fue desarrollando esta forma, y después también vimos la oportunidad de retratar el proceso de los actores en convertirse a policías en un como nivel extra dentro de la película, más que una asunto formal, conocer más a la policía".
LA IMPUNIDAD DEL SISTEMA
Esta mezcla entre la ficción y el documental ayudó a Alonso Ruizpalacios a desenmascarar prejuicios y a abrir una conversación, como lo explica Daniela Alatorre:
"Nos interesaba mucho la crisis de impunidad del sistema de justicia y queríamos trabajar sobre algo que nos hiciera sentido, adicional a eso, viniendo de mundo tan distinto, Alonso desde el mundo de la ficción y nosotras del mundo del documental. […] Están como todo estos juegos de entrar y salir de la ficción y el documental realmente para generar por supuesto que una empatía con estas figuras con las cueles nos cuesta mucho trabajo generar empatía, pero también obligar al espectador a hacer un viaje personal a través de cuál es su relación con la policía, no queríamos una película que diera respuestas y que diera soluciones y que dijera '1, 2, 3', sino una película que te implicara, te espejeara y que te obligara a preguntarte a ti como espectadora ¿yo donde estoy?, ¿cuál es mi colesponsaübilidad en este tema? y ¿cuál es mi experiencia con la policía?".
Una película de policías, que actualmente se encuentra en salas de cine, formó parte de la competencia del Festival Internacional de Cine de Morelia y ahora hará se debut en el streaming con el apoyo de Netflix este 5 de noviembre.
"Sí cambió completamente mi perspectiva, incluso antes de terminarla (la película), o sea desde el proceso de investigación ya estábamos en un viaje de sensibilización, de entender y tampoco es que yo crea que, ni la película diga que son unos santos, ni 'pobres policías', son gente como cualquiera de nosotros que toman decisiones y muchos de ellos toman decisiones muy equivocadas, pero son parte y están inmersos en un sistema que no los está favoreciendo ahorita no los está volteando a ver, entonces sí cambió completamente mi manera de verlos a través de escucharlos y de entender a qué se enfrentan", culmina Ruizpalacios.