Durante la tormenta más fuerte del presente ciclo solar, el astro emitió una llamarada de clase X1, de las más intensas producidas en nuestro Sol.
MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) - El Sol emitió una llamarada "significativa" que alcanzó su punto máximo a las 15:35 UTC este 28 de octubre, en la tormenta más fuerte hasta ahora del ciclo actual de nuestra estrella.
El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA capturó una imagen del evento.
Este destello se clasifica como un destello de clase X1. La clase X denota las llamaradas más intensas, mientras que el número proporciona más información sobre su fuerza. Un X2 es dos veces más intenso que un X1, un X3 es tres veces más intenso, etc. Las llamaradas que se clasifican como X10 o más fuertes se consideran inusualmente intensas, informa la NASA.
POW! The Sun just served up a powerful flare! ☀️ 💥
At 11:35 a.m. EDT today, a powerful X1-class solar flare erupted from the Sun. NASA’s Solar Dynamics Observatory caught it all on camera. 📸
More on our Solar Cycle 25 blog: https://t.co/L5yS3hJRTx pic.twitter.com/iTwZZ7tCOY
— NASA Sun & Space (@NASASun) October 28, 2021
Las erupciones solares son poderosas explosiones de radiación. La radiación dañina de una llamarada no puede atravesar la atmósfera de la Tierra para afectar físicamente a los humanos en el suelo, sin embargo, cuando es lo suficientemente intensa, puede perturbar la atmósfera en la capa donde viajan las señales de comunicaciones y GPS.
La llamarada del jueves se originó a partir de una mancha solar llamada AR2887 ubicada actualmente en el centro del sol y frente a la Tierra, según su ubicación. La mancha solar fue responsable de dos llamaradas solares moderadas de clase M más horas antes, según SpaceWeather.com, que también rastrea el clima diario del sol.
Una eyección de masa coronal de la llamarada, una enorme erupción de partículas cargadas, podría llegar a la Tierra el sábado o el domingo (30-31 de octubre), justo a tiempo para Halloween, informó SpaceWeather.com. La erupción podría sobrecargar las auroras boreales de la Tierra y potencialmente interferir con las comunicaciones basadas en satélites.