Conforme pasan los años y la entregas, esperaríamos que además de mejorar en las historias que nos brinda el juego, también evolucionara la fórmula que representa el poco sistema de juego que se tiene. Sabemos que en su mayor parte la experiencia recae en la trama, en ciertas partes tenemos que hacer uso de eventos rápidos para presionar botones, tomar diferentes decisiones y diálogos, así como explorar ciertas partes, sin embargo, dada la poca jugabilidad que el juego nos ofrece, esta debería de ser una de las características con mejoras significantes a lo largo de cada entrega, pero es todo lo contrario.
Ciudad de México, 30 de octubre (SinEmbargo).- A lo largo de los últimos 3 años, Supermasive Games en conjunto con Bandai Namco se han encargado de desarrollar una saga que le daba a lo jugadores una experiencia enfocada en la historia, la exploración y la toma de decisiones, reforzada con el protagonismo de algunos actores famosos en la industria del cine como Shawn Ashmore (X-men, The Boys o el videojuego Quantum Break) en la primera entrega titulada Man of Medan, Will Poulter (The Maze Runner, We're the Millers, Black Mirror: Bandersnatch, entre otras) en la segunda entrega, Little Hope y más recientemente, Ashley Tisdale (High School Musical, Merry Happy Whatever, Scary Movie, entre otras) para esta nueva entrega, siendo un gran acierto y beneficio el poner caras conocidas para historias que bien podrían tener una adaptación directa al mundo del cine.
Esta nueva aventura de The Dark Pictures Anthology nos lleva al desierto, para conocer la historia de una antigua civilización que sufrió de una maldición cayendo sobre el aquel entonces templo sumerio y sepultándolo con el paso de los años. La historia principal nos contará estos acontecimientos del pasado para darnos un contexto general de a dónde llegaremos. Poco después, en el presente, conoceremos el operativo de la CIA que se está desarrollando en esa ubicación para capturar y confiscar una unidad bajo tierra donde se producen armas químicas, dando paso a un enfrentamiento entre soldados iraquís y americanos que provocan un derrumbe y nos lleva a las entrañas del templo sumerio abandonado y sepultado. Aquí es donde comenzará nuestro verdadero desafío, ya que, como en entregas pasadas, el juego se protagoniza por un grupo de personas que están relacionadas entre sí y con las cuales experimentaremos diferentes vivencias, siendo el equipo militar de la CIA el más amplio, que conformarán Nick Kay, Jason Kolchek, Eric King y Rachel King. Además de un soldado local, Salim Othman, que no está tan de acuerdo con este conflicto.
A lo largo de 7 horas de juego, iremos recorriendo este templo abandonado, del cual se han escuchado una gran cantidad de historias y leyendas, además de descubrir las amenazas que viven bajo tierra, podremos ir aprendiendo secretos que se mantuvieron ocultos y aprendiendo de un equipo previo quienes habían explorado la zona y descubierto a estos monstros similares a los murciélagos. Para esto y en las diferentes escenas que nos presentan, tendremos que ir interactuando con los demás personajes para conocerlos y desarrollar una relación buena o mala con cada uno, siendo esto fundamental para las decisiones y diferentes opciones de diálogo que tenemos disponibles, ya que muchas acciones y respuestas representarán la delgada línea que existe entre la vida y la muerte. Cada personajes cuenta con diferentes personalidades que están representadas por cualidades y debilidades a las que podemos tener acceso para analizar a cada uno de ellos y ver como es su relación con cada personaje.
Conforme pasan los años y la entregas, esperaríamos que además de mejorar en las historias que nos brinda el juego, también evolucionara la fórmula que representa el poco sistema de juego que se tiene. Sabemos que en su mayor parte la experiencia recae en la trama, en ciertas partes tenemos que hacer uso de eventos rápidos para presionar botones, tomar diferentes decisiones y diálogos, así como explorar ciertas partes, sin embargo, dada la poca jugabilidad que el juego nos ofrece, esta debería de ser una de las características con mejoras significantes a lo largo de cada entrega, pero es todo lo contrario; ya que representa la misma experiencia que vimos en el primer juego y es algo que parece muy lejano a cambiar.
Gráficamente, el juego hace un buen trabajo, pero nada más, dejando mucho que desear y aún más siendo la primera entrega que llega a las consolas de nuevas generaciones, con una capacidad gráfica bastante limitada y sin verdaderas innovaciones dentro del apartado visual. Aunque la atmósfera, los diferentes escenarios y los cambios de iluminación hacen de House of Ashes una experiencia terrorífica y llena de suspenso, realmente se queda corta para estar a la altura de la trama del juego, con un apartado gráfico y efectos visuales simplemente bien logrados. Añadido a esto, el juego no te ofrece una opción de cambiar la manera en la que el juego se desempeña, si deseas un mejor rendimiento o un mejor apartado gráfico, dándonos un punto negativo con una tasa de refresco de solo 30 cuadros por segundo. Por último, los efectos de sonido, tanto de disparos, como de objetos cayendo a la distancia, enemigos, conversaciones y demás parecen no estar tan bien optimizados, ya que en muchas ocasiones parecen sonar en una ubicación que no es donde están.
The Dark Pictures Anthology: House of Ashes, cumple con la experiencia general del juego, mejorando y dándonos una gran historia, pero quedando rezagado en otros apartados que podrán mejorar la experiencia en su totalidad. Al día de hoy, se ha confirmado la próxima y posiblemente última entrega de esta antología, así que esperemos, sea un digno cierre para estas grandes historias.