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Adela Navarro Bello

20/10/2021 - 12:04 am

Mucha campaña y poca acción de la FGR

El problema es que más que investigación ministerial, parece arenga política. Porque todos los señalados, continúan libres.

Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República.
"Total, que la FGR más que procurar justicia, realiza campañas mediáticas, amenazando con la investigación y posterior aprehensión de un expresidente, pero sin dar resultados tangibles". Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

En por lo menos tres ocasiones, noviembre de 2020, agosto de 2021 y octubre de 2021, la FGR ha dicho que “va por Peña Nieto” (ahora sí), y ya suma el expresidente de México, cinco delitos: traición a la Patria, cohecho, lavado de dinero, asociación delictuosa y, el más reciente, delincuencia organizada, con el que dicen, podría alcanzar una pena de hasta 60 años. El problema es que más que investigación ministerial, parece arenga política. Porque todos los señalados, continúan libres.

De cuando en cuando y para subir los bonos que le bajan ante la deficiente procuración de justicia, la Fiscalía General de la República recurre a una campaña mediática de persecución contra quien consideran el más atractivo pez grande, el expresidente Enrique Peña Nieto, pero que finalmente no concreta.

Por lo menos en tres ocasiones ha informado, o entregado la exclusiva a un impreso de la Ciudad de México, para arengar que ahora si, “la FGR va por Enrique Peña Nieto”.

Hace casi un año, el 12 de noviembre de 2020, el periódico Reforma develó que en el expediente sobre el caso de los sobornos de la compañía brasileña Odebrecht, al expresidente Peña Nieto “se le señala directamente como el principal responsable de los delitos de cohecho y traición a la Patria”. La información se había obtenido de una orden de aprehensión presuntamente girada contra el exsecretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y otra contra el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya.

“Enrique Peña Nieto fue autor mediato de los delitos mencionados y los de carácter electoral. Cometió los ilícitos utilizando como instrumento a Videgaray y Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex”, citó en aquel momento Reforma sobre la orden de aprehensión.

A la fecha, Videgaray permanece libre, ateniendo asuntos en el extranjero y desde donde se ha defendió; Lozoya es un protegido por el Estado Mexicano, en calidad de testigo colaborador. Peña Nieto se sabe, lleva una vida libre de persecución real.

Luego, en agosto del 2021, se “liberó” parte de la investigación ministerial en el proceso contra el exsenador Jorge Luis Lavalle. Y la FGR, arengó una vez más que ¨Van por Peña Nieto”, Luis Videgaray y Ricardo Anaya, el exdiputado federal y excandidato a la Presidencia de la República por el Partido Acción Nacional, en esta ocasión por los delitos de asociación delictuosa, cohecho, y lavado de dinero.

Entonces sustentaron que los millones de dólares entregados por los ejecutivos de Odebrecht, a cambio de recibir contratos, fueron depositados en cuestas en las Islas Vírgenes Británicas, y posteriormente retirados en efectivo.
Hace unos días, por ahí del 9 de octubre, la periodista Lourdes Mendoza, reveló en sus redes sociales, como plácida e impunemente, su acusador, (la señala de haber recibido una bolsa de diseñador por parte de Luis Videgaray), Emilio Lozoya, departía con amigos en un restaurante de la Ciudad de México, sin grillete electrónico, sin supervisión ministerial, libre gozando de la buena vida.

Menos de diez días después, la FGR, señalada de ser una institución al servicio de lo que fue la mafia en el poder, encarnada en este caso por Lozoya, el acusado y evidenciado por los ejecutivos brasileños de haber recibido 10 millones de dólares en sobornos, emitió el 18 de octubre de 2021, una nueva campaña mediática de persecución contra el expresidente.

En esta ocasión, el periódico Milenio dio a conocer la información, revelando que ahora la FGR, buscará imputar el delito de delincuencia organizada, tanto al expresidente Enrique Peña Nieto, como al exsecretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y también al excandidato panista a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya Cortez. Los tres, mencionados y supuestamente empapelados, en el mismo caso de Emilio Lozoya Austin.

“Tras más de un año de indagatoria en el que el Ministerio Público acusó a los involucrados en el caso de delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho, ahora la FGR recurrirá a un delito que implica cárcel forzosa y una pena que alcanza hasta los 60 años de prisión”, detallaron en Milenio.

Informaron además que el 2 de septiembre, “la Unidad de Investigación emitió un acuerdo en el que remitió a la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada la carpeta de investigación FED/SEIDF /CGI-CDMX/0000865/2020, que se inició a raíz de la denuncia de Lozoya realizada en agosto de 2020”.

A su vez, que Alfredo Higuera Bernal, titular de la Fiscalía Especializada, determinó: “esta Representación Social de la Federación considera que los hechos investigados podrían constituir alguno de los delitos de delincuencia organizada competencia de esa Fiscalía Especializada”.

La acusación, basada en los dichos de Lozoya, indica que tanto el expresidente como el exsecretario de Relaciones Exteriores, fueron quienes recibieron el soborno de Odebrecht “a través de Emilio Lozoya”, dinero mal habido que utilizaron, tanto para la campaña presidencial de 2012, como para la entrega de sobornos a legisladores, entre los que se supone está Ricardo Anaya, para aprobar las “reformas estructurales” del sexenio de Peña, particularmente la energética.

Entonces, resumiendo, en noviembre 2020 la FGR imputaría al expresidente Peña Nieto dos delitos; en agosto de 2021, otros dos, y el 18 de octubre de 2021, uno más. En total, de acuerdo a las tres veces que desde la FGR han amenazado con ir por el expresidente priista, éste ya ha acumulado cinco delitos: traición a la Patria, cohecho, lavado de dinero, asociación delictuosa, y ahora, delincuencia organizada… y sin embargo, nada sucede.

Lozoya goza de una libertad “legal, pero inmoral”, resumiría el Presidente Andrés Manuel López Obrador, Videgaray hace lo propio en el extranjero, al igual que el expresidente Enrique Peña Nieto, mientras Ricardo Anaya, se dice perseguido político y busca asilo, que no ha encontrado, en los Estados Unidos de Norteamérica.

Total, que la FGR más que procurar justicia, realiza campañas mediáticas, amenazando con la investigación y posterior aprehensión de un expresidente, pero sin dar resultados tangibles. Ahora sí, que mucho ruido y pocas nueces. A ver para cuándo Fiscal.

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