Unas siete mil personas han tenido que abandonar sus hogares debido a la erupción del volcán en la isla La Palma, la cual comenzó hace cuatro semanas y no ha parado.
Madrid, 17 de octubre (AP).— No hay indicios de que la erupción volcánica en la isla española de La Palma vaya a terminar, según indicaron las autoridades el domingo, cuatro semanas después de que comenzara el fenómeno.
El volcán en una de las Islas Canarias, al noroeste del territorio continental africano, ha destruido por ahora más de mil 800 edificios, la mayoría viviendas, aunque las rápidas evacuaciones ayudaron a evitar víctimas en la isla de unas 85 mil personas.
El Presidente de Islas Canarias, Ángel Víctor Torres, dijo que los científicos que vigilan la erupción desde el 19 de septiembre no han visto indicios de que la erupción esté remitiendo, mientras las coladas de lava siguen fluyendo hacia el mar.
“Estamos a merced del volcán”, dijo Torres a la prensa. "Es es el único que puede decidir cuándo acaba”.
Unas siete mil personas han tenido que abandonar sus hogares.
El volcán ha producido un ruido sordo constante, así como docenas de temblores menores la mayoría de los días, y ha cubierto una amplia extensión de terreno con cenizas volcánicas. La nube de ceniza mide varios kilómetros (millas) de altura.
Los vuelos a las islas han sufrido interrupciones esporádicas debido a la ceniza. Entre el sábado y el domingo se cancelaron 56 vuelos.
La roca fundida ha cubierto 754 hectáreas (casi mil 900 acres) de terreno, la mayoría terrenos rurales y de cultivo, según las últimas imágenes por satélite.
También se han perdido casi 60 kilómetros (37 millas) de carreteras.
La isla vive sobre todo del turismo y las plantaciones de plátanos. El Gobierno ha prometido millones de euros (dólares) para ayudar a reconstruir las infraestructuras dañadas.