Numerosos espectadores llamaron al número telefónico, que resultó no ser inventado para el programa. Ahora, el propietario lamenta no poder seguir con su vida normal debido a las interminables llamadas.
Ciudad de México, 30 de septiembre (RT).- La serie surcoreana El juego del calamar, que ha alcanzado rápidamente el «top ranking» de las listas de Netflix, muestra a un misterioso hombre que entrega tarjetas con un número de teléfono de ocho dígitos a la gente y les dice que llamen si quieren participar en un juego en el que los participantes arriesgan la vida para ganar una gran cantidad de dinero. Ahora, el dueño de ese número en la vida real recibe miles de llamadas y mensajes de texto al día.
Al parecer, numerosos espectadores curiosos llamaron o enviaron mensajes al número telefónico, que resultó no ser inventado para el programa, mientras que su propietario, un surcoreano de 40 años residente de la provincia de Gyeonggi, lamenta que no puede seguir con su vida normal debido a las interminables llamadas, tanto de día como de noche.
«Nunca había visto El juego del calamar, pero pensé que era solo una llamada de ‘spam’. Solo me enteré del hecho de que mi número estaba en la serie porque me lo dijo alguien que me llamó», declaró al medio surcoreano MBC, mencionando que recibe unas 4 mil llamadas al día de personas con voz de niño que dicen que también «quieren participar en el juego», agregando que la mayoría las recibe temprano en la mañana.
Tras la noticia, Huh Kyung-young, jefe honorífico del Partido Nacional Revolucionario y aspirante a la presidencia de Corea del Sur, publicó en las redes una oferta de 100 millones de wones (85 mil dólares) para comprar el número al hombre. «Me he enterado de que el propietario del número de teléfono que aparece en una tarjeta de visita en El juego del calamar está sufriendo graves daños por las llamadas de broma. Me gustaría comprar el número por 100 millones de wones», escribió.
Por otro lado, según informa el medio Hankook Ilbo, la productora de la serie se ha puesto en contacto con el propietario del número para «resolver el problema de manera amistosa».