La escritora Paula Hawkins habló sobre su más reciente novela A fuego lento, una historia en la que un crimen une la historia de tres mujeres que han sido lastimadas de diferentes maneras y que buscan el momento de reparar ese daño que se les ha hecho.
Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).– Paula Hawkins está de vuelta, luego del éxito que significó La chica del Tren, con A fuego lento (Planeta), una historia sobre los demonios del pasado que se pasean en el presente y acechan a tres mujeres, Carla, Miriam y Laura, cuyas historias se entrelazan a partir de un asesinato ocurrido en Londres, y que plantea, además, los motivos que pueden llevar a una persona que ha sufrido a cometer un crimen.
Carla, por ejemplo, enfrenta un luto por el cual no ha podido perdonar ni sanar, además de ser la tía de Daniel Sutherland, el joven asesinado en una barcaza en el Regent's canal cuyo caso da un vuelco a su mundo y al de las otras dos mujeres: Laura, una joven víctima de un pasado que no eligió y quien estuvo junto a Daniel la noche de su muerte, y Miriam, la vecina que oculta información a la policía sobre el caso.
“A mí lo que me interesa es preguntarnos si el perdón ayuda, si la venganza ayuda, bueno la venganza no ayuda, ¿pero el perdón ayuda? Eso es lo que estoy tratando de cuestionarme. Hay casos en los que simplemente ni siquiera vale la pena, en donde nadie es tan bondadoso como para poder perdonar”, comentó Hawkins en conferencia de prensa con motivo del lanzamiento de su nuevo libro.
La autora, pionera del género domestic noir, compartió en ese sentido que su novela contiene además otros temas como qué es la justicia y si la gente recibe lo que merece. “No me senté yo a escribir un libro sobre justicia y sobre si la gente recibe lo que merece, pero bueno eso es lo que resulta. También está la idea de quién cuenta la historia, de quién tiene el derecho de contar la historia, de los dueños de la historia”, compartió.
“Yo creo que en el domestic noir estamos hablando de personas ordinarias, que te encuentras en la calle, que podrían ser tus vecinos, tu familia, etcétera… yo creo que eso les gusta mucho a las personas: personas normales que han dado un giro oscuro, porque se pueden identificar con esas historias”, abundó.
Paula Hawkins es enfática en colocar al centro de la historia a sus personajes, a quienes moldea antes que a la trama misma. En ese sentido, destaca que a pesar de la diferencia de sus edades todas parten de un pasado que las persigue en el presente. Laura, por ejemplo, ve cambiada su vida a partir de un accidente que sufre de niña, Carla, que ha tenido una pérdida terrible, “ha intentado con mucho esfuerzo el perdón, pero la verdad es que no lo ha hecho nada bien” y Miriam, quien busca vengarse de un daño que recibió en el pasado, "pero que no tiene un objeto porque la persona de la que se quiere vengar no está disponible”.
En ese sentido, compartió que sus personajes surgen a partir de sus lecturas, de situaciones reales, en un proceso en el cual las imagina en un futuro: “qué pasa 10 años después si vives algo así, en qué persona te conviertes, a lo mejor no te afecta para nada, pero en su mayoría yo creo que ese tipo de eventos traumáticos pues cambian a las personas de alguna forma”.
Laura, por ejemplo, viene de una historia que le contaron sobre una mujer que había tenido un accidente y que había tenido unos cambios en su comportamiento. Miriam, en tanto, creó su personaje cuando leyó el caso de una mujer joven que estuvo en contacto cercano con una asesino serial, pero se salvó.
“Todos estamos peleando con demonios, a lo mejor a mis personajes les pasan cosas más dramáticas, porque es ficción, pero yo creo que nos podemos identificar porque tenemos algo dentro de nosotros que no está siempre molestando y que tratamos de superarlo y de vivir con ello de alguna forma”, refirió.
Hawkins expuso a su vez que la solidaridad femenina está presente en esta novela: “al principio las mujeres sienten como que están compitiendo entre ellas, tienen opiniones muy diferentes, pero conforme va avanzando la novela se empiezan a dar cuenta de que sus vidas son mucho más parecidas, sus intereses, sus metas, están más alineadas de lo que pensaban”.
“Quieres que los lectores sientan empatía hacia tus personajes y creo que así puedes transmitir tu mensaje. Finalmente, claro que soy feminista y claro que creo que son importantes los mensajes. Finalmente yo creo que se trata de los personajes, así creo que es como podemos mandar un mensaje sin decirlo”, expresó al ser cuestionada sobre la manera en la que empodera a las protagonistas de su novela.
En cuanto a la posibilidad de ver una adaptación de A fuego lento, como ocurrió con La Chica del Tren, Paula reconoció que podría ser una historia interesante en la pantalla grande, aunque indicó que en una serie se podrían desarrollar mejor los personajes.
“Yo no tengo ninguna noticia sobre si esto va a salir en el cine o una serie, pero sí me encantaría ver una adaptación”, comentó. “Siento que hay gente muy buena trabajando en la Tv., podría ser una propuesta interesante. Una serie de seis horas funciona mejor en una novela que una película, porque se pueden desarrollar más los personajes”.