“Estamos apostando a que estos dos centros contribuirán de manera proactiva en la transferencia de conocimiento y tecnología en la región”, dijo el subdirector de la OPS.
Por Gisela Salomon
MIAMI (AP) — Argentina y Brasil fueron seleccionados para albergar a los primeros centros de desarrollo y fabricación de vacunas contra el coronavirus con tecnología de ARN mensajero en Latinoamérica y El Caribe, como parte de una iniciativa que busca reducir la dependencia de suministros extranjeros y allanar el camino a una inmunización más equitativa en toda la región, dijeron el martes funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud.
“Podemos trabajar todos juntos para beneficiar a todos los países de la región”, expresó el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa. “Esto es una inversión estratégica”, destacó al efectuar el anuncio en una conferencia virtual de la organización en la que participaron ministros de ambos países y también funcionarios de la Organización Mundial de la Salud.
En el caso de Brasil fueron seleccionados el Instituto de Tecnología en Inmunobiológicos de la Fundación Oswaldo Cruz (Bio-Manguinhos/FIOCRUZ), del Ministerio de Salud de Brasil; y por Argentina fue elegida la empresa privada biofarmacéutica Sinergium Biotech.
Sinergium, a su vez, se asociará con la compañía de biotecnología mAbxience para desarrollar y fabricar los ingredientes activos de la vacuna, explicó Barbosa.
🌎 Hemos seleccionado 2️⃣ centros regionales para el desarrollo y la producción de 💉vacunas ARNm en América Latina en Argentina y Brasil, con el fin de hacer frente a la COVID-19 y a futuros desafíos de enfermedades infecciosas
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— OPS/OMS (@opsoms) September 21, 2021
La selección fue efectuada por un grupo de expertos independientes que evaluó más de 30 propuestas de países y empresas interesadas en participar en una plataforma de transferencia de tecnología de las vacunas de ARN mensajero contra el coronavirus con el fin de que los países de la región puedan asociarse y fabricar juntos dosis destinadas a toda la región.
La plataforma, una iniciativa conjunta de la Organización Mundial de la Salud y la OPS, fue lanzada en agosto en un evento con más de 200 participantes. Otra plataforma similar ya está en marcha en Sudáfrica y se espera que entre ambas colaboren.
La tecnología de ARN mensajero, conocida también como mRNA en inglés, es la utilizada en la fabricación de las vacunas Pfizer y Moderna. Se trata un nuevo tipo de vacuna con una tecnología revolucionaria, ya que no contiene ningún virus y no puede causar una infección accidental. En cambio, emplea parte del código genético para enseñar al sistema inmunológico a reconocer las proteínas presentes en la superficie del virus y lo prepara para atacarlo en caso de contagio.
La OPS dijo que pondrá a disposición de Brasil y Argentina un grupo de expertos internacionales especialistas en los diferentes aspectos del desarrollo y la producción de las vacunas, y también los acompañará en el proceso productivo y regulatorio.
“Estamos apostando a que estos dos centros contribuirán de manera proactiva en la transferencia de conocimiento y tecnología en la región”, expresó Barbosa. Lo que se busca, dijo, es “extender las capacidades productivas regionales y fortalecer una cadena de valor regional en pro de aumentar la independencia” para vacunas críticas y especialmente en casos de emergencias, como la pandemia de la COVID-19.
La idea es que no sólo se fabriquen vacunas contra la COVID-19, sino otras también, y que sean distribuidas a través del Fondo Rotatorio de Vacunas de la OPS. Para ello será necesario que los laboratorios pidan una autorización de uso de las dosis a la Organización Mundial de la Salud.
Argentina y Brasil son dos países con una larga trayectoria en la fabricación de vacunas.
Durante la pandemia el laboratorio argentino mAbxience ha producido la vacuna de AstraZeneca en cooperación con México. Asimismo, el laboratorio local Richmond produce las dosis de la vacuna rusa Sputnik V. En ambos casos el principio activo de la vacuna es importado.
Según un reporte reciente del Ministerio de Ciencia y Tecnología argentino, hay media decena de proyectos en marcha para producción local de la vacuna contra COVID, todos en fase preclínica.
La OPS no especificó cuándo empezarían a funcionar estos centros, ni cuántas vacunas fabricarán. Los funcionarios dijeron que se trata de un proyecto a largo plazo, que busca también el desarrollo de insumos farmacéuticos y médicos necesarios para la manufactura de las dosis.
“Esto no es el fin sino el principio”, consideró la directora de la OPS, Carissa Etienne, sobre los anuncios. “Necesitamos una mayor cantidad de países para ser autosuficientes”, expresó tras indicar que la vida de millones de personas resultará impactada por la iniciativa.