Los expertos que están inmersos en las gestiones y la logística para tratar de hacer llegar vacunas a los países más relegados creen que si se combinaran donaciones masivas y el levantamiento de la prohibición que han dictado algunos países a la exportación de vacunas y de algunos de sus ingredientes, una parte del problema provocado por el acceso equitativo podría resolverse.
Por Isabel Saco
Ginebra, 19 de septiembre (EFE).- Los países ricos tienen un excedente de al menos mil 200 millones de vacunas contra la COVID-19 y a pesar de eso muchos siguen cerrando contratos con farmacéuticas para recibir más dosis en los próximos meses, lo que obstaculiza los esfuerzos en favor de un acceso equitativo a estos productos, que siguen fuera del alcance de una buena parte de la población mundial.
"Hay al menos mil 200 millones de excedentes de dosis en los países ricos, que podrían ser bien utilizados. Pedimos a esos países que intercambien con Covax y con la Unión Africana sus lugares en las filas de producción de modo que al fin podamos acceder a las dosis que corresponden a los pedidos que hemos hecho", dijo a Efe el director responsable de Países y Asuntos Gubernamentales de la alianza para las vacunas GAVI, Santiago Cornejo.
Covax es el mecanismo que creó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con GAVI en abril de 2020, cuando apenas empezaban los ensayos de las vacunas pero ya era claro que una vez que estuviesen listas los países con capacidad de negociación y de pago las acapararían y dejarían muy poco para el resto del mundo.
Lo que la OMS temía ocurrió y mientras los países desarrollados tienen guardados cientos de millones de vacunas y empiezan a ofrecer uno tras otro una tercera dosis a sus poblaciones, apenas el 5.8 por ciento de la población de África ha recibido la primera, según los datos más recientes que maneja GAVI.
¿CÓMO RESOLVER EL PROBLEMA?
La semana próxima se celebrará en Nueva York el segmento de alto nivel de la Asamblea General de la ONU y su presidente, el Embajador de Maldivas, Abdulá Shahid, ha dicho que planea convocar a una reunión con líderes y expertos para discutir sobre la forma de cerrar la brecha en el acceso a las vacunas.
Sin embargo, las miradas están puestas en una cumbre que estaría preparando el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también la próxima semana con otros mandatarios que estarán en su país para la reunión de la ONU.
Según se ha filtrado, Biden presentaría en la cumbre una serie de objetivos muy ambiciosos para extender la vacunación hasta el 70 por ciento de la población mundial de aquí a un año.
Los expertos que están inmersos en el día a día de las gestiones y la logística para tratar de hacer llegar vacunas a los países más relegados creen que si se combinaran donaciones masivas y el levantamiento de la prohibición que han dictado algunos países a la exportación de vacunas y de algunos de sus ingredientes, una parte del problema podría resolverse.
Para una solución más completa también sería necesario que las farmacéuticas aceptaran priorizar los pedidos de Covax por encima de los acuerdos con países que ofrecen pagar más por las vacunas.
"Entre las mayores prioridades está terminar con todas las prohibiciones a las exportaciones, en particular la del Gobierno de India a sus productores y persuadir a los fabricantes a aumentar sus entregas a Covax y a la Unión Africana, y no dejarlas de lado por otros contratos más lucrativos", explicó Cornejo.
PRODUCCIÓN SUFICIENTE PERO DISTRIBUCIÓN DESIGUAL
Los científicos aseguran que la desigualdad en el acceso a las vacunas es una de las causas principales de la continúa aparición de variantes del coronavirus que son más contagiosas y en ciertos casos pueden causar una enfermedad más severa.
Las farmacéuticas han hecho público que hasta ahora han producido cerca de ocho mil millones de dosis de vacunas, que llegarán a 12 mil millones a finales de año y a 24 mil millones a mediados de 2022.
"La pregunta que deberíamos hacerles a los productores y a los donantes es ¿dónde están esas dosis y cómo pueden llegar a la gente que las necesita?", dijo el directivo de Covax entrevistado por Efe.
Parte de la respuesta está en las órdenes que siguen pasando varios países ricos, como Estados Unidos, que en julio pasado cerró un nuevo acuerdo con Pfizer/BioNTech para la compra de 200 millones de dosis adicionales que recibirá entre octubre y abril próximos.
Se suman a los 500 millones que ya compró a esta misma compañía, y de otros acuerdos con Moderna y Jonhson & Johnson.
AJUSTE DE OBJETIVOS
Covax ha distribuido 280 millones de dosis a 141 países, de los cuales 76 millones han ido para África y cerca de 45 millones para América Latina y el Caribe, donde el 58 por ciento de la población ha recibido una dosis y el 35 por ciento está completamente vacunado, aunque aquí se repite el problema de la disparidad entre un país y otro.
Vistas todas las dificultades que han surgido para una vacunación justa a nivel mundial, Covax ha reconocido que no podrá entregar este año a los países en desarrollo los dos mil millones de dosis que había proyectado.
El programa indicó que sólo dispondrá de mil 400 millones, lo que ha hecho que reduzca su objetivo de garantizar la inmunización del 40 por ciento de la población de todos los países más pobres antes de que finalice 2021.
El objetivo actual es del 20 por ciento, lo que permitiría cubrir a todos los grupos más vulnerables.
"El número de dosis entregadas aumenta cada semana, pero el éxito dependerá de varios factores. Si no se levantan las prohibiciones a las exportaciones, si las farmacéuticas no cumplen sus promesas de apoyar a Covax y siguen atendiendo a una pequeña parte del mundo, ese porcentaje estará en riesgo", advirtió Cornejo.