Basada en el clásico de ciencia ficción de 1965, Dune es una historia heroica de un duque en ascenso, luchas de poder intergalácticas, una especia preciosa y gusanos espaciales letales, y ha inspirado y superado a algunos de los mejores cineastas.
VENECIA, 3 de septiembre (AP).— La adaptación de Denis Villeneuve de Dune de Frank Herbert siempre se concibió como dos películas. Pero incluso si no hubiera una secuela, ya es un “sueño” hecho realidad para el director canadiense y su protagonista, el actor Timothée Chalamet.
“En pocas palabras, este fue el honor de mi vida”, dijo Chalamet el viernes en el Festival de Cine de Venecia. “Espero que podamos hacer una segunda. Sería un sueño ... (pero) ya ha sido un sueño hecho realidad”.
Chalamet, Villeneuve, Zendaya, Oscar Isaac, Rebecca Ferguson, Josh Brolin y Javier Bardem se reunieron para discutir la película en una rueda de prensa antes de su estreno mundial en el Lido. No debuta como parte de la competencia, pero es una de las cintas más esperadas del año después de un largo retraso debido a la pandemia de coronavirus.
Basada en el clásico de ciencia ficción de 1965, Dune es una historia heroica de un duque en ascenso, luchas de poder intergalácticas, una especia preciosa y gusanos espaciales letales, y ha inspirado y superado a algunos de los mejores cineastas. Chalamet interpreta al joven héroe, Paul Atreides, que está siendo preparado para liderar cuando su familia se entera de que deben gobernar y proteger el hostil planeta desértico Arrakis, hogar del recurso más valioso del universo.
Aunque es una historia que ha inspirado a muchas mentes creativas, también las ha superado. Alejandro Jodorowsky intentó adaptarla en la década de 1970, pero luego de años de desarrollo y un guion que habría resultado en una película de 14 horas, se acabó el dinero y finalmente caducaron los derechos. La casi película incluso se convirtió en el tema de un documental de 2013, Jodorowsky’s Dune. Ridley Scott pasó siete meses desarrollando otra versión antes de abandonarla para hacer Blade Runner en su lugar. Entonces intervino David Lynch. Su película, protagonizada por Kyle MacLachlan y estrenada en 1984, fracasó en la taquilla y no impresionó a los críticos.
Pero Villeneuve, el director detrás de épicas espaciales ambiciosas y cerebrales como Arrival y Blade Runner 2049, no se detuvo ante los escombros anteriores. Villeneuve tenía su propia visión que había estado soñando desde que descubrió el libro cuando era un adolescente. Y con el apoyo de Legendary y Warner Bros., unos 165 millones de dólares a su disposición, la promesa de una secuela y un año extra para perfeccionarla como resultado de la pandemia, Villeneuve hizo su Dune. Y ahora está listo para poner al resto del mundo bajo su hechizo también.
El mayor desafío, bromeó, fue “lidiar y dominar” el pelo de Chalamet “porque está vivo”. En realidad, lo más complicado fue encontrar un equilibrio entre hacer una película para los fanáticos acérrimos de Dune, como lo son él y el compositor Hans Zimmer, y aquellos que no saben nada al respecto.
La historia, que lidia con religión, política, mito, destino, herencia, deterioro ambiental y colonialismo, dijo Villeneuve, solo se ha vuelto más relevante.
“Cuando Frank Herbert escribió Dune en los años 60, en ese entonces era como un retrato del siglo XX, pero se convirtió cada vez más en una predicción de lo que sucedería en el XXI”, dijo. “Lamentablemente, el libro es mucho más relevante hoy en día... Ojalá no fuera así, pero creo que la película le hablará más al mundo de hoy que al de hace 40 años”.
Para los actores, fue más que un espectáculo de ciencia ficción: fue una experiencia cerebral y emocional. Isaac, en el papel del padre de Paul, a menudo contemplaba el peso de interpretar a un personaje que marcha a sabiendas hacia su desaparición. Como Lady Jessica, la madre de Paul, Ferguson disfrutó de la tensión entre ser madre y ser devota de su antigua religión.
Chalamet dijo que se apoyó en todos los miembros del elenco en algún momento en busca de apoyo emocional, y uno de los vínculos más significativos fue entre el astro y el director.
“Tuvimos una comunicación sólida y una relación ideal”, dijo Chalamet, cambiando un poco al francés.
“Confié en Timothee desde el principio del rodaje”, dijo Villeneuve, también en francés. “En la oportunidad de trabajar con Charlotte Rampling, tenía miedo al principio, pero todo salió a la perfección... Ahí entendí su poder como actor... lloré por su habilidad para interpretar al personaje. Estoy seguro de que no me equivoqué al elegirlo”.
Zendaya tiene un papel más pequeño en la película, en términos de tiempo en pantalla y días en el set de rodaje, pero su personaje se volverá más central si se llega a dar una secuela.
“Fue intimidante y aterrador, pero tan pronto como llegué allí, sentí tanta calidez y aceptación”, expresó. “Estuve allí solo unos días, pero muy rápidamente me sentí como parte de una familia (y) agradecida de ser una pieza de este rompecabezas realmente hermoso que es Dune”.
Dune se estrenará el 22 de octubre simultáneamente en cines y HBO Max, como todas las películas de Warner Bros. en 2021, aunque Villeneuve espera que el público busque la experiencia cinematográgica si resulta seguro hacerlo.
“Fue soñada, diseñada y filmada pensando en IMAX”, dijo el director. “Es una experiencia física. Tratamos de diseñar una película que fuera lo más inmersiva posible. Para mí, la pantalla grande es parte del idioma”.
Aún está por verse si el público responderá o no, pero Brolin dijo que un superfan cuarentón de Dune ya le ha dado un voto de confianza.
Brolin contó que, cuando los créditos comenzaron a rodar en una proyección, hubo un breve silencio y entonces el hombre “comenzó a gritar a todo pulmón y dijo ’¡eso es lo que vi, eso es lo que vi de niño!”.