El director general de Investigación de Responsabilidades Administrativas del Tribunal Electoral, Rommel Moreno Manjarrez, denunció represalias por haber investigado al Magistrado Felipe Fuentes Barrera quien se presume que hizo mal uso de los recursos materiales de esta instancia.
Ciudad de México, 2 de septiembre (SinEmbargo).– Felipe Fuentes Barrera, hasta hoy presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pretende despedir al funcionario que investigó el uso indebido de los talleres de la institución para restaurar al menos cinco automóviles de colección propiedad del mismo Magistrado.
En una carta enviada a los integrantes del Comisión de Administración de Consejo de la Judicatura Federal, Loretta Ortiz Ahlf, Bernardo Bátiz y Jorge Antonio Cruz Ramos, el director general de Investigación de Responsabilidades Administrativas del TEPJF, Rommel Moreno Manjarrez, les informa de las represalias de Barrera Fuentes contra él por hacer su trabajo.
Moreno Manjarrez informa en su carta, de la que SinEmbargo tiene copia, que inició la investigación a partir de una queja que recibió de manera anónima sobre posibles faltas administrativas de servidores públicos del TEPJF relacionada con la restauración de cinco automóviles propiedad de Fuentes Barrera.
A la queja anónima siguió la publicación sobre mismos hechos de una nota en el diario El Universal, del 5 de mayo —él dice erróneamente que fue en Reforma—, en la que se establece que la restauración de los vehículos se realizó en cuatro años con un costo de un millón 778 mil 500 pesos, aunque él aseguró que él los pagó de su bolsillo.
Cuando estaba en curso la investigación, cuenta Moreno Manjarrez, otro Magistrado, Felipe de la Mata Pizaña, le ordenó entregarle todo el expediente que había integrado, incluido lo relativo “a la evolución del patrimonio o bienes del Magistrado” Fuentes Barrera, y le prohibió continuarla porque ahora lo harían los magistrados.
Según el escrito de Moreno Manjarrez, el 21 de junio envió el expediente a Mata Pizaña y fue hasta el 10 de agosto cuando Barrera Fuentes —electo ese día como presidente interino del TEPJF— lo citó en su despacho para reprenderlo sobre la investigación que hizo sobre el uso del taller y exigirle su renuncia.
“Siendo las 14:00 horas de esta misma fecha, fui recibido en la oficina del Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera, en la Sala Superior, quien inmediatamente que se percató de mi presencia tuvo un trato sumamente descortés e irrespetuoso, cuestionándome y diciéndome de manera prepotente las cuestiones siguientes:
“a) Preguntando si el reporte contenía todas las investigaciones en curso a cargo del área. b) Inquiriendo por qué razones tenía esa cantidad de investigaciones y si es que acaso no tenía autonomía para resolverlas. c) Preguntando cuántos éramos en el área y por qué éramos tan ineficaces. d) Cuestionando por qué razones le había dado entrada a una denuncia anónima en su contra. e) Preguntando por qué motivos lo había investigado y había solicitado sus declaraciones patrimoniales. f) Exigiéndome de manera muy alterada y hostil mi renuncia por haberlo investigado”.
Expone Moreno Manjarrez: “Debo precisar que ante sus cuestionamientos mi primera actitud fue de calma, contestándole que efectivamente el reporte contenía todas las investigaciones en curso, que las mismas se habían incrementado en los últimos tiempos en razón del conocimiento que se tenía del área por parte del personal del Tribunal y de la conflictividad misma que existe en el Tribunal Electoral”.
Añade: “Asimismo, le precisé que somos un área pequeña, con solamente 7 integrantes presenciales (1 vacante), incluyendo chofer y secretaria, pero que, sin embargo, se tenían al día los asuntos y varias investigaciones en análisis para su resolución. En cuanto a la denuncia anónima, le mencioné que tanto la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación como la Ley General de Responsabilidades Administrativas posibilitan la recepción de denuncias anónimas y que en ningún momento se le había investigado a él o a alguna de las Magistraturas de la Sala Superior, sino a servidores públicos de rango inferior, conforme a las atribuciones del área”.
Puntualiza: “Respecto al porqué había solicitado sus declaraciones patrimoniales, le manifesté que se solicitó diversa información atinente al esclarecimiento de los hechos, pero no en busca de fiscalizar su patrimonio, sino de verificar el cumplimiento de atribuciones y funciones por parte de otros servidores públicos a quienes correspondía dicha fiscalización”.
Y ante la exigencia de renuncia de Fuentes Barrera, el funcionario le respondió que él no podía pedírsela:
“Finalmente, tratándose del requerimiento que hizo de demandar mi renuncia al cargo de director general, le manifesté de la manera más cordial y respetuosa, guardando las formas debidas, que mi nombramiento y remoción correspondían a la Comisión de Administración”.
La reunión terminó de mala manera:
“Ante ello, el Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera me dijo que entonces presentaría la solicitud de mi remoción ante la Comisión de Administración, sin precisar los argumentos o razones para ello, a lo cual contesté que estaría atento a lo que ese Órgano Colegiado determinara en última instancia y retirándome de la presencia del Magistrado”.
En la carta enviada a Ortiz Ahlf, Bátiz y Cruz Ramos, Moreno Manjarrez les pide que, en su calidad de integrantes de la Comisión de Administración, estén enterados de los hechos y de la renuncia que solicita el Magistrado presidente del TEPJF:
“No pasa desapercibido, además, que amén de no atender a los acuerdos de tipo político a que llegaron las Magistraturas, se percibe en la actitud del Magistrado un cierto encono y molestia por haber investigado conductas irregulares en el manejo del taller institucional en las que posiblemente él tuvo intervención y que están siendo investigadas por sus pares en la Sala Superior del propio Tribunal Electoral”.
