Directora de su propia firma inmobiliaria, Karla asegura que realizar una mudanza de ciudad es un cambio muy fuerte y determinante, por lo que es muy importante tomar la mejor decisión, siempre pensando en mejorar la calidad de vida.
Por Luis Carlos Sáinz
Tijuana, 30 de agosto (Zeta).-- La pandemia del coronavirus ha transformado todos los sectores y la vida de los mexicanos, entre ellos el mercado de bienes raíces, reconoce la asesora inmobiliaria, Karla Ruiz Cabrera.
La aparición de la COVID-19 ha motivado que algunos habitantes de las grandes ciudades empiecen a buscar nuevos espacios dónde vivir y “que les puedan aportar más metros, con mejores espacios y calidad de vida”.
Karla Ruiz destaca que el fenómeno de salud pública ocasiona procesos de transformación y nuevas tendencias en el mercado inmobiliario, ya que “la gente se ubicaba más cerca de su trabajo por practicidad”.
“Actualmente con la tecnología y toda la evolución que hemos tenido podemos trabajar remotamente desde cualquier parte. Las casas se convirtieron escuela, en oficina, en centro laboral y los hogares de todo el mundo no estaban preparados para esto”, señaló la experta.
La nueva tendencia es que un sector poblacional salga de las grandes ciudades y busque sitios más tranquilos que ofrezcan buenas condiciones de seguridad, economía, ubicación y educación, entre otros aspectos.
“Uno de los portales de renta y venta de bienes raíces, señala que tras la pandemia, la búsqueda de inmuebles a nivel nacional ha subido un 37 por ciento. Y al 51 por ciento de los encuestados le gustaría hacer un cambio de casa”, compartió Ruiz Cabrera.
Sobre las ciudades y estados que pueden ser las mejores opciones, la asesora refiere que “el Times dice que la mejor ciudad para vivir es La Paz, Baja California Sur, y Puerto Escondido, Oaxaca, según los extranjeros”.
“Depende el estilo de vida que busques. Otro parámetro, por ejemplo, Querétaro, nos dice Mitofsky, que es la mejor ciudad para vivir. Financial Times coincide en que es de las mejores ciudades del futuro”, referenció la entrevistada.
En general, México es un lugar maravilloso donde vivir “y definitivamente no quiero descartar, ni apuntar a ningún estado, porque todos tienen bondades y puntos a mejorar; sin embargo, la tendencia es el sur, como Mérida, Yucatán.
Karla Ruiz advierte que la industria de la construcción tiene 31 meses con números bajos, incluso desde antes de la pandemia, y es un mercado que se ha visto fuertemente golpeado; pero está activo y se ha tenido que reinventar.
“Hay un incremento muy fuerte en los precios; por ejemplo, la varilla subió un 100 por ciento, igual otras materias primas. Y esto nos trae precios muy altos”, reconoció la mujer que tiene su oficina en Querétaro.
Por otra parte, se registra el boom de las remodelaciones, dice Ruiz Cabrera. “Como la gente pasa tanto tiempo en casa, se ha esforzado por dar mantenimiento y adecuar sus espacios, por lo que se ha disparado el mercado de la madera, por ejemplo”.
“Tenemos precios más altos, pero también tenemos oportunidades, pues dadas las circunstancias económicas, la gente está empezando a bajar de precio sus inmuebles, entonces, esto también da una buena oportunidad, para que la gente que tiene un guardadito se haga de una buena propiedad a muy buen precio”, opinó.
Adquirir una propiedad ya construida siempre será mejor opción que construirla. “Según Cristiano Teteshita, CEO de Tudepa, una encuesta destaca que, el 70 por ciento de las personas tienen intención de comprar vivienda, el 17 por ciento tiene intención de rentar, y el 13 por ciento tiene intención de construir”.
En el tema de arrendamiento “La gente que tiene propiedades en renta y que vive de sus rentas han encontrado un panorama difícil, porque mucha gente se ha quedado sin trabajo, ha tenido que entrar a renegociar sus forma de pago y su monto”.
Sin embargo, señaló Karla Ruiz, el sector más golpeado de este sector es el de las oficinas, que de un 100 por ciento solo se está ocupando un 30 por ciento.
“Ante este panorama las grandes constructoras y dueños de edificios de oficinas están cambiando y haciendo nuevos proyectos de inversión para convertirlos en departamentos. En habitacional. No tiene opción”, indicó.
Hay que buscar nuevas vías de proyección para estos edificios, expresa Ruiz. “A lo mejor hay que proyectar desarrollos de usos múltiples para ver qué es lo que la gente está dispuesta a necesitar, en donde puedan encontrar todo y no tengan que transportarse tan lejos”.