Para Aparicio, el cine ha cumplido la función de "impactar la vida de las personas en un tema social tan grande y ha deja una semillita en las personas (...) aunque un cambio social lleva mucho tiempo".
Ciudad de México, 19 de agosto (EFE).- La actriz mexicana Yalitza Aparicio, señaló este jueves que el rechazo y la discriminación contra la población indígena en México, en especial hacia las mujeres, ha ido cambiando en los últimos años pero este cambio sucede lentamente.
"Llevamos un avance algo lento pero siempre he dicho que es mejor avanza poco a poco que estar varados", señaló Aparicio, de 27 años y quien participó en una clase magistral sobre mujeres y juventudes indígenas en la economía creativa.
"Ha sido increíble ver como la sociedad mexicana ha ido reaccionando ante este tema (...) y si va cambiando, algo lento, pero vamos avanzando", agregó la actriz en el encuentro promovido por la oficina de la Unesco en México, en colaboración con el canal de televisión Lifetime y la privada Universidad Anáhuac.
Contó que para ella resultó sorpresivo ver todo el debate en la sociedad mexicana que provocó su participación en la película Roma (2018).
"Fue duro y fuerte lo que me tocó vivir, pero fue más duro descubrir que en nuestra propia casa desconocíamos sobre las comunidades indígenas y la rechazábamos de manera cruel", apuntó.
Contó que afortunadamente, el cine ha cumplido una función, en este caso, de "impactar la vida de las personas en un tema social tan grande y ha deja una semillita en las personas (...) aunque un cambio social lleva mucho tiempo".
Aparicio participó este jueves en la plática junto con su colega Sótera Cruz, de 17 años, quien al igual que Yalitza, nació en el estado de Oaxaca.
Ambas actrices protagonizaron sendas películas interpretando a mujeres indígenas del estado de Oaxaca, en el caso de Cruz en la cinta El ombligo de Guie'dani (2018), ópera prima del director Xavi Sala.
La historia en la que actuó Cruz es la de una niña y su madre, originarias de una comunidad indígena de Oaxaca, que viajan a Ciudad de México para laborar como trabajadoras domésticas de un familia acomodada.
"La película me hizo consciente de lo que las trabajadoras domésticas indígenas viven", dijo Cruz, quien defendió y mostró orgullosa de las expresiones artísticas y culturales de la región del Itsmo de Tehuantepec (Oaxaca).
Sobre la representación indígena, a veces estereotipada en los medios de comunicación, Aparicio consideró que los medios debería mostrar a esa población "tal cual, como seres humanos, porque muchas veces nos llevan a otro punto y más allá de motivarnos dan un mensaje contrario ya que nos siguen mostrando en imágenes idealizadas".
La actriz originaria de Tlaxiaco, Oaxaca, quien estudió para ser maestra, recibió duras críticas y halagos del público y gente de la industria tras su participación en Roma.
Además de haber sido señalada de forma racista en diversas ocasiones, Aparicio fue atacada por no estudiar actuación, pero ella se ha mantenido presente como activista e impulsora de los derechos de las mujeres, y actualmente es embajadora de buena voluntad de la Unesco.
La actriz también cuenta con un canal de Youtube en el que muestra una cara personal y poco conocida de ella, que le ha servido como plataforma para dar a conocer su cultura, el talento de mujeres indígenas y hablar de temas sociales.