El ruso de 36 años fue capturado en el aeropuerto de Guarulhos en São Paulo, con 294 animales salvajes, incluyendo ranas, lagartos, serpientes, arañas, cucarachas y escorpiones, el pasado 20 de enero.
Por Juan Diego Cárdenas
Ciudad de México, 1 de agosto (InsightCrime).- Hay una cualidad crucial para cualquier traficante exitoso de vida silvestre: tenacidad. Y Kirill Kravchenko lo tenía en abundancia. Hizo dos intentos separados, con seis meses de diferencia, de escaparse de Brasil mientras cargaba con cientos de serpientes, arañas, escorpiones y más.
Una reciente investigación realizada el 20 de julio por el medio de comunicación brasileño UOL, reveló las aventuras de Kravchenko. El 20 de enero, el ciudadano ruso de 36 años fue capturado en el aeropuerto de Guarulhos en São Paulo, con 294 animales salvajes, incluyendo ranas, lagartos, serpientes, arañas, cucarachas y escorpiones. Fue puesto a bordo de un vuelo a St. Petersburg en Rusia.
Había llegado al país sólo dos semanas antes y había hecho un largo viaje por los estados centrales y meridionales de Santa Catarina, Rio Grande do Sul y Mato Grosso. Las autoridades lo habían rastreado gracias a sus registros de alquiler de coches.
Kravchenko fue detenido pero se le permitió salir libre después de que le confiscaran su pasaporte y celular.
SP mantém preso russo tido maior traficante de animais silvestres do mundo https://t.co/s2FHxc8MlP
— UOL (@UOL) July 20, 2021
Pero, tan tenaz como era, Kravchenko no estaba a punto de rendirse. Consiguió un nuevo teléfono y tarjetas de crédito, se llenó de más animales y planeó un viaje de paso a la frontera. Esta vez se dirigía a Foz do Iguazú, una ciudad brasileña en la frontera con Paraguay. No llegó muy lejos.
La policía lo había estado siguiendo y lo detuvo el 17 de junio en un hotel en Río de Janeiro con otras 320 criaturas en su equipaje, incluyendo ranas, arañas, lagartos, escorpiones y escarabajos.
Fue acusado en un tribunal de São Paulo, el 5 de julio, por intento de tráfico de animales y asociación criminal, entre otros delitos.
Las actividades de tráfico de vida silvestre de Kravchenko en Brasil se remontan a 2017, cuando fue capturado en Ámsterdam después de volar desde São Paulo, de nuevo con lagartos, serpientes, ranas y cucarachas en sus maletas.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
Más allá de la tenacidad de Kravchenko, cabe destacar que se especializó en el tráfico de insectos, anfibios y arácnidos. Evitó las aves exóticas y los mamíferos, las especies más traficadas de Brasil.
El tráfico de insectos ha cobrado gran atractivo, pues coleccionistas de todo el mundo pagan hasta 60 mil dólares por especie de mariposas y mil 100 dólares por arañas.
Un antiguo investigador de Felca, organización no gubernamental colombiana que lucha contra el tráfico de animales, dijo a InSight Crime que las ranas exóticas pueden venderse hasta en mil euros (mil 180) por ejemplar en Europa.
Kravchenko también tenía un nicho específico, pues vendía especies exóticas a Rusia, un país donde el tráfico de animales ha sido un problema histórico. El país endureció sus leyes contra esta economía criminal en 2013, pero estas en su mayoría estaban dirigidas a combatir el tráfico interno.
PRF prende biólogo russo por tráfico de animais; suspeita é de biopirataria https://t.co/X9CB9qJWaX #G1Rio
— G1 - Rio (@g1rio) June 18, 2021
Se han hallado varias conexiones de tráfico entre Brasil y Rusia, que incluyen el envío de peces exóticos por correo.
Y es muy probable que Kravchenko haya creído que se libraría de ser judicializado. Fue la escala de sus repetidos intentos lo que eventualmente motivó su acusación.
Una investigación publicada por Mongabay en 2016 reveló que los traficantes de vida silvestre por lo general reciben sentencias mínimas cuando no son sobreseídos por los jueces.
El caso de Sergeevich también mostró la facilidad con que se recolectan animales para el tráfico en Brasil. Su modus operandi consistía en viajar a diferentes regiones, donde seguramente se ponía en contacto con cazadores o ladrones locales. Cuando aquellos habían recolectado los especímenes, Kravchenko los transportaba y preparaba para el traslado.
Su trabajo puede haberse facilitado con la pandemia de COVID-19, pues el tráfico de vida silvestre experimentó un auge en Brasil, al ser usado como medio de subsistencia por muchas personas en el país.