Un estudio publicado en Scientific Reports alerta sobre la necesidad de mantener las restricciones (uso de cubrebocas y distancia social) a pesar de la vacunación para evitar variantes que puedan escapar de las vacunas.
Viena, 30 jul (EFE).- El riesgo de que aparezcan «mutaciones escapistas» del coronavirus, es decir, resistentes a la protección que da una vacuna anticovid, aumenta a medida que avanza la inmunización de la población, advierte un estudio científico presentado este viernes en Austria.
Los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología (IST), con sede cerca de Viena, aseguran que es necesario seguir manteniendo las «medidas no farmacéuticas» contra la pandemia.
Se refieren así al uso de mascarillas y al respeto de la distancia física entre las personas, para evitar la aparición de cepas escapistas.
En este sentido, el estudio de IST aconseja a las autoridades sanitarias de todo el mundo replantearse las medidas actuales para combatir la pandemia de la COVID-19.
PROCESO DINÁMICO
«La aparición de variantes resistentes a las vacunas puede producirse con demasiada rapidez como para que los actuales procesos de vacunación puedan paliar las consecuencias sanitarias, económicas y sociales de la pandemia», advierten los científicos en un comunicado.
En la investigación, cuyos resultados fueron presentados este viernes en una rueda de prensa online y publicados en la revista especializada Scientific Reports, el equipo dirigido por Fyodor Kondrashov y Simon Rella estudió la probabilidad de propagación de las variantes escapistas en diferentes condiciones.
La principal conclusión parece paradójica a primera vista, pues el riesgo de que la pandemia vuelva a estar fuera de control debido a cepas resistentes sería especialmente alto cuando más de la mitad de la población está vacunada.
Según Kondrashov, si bien «es difícil de predecir» la evolución futura, sí «se puede afirmar claramente» que es más probable que un patógeno como el virus SARS-CoV-2 desarrolle una mutación que supere una defensa inmunitaria creada mediante la vacunación si se le dan tantas oportunidades como sea posible para hacerlo.
Uso de mascarilla y distanciamiento deben seguir siendo medidas obligatorias hasta no lograr vacunación masiva global 🖋Rates of SARS-CoV-2 transmission and vaccination impact the fate of vaccine-resistant strains | Scientific Reports https://t.co/NkJiXJGpKq
— Henry Sossa (@hsossa) July 30, 2021
MINIBIORREACTOR O CRIADERO
Cada persona infectada a través del proceso pandémico «es como un minibiorreactor o un «minicriadero» de una nueva variante, destacó Rella.
Esta situación no merma el papel de las vacunas, que no dejan de ser «nuestra mejor opción» para prevenir la COVID, añadió el investigador ruso.
Pero también resaltó la importancia de que las campañas de inmunización de la población se desarrollen «de la forma más rápida y amplia posible, y a escala mundial».
Los cálculos mostraron que el momento en el que es más probable que se imponga como dominante una variante escapista del virus es cuando se había vacunado por completo a cerca del 60 por ciento de una población simulada de 10 millones de personas.
MASCARILLAS Y CUBREBOCAS
Por eso, lo más recomendable es que las personas vacunadas continúen aplicando medidas preventivas, como el uso de mascarillas protectoras que cubren boca y nariz, o el mantenimiento de una distancia física razonable con otras personas, hasta el fin de la campaña de vacunación.
«Nuestro modelo también muestra que si la campaña de vacunación está cerca de su conclusión y se mantienen las intervenciones no farmacéuticas, existe la posibilidad de que las mutaciones resistentes a la vacuna se eliminen completamente», dijo Rella durante la presentación .
Las medidas preventivas no sólo tienen sentido para evitar la propagación del virus, sino que también protegen al individuo, ya que «siempre es posible» que una persona vacunada se contagie con una variante resistente que no había sido aún detectada, concluyó el joven investigador.