Cuba atraviesa una fuerte crisis económica en la que se mezcló la paralización de la economía por la pandemia de la COVID-19 y los gastos asociados a su combate, la falta de productividad local y las sanciones de Estados Unidos que arreciaron en los cuatro últimos años.
LA HABANA, 29 de julio (AP) — Cuba entregará a las familias las donaciones internacionales de alimentos recibidos mediante la libreta de abastecimiento que cada persona tiene en la isla para que sea transparente y equitativo, dijeron el jueves las autoridades.
La decisión busca descomprimir la tensa situación de carencias de víveres y medicinas en la isla, que se agudizó en los últimos meses, al tiempo que arreció la pandemia del nuevo coronavirus.
En un reporte publicado este jueves en el portal oficial Cubadebate, la Ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, informó que los productos donados al país serán entregados de manera gratuita a la población y el Estado asumirá los gastos de transportación y logística.
Arroz, granos, pastas y azúcar comenzarán a estar a disposición a partir del 30 de julio y su entrega se anotará en la cartilla que cada familia o persona posee. Estas libretas de abastecimiento se crearon en la década de los 60 para garantizar equidad y proveen a los hogares de insumos esenciales, incluyendo aseo para unos 15 días. El resto debe ser adquirido en las tiendas, sean en las de moneda nacional —donde hay poca variedad— o en las de dólares, un mecanismo al que no todos tienen acceso.
La entrega de los donativos no sustituirá a la canasta mensual —que fue reforzada este mes hasta diciembre— con varias libras de arroz, el producto básico de la dieta cubana.
Además de los módulos previstos en cada provincia, se distribuirán mercancías extras, como por ejemplo la occidental Pinar del Río, donde se darán carnes en conservas y se destinará harina de trigo para la producción de galletas, o La Habana, donde se destinará la leche, priorizando a la población mayor de 65 años.
Cuba atraviesa una fuerte crisis económica en la que se mezcló la paralización de la economía por la pandemia de COVID-19 y los gastos asociados a su combate, la falta de productividad local y las sanciones de Estados Unidos que arreciaron en los cuatro últimos años.
El 11 y 12 de julio se produjeron manifestaciones en varios puntos de la capital y de las provincias. Fueron encabezadas por miles de personas hartas de colas, carencias y apagones, mientras otros grupos afines salieron a defender al gobierno. Algunas protestas terminaron en vandalismo.
Cuba ha estado recibiendo el apoyo de grupos de solidaridad y países amigos.
El fin de semana llegaron 88 toneladas en dos aviones de parte del gobierno de Rusia que contenían alimentos como harina de trigo, aceite y cárnicos, así como insumos médicos --mascarillas faciales y desechables--. La entrega se sumó a otra realizada por Moscú en el mes de abril.
México, por su parte, envió varios barcos, incluyendo uno con combustible que se esperan para los próximos días.
Mientras, desde organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos, Canadá, Argentina e Italia se sumaron donativos de materiales médicos como jeringuillas para apoyar la campaña de vacunación que la isla desarrolla con sus propios antígenos, Soberna 02 y Abdala.
Cuba atraviesa el peor mes de la pandemia y el martes fue detectado un récord de más de 9 mil contagios diarios. Desde su inicio en marzo de 2020 acumula 366 mil 985 casos de COVID-19, de los cuales fallecieron 2 mil 628 personas.