Conforme avanzan las campañas de vacunación, aparecen más casos de personas inoculadas que enferman de COVID y, en el peor de los casos, terminan hospitalizadas o fallecen. Estos casos despiertan dudas sobre la efectividad de las vacunas, por lo que dos expertos explican a detalle por qué hay que seguir confiando en las vacunas y no alarmarse.
Por Jose Manuel Jimenez Guardeño
Investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas, King's College London
Ana María Ortega-Prieto
Postdoctoral research associate, King's College London
Madrid, 22 de julio (The Conversation).- A partir de ahora veremos noticias con titulares diciendo que la mayoría de los hospitalizados por COVID-19 son personas completamente vacunadas con las dos dosis. Esto es algo que, a primera vista, puede generar confusión y generar más preguntas que respuestas:
¿Significa esto que las vacunas no funcionan?
¿Voy a estar más seguro si no me vacuno?
¿Estamos ante un efecto adverso provocado por las vacunas como la ya famosa potenciación de la infección dependiente de anticuerpos o ADE?
La respuesta a todas estas preguntas es que no. Las vacunas funcionaban hace meses, funcionan ahora y todo apunta a que seguirán funcionando al menos en un futuro próximo.
Las personas vacunadas van a estar más protegidas que las no vacunadas y no hay ningún indicio de ADE.
De hecho, lo que todo esto significa es que estamos vacunando mucho y que siempre hay que leer más allá del titular.
¿POR QUÉ DICEN QUE HAY MÁS HOSPITALIZADOS VACUNADOS QUE NO VACUNADOS?
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la mayoría de las personas hospitalizadas por COVID-19 son personas que pertenecen a grupos de riesgo, principalmente personas mayores de 60 años. De hecho, esta es la principal razón por la que estos grupos son precisamente los primeros en recibir las distintas vacunas.
Por lo tanto, en el momento actual nos encontramos con el escenario en el que la mayoría de estas personas en grupos de riesgo se encuentra ya completamente vacunadas.
Teniendo en cuenta esto, y para explicar qué ocurre, vamos a usar un simple modelo con números hipotéticos para facilitar las cosas.
Imaginemos un país con 36 personas pertenecientes a grupos riesgo donde el 91 por ciento de estas personas ha recibido las dos dosis de la vacuna y el 9 por ciento no se ha vacunado.
En azul vemos a las personas vacunadas, y en rojo a los no vacunados:
Pasa el tiempo y vemos que en el grupo de los vacunados cinco personas se han infectado requiriendo hospitalización y en el grupo de no vacunados esto sólo ocurre en dos personas. Ya tenemos el titular: ¡El 71 por ciento de los hospitalizados por COVID-19 son personas vacunadas!
Aunque lo que dice el titular es cierto, la información es incompleta y puede generar mucha confusión si no se saben interpretar los datos que nos ofrece. Si miramos los números con ojo crítico y teniendo en cuenta la proporción de vacunados y no vacunados veremos que la realidad es muy diferente.
En este caso vemos que el 15 por ciento de las personas vacunadas ha requerido hospitalización y este porcentaje sube dramáticamente hasta el 66 por ciento en personas no vacunadas.
Si hacemos los cálculos teniendo en cuenta el número de vacunados y no vacunados dentro del mismo grupo de riesgo veremos que el titular es muy diferente. En este caso sería más correcto decir que las vacunas disminuyen la probabilidad de hospitalización por COVID-19 en un 77 por ciento.
Esto realmente no es algo que nos pueda tomar por sorpresa. Al contrario, es lo esperable cuando la mayoría de la población de riesgo está vacunada. Sólo hay que pensar que si el 100 por ciento de la población estuviera vacunada, el 100 por ciento de las hospitalizaciones sería de personas vacunadas.
El 100 por ciento de población vacunada no se va a alcanzar nunca porque hay personas que por diversas razones no pueden vacunarse y otras (afortunadamente una minoría) que simplemente prefieren no hacerlo.
Sin embargo, aunque no vaya a ser del 100 por ciento, sí que se espera una cobertura de vacunación bastante alta (al menos en adultos). En la siguiente imagen podemos ver el porcentaje de población completamente vacunada en distintos países:
¿POR QUÉ HAY GENTE QUE SE INFECTA TRAS RECIBIR LA VACUNA?
Esto ocurre principalmente porque ninguna vacuna tiene una efectividad del 100 por ciento. Si se administran millones y millones de vacunas, lo esperable es que en algunos casos la protección no sea la adecuada y la persona pueda desarrollar formas graves de la enfermedad e incluso fallecer. Lo interesante aquí es saber que este número sería considerablemente mayor si no tuviéramos vacunas.
En la siguiente imagen podemos ver el número de dosis de las diferentes vacunas administradas en el mundo. En lo que llevamos de pandemia, se han administrado más de 3 mil 500 millones de dosis:
Además esto es algo que ya se ha descrito usando diferentes modelos. Aquí tenemos el ejemplo de un modelo realizado en Reino Unido donde se estima que en verano el 70 por ciento de las hospitalizaciones y muertes serán personas que han recibido dos dosis de la vacuna.
Por lo tanto y resumiendo, siempre es importante no quedarse simplemente en el titular y leer la noticia y la información completa antes de sacar conclusiones.