Cotillard, Óscar a la Mejor Actriz en 2008 por su interpretación en La vie en rose, ha defendido causas sociales y medioambientales desde hace dos décadas y dice haber recibido esa concienciación de sus padres y abuelos.
Cannes (Francia), 11 jul (EFE).- La actriz francesa Marion Cotillard ha aprovechado el interés mediático que va ligado a su carrera para dar visibilidad a Bigger than us, un documental sobre la nueva generación de activistas en contra del cambio climático y otras causas, en el que ella se ha implicado como productora.
"Uso la atención que tengo para dar voz a gente que tiene una voz que no está siendo escuchada", contó este domingo la intérprete a un grupo de prensa internacional en el Festival de Cannes, donde ese proyecto se ha proyectado fuera de competición, dentro de las Sesiones Especiales.
El documental está dirigido por la francesa Flore Vasseur y protagonizado por la joven indonesia Melati Wijsen, que actualmente tiene 20 años y desde los 12 ha luchado en su país, a través de su plataforma Bye Bye Plastic Bags, contra la contaminación provocada por los plásticos.
Cotillard, Óscar a la Mejor Actriz en 2008 por su interpretación en La vie en rose, ha defendido causas sociales y medioambientales desde hace dos décadas y dice haber recibido esa concienciación de sus padres y abuelos.
"Ellos fueron mi ejemplo. Hablábamos de esos temas, pero al verlos respetar a la gente y al medio ambiente, aprendí de forma orgánica ese respeto", señaló la intérprete, que inauguró el 6 de julio esta 74 edición de Cannes con el musical "Annette", de Leos Carax.
En Bigger than us, Wijsen viaja al Líbano, Brasil, Estados Unidos, Grecia, Malawi y Uganda para encontrarse con otros activistas de su generación, centrados en su caso en el rescate marítimo de inmigrantes, la educación de niños refugiados o la defensa de los derechos de mujeres y niñas.
"No tenemos el lujo del tiempo para el cambio sistémico que necesitamos. No te puedes permitir pensar que tú solo no puedes hacer nada. Si queremos avanzar hacia un futuro del que estemos orgullosos, no hay que dejar a nadie atrás", apuntó la militante indonesia.
Cotillard y la directora se conocieron por casualidad en un encuentro organizado en torno al activista indio Satish Kumar. Vasseur, que nunca había dirigido, le explicó su proyecto y la actriz se interesó.
Era 2016, todavía no se había dado el "boom" mediático en torno a la militante medioambiental sueca Greta Thunberg, y Wijsen ya estaba en el foco de los medios, pero según la cineasta "era tratada como una marioneta".
Vasseur lamenta que la sociedad actual los vea como idealistas y anarquistas e "intente silenciarlos", y quiso que ella se reuniera con otros jóvenes con intereses similares para mostrar la forma en que están marcando su propio camino.
"El 80 % de la película pasa fuera del mundo occidental, donde la sociedad ya ha colapsado. Los activistas de allí luchan porque no tienen elección", indica la directora y anterior periodista y empresaria.
Entre los nuevos rostros del cambio está el sirio Mohamad Al Jounde, que a los 12 años montó una escuela en el campo de refugiados libanés de El Marj; o el brasileño René Silva, que tiene 25 y a los 11 creó el periódico "Voz das comunidades" para dar información de primera mano sobre las favelas y cambiar los estereotipos.
"Soy súper optimista porque lo que vemos en la película te da esperanza. Es una pequeña muestra de lo que está pasando. La gente está harta de sufrir y quiere algo distinto", dice Cotillard, que confía en que sus dos hijos, de diez y cuatro años, sigan ese ejemplo.