Hallan cuerpo de turista portuguesa que cayó en cascadas de Chiapas

06/07/2021 - 11:07 pm

La joven cayó en una brecha de unos ocho metros de profundidad con fuertes corrientes de agua.

Tumbalá, Chiapas, 6 de julio (EFE).- El cuerpo de una turista portuguesa que cayó el lunes en las Cascadas de Agua Azul, en el estado de Chiapas, sureste de México, fue hallado este martes por rescatistas, informaron fuentes de Protección Civil.

La turista de origen portugués Erika Liane Tavares, de 23 años, cayó y se ahogó la tarde del lunes en las aguas del centro turístico, que se ubica a unos 64 kilómetros de la zona arqueológica de Palenque, pero su cuerpo fue rescatado río abajo cerca del municipio de Tumbalá, en el norte del estado.

En un comunicado, Protección Civil del estado informó, que según testigos, la tarde de ayer la joven estaba dentro de las aguas, pero ingresó a una zona de alto riesgo y fue arrastrada por la corriente donde se ahogó y murió.

Según los rescatistas, la joven cayó en una brecha de unos ocho metros de profundidad con fuertes corrientes de agua.

La institución explicó en el reporte que el cuerpo y las ropas corresponden a las reportadas por su acompañante, Johans Aigner, de 24 años y de origen alemán.

Aigner contó que llegaron a Chiapas días atrás para visitar San Cristóbal de Las Casas, Palenque, Agua Azul y otros lugares turísticos.

Por casi 12 horas los rescatistas y voluntarios se dieron a la tarea de buscar a la joven sin éxito alguno y fue hasta la tarde de este martes que socorristas del municipio de Tumbalá y autoridades municipales de Chilón, localidades que comparten el área de las Cascadas de Agua Azul, rescataron el cuerpo en una zona de espesa vegetación.

En tanto, autoridades de la Fiscalía General del estado de Chiapas indicaron que el cuerpo de la joven sería trasladado al municipio de Ocosingo, donde se le practicará la necropsia de ley y posteriormente serán entregado a sus familiares en coordinación con el consulado de Portugal.

Las Cascadas de Agua Azul son consideradas cataratas y declaradas Reserva Natural de la Biosfera en 1980, se forman de los afluentes de los ríos Otulún, Shumuljá y Tulijá formando cañones no muy profundos con acantilados verticales que dan origen a sus cascadas blanquiazules.

Además, son uno de los destinos turísticos más importantes de México ya que reciben al año aproximadamente a unos 700.000 visitantes, según la administración del centro turístico.

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