España, Nueva Zelanda, Japón, Estados Unidos, Suecia, Noruega e Islandia son algunos países que prueban con éxito jornadas laborales de cuatro días a la semana, un esquema que en México sería viable y que ya ha sido propuesto en varias ocasiones por el empresario Carlos Slim, pero con un ajuste de tres días semanales.
Ciudad de México, 6 de julio (SinEmbargo).– El empresario Carlos Slim Helú ha propuesto desde hace años reducir la jornada laboral para tener más productividad, un esquema que al menos en siete países ya han aplicado con éxito y que los expertos consideran viable también en México. Pero, ¿en qué consiste este modelo laboral?, ¿qué resultados ha arrojado a nivel mundial?
"Se puede incentivar el empleo, trabajar 10 u 11 horas para tener libres otros cuatro días y dedicarlos a la familia, a innovar, cultivarse o a crear", propuso por primera vez el multimillonario mexicano Carlos Slim el 12 de junio de 2012 en una conferencia sobre el impacto de las telecomunicaciones en los negocios en la sede de la ONU en Suiza.
La propuesta del presidente honorario de Grupo Carso, que ha hecho pública en varias ocasiones, consiste en laborar tres días a la semana con 11 horas diarias, pero con una jubilación hasta los 75 años. Una idea que en 2020 con la pandemia por COVID-19 se materializó en algunas empresas, pero que ya se venía aplicando —con ajustes de cuatro días laborales y tres de descanso— en países como España, Nueva Zelanda, Japón, Estados Unidos, Suecia, Noruega e Islandia, este último arrojando resultados exitosos, según el informe "Haciéndolo público: el viaje de Islandia a una semana laboral más corta", publicado el pasado 4 de julio.
De 2015 a 2019, este país nórdico realizó dos ensayos a gran escala de una semana laboral reducida a un intervalo de 35 a 36 horas sin bajar el salario. El análisis del proyecto, publicado por la Asociación de expertos para la Sustentabilidad y Democracia en Islandia (Alda) y The Autonomy, un grupo independiente y progresista en el Reino Unido, concluyó que con esta disminución las personas son más felices, saludables e incluso más productivas.
El estudio, que incluyó a 2 mil 500 trabajadores de diferentes sectores como hospitales, oficinas y escuelas, sugiere que las pruebas fueron un éxito abrumador y, desde su implementación, el 86 por ciento de la fuerza laboral del país ahora trabaja menos horas o tiene derecho a acortarlas; además, la productividad y la prestación de servicios se mantuvieron iguales o mejoraron en la mayoría de los lugares de la prueba.
El inicio del ensayo fue dirigido por la ciudad de Reykjavik y el Gobierno islandés con más del 1 por ciento de la población activa del país involucrada.
"El éxito de Islandia lo atribuiría un poco al hecho de que ya estaban trabajando pocas horas y sólo hicieron un ajuste, pero aplicar este modelo en México implicaría reducir un tercio las horas trabajadas", dijo en entrevista Marcelo Delajara, especialista en crecimiento económico y mercado laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
En los resultados del proyecto piloto, el bienestar de los trabajadores aumentó drásticamente en una variedad de indicadores, desde el estrés percibido y el agotamiento hasta la salud y el equilibrio entre el trabajo y la vida.
EL MODELO LABORAL EN OTROS PAÍSES
Japón es otro país que ha implementado con éxito esta jornada laboral de cuatro días a la semana. En noviembre de 2019, Microsoft presentó un programa llamado "Work Life Choice Challenge", el cual consistía en cerrar sus oficinas todos los viernes de agosto y dar a todos los empleados un día libre adicional cada semana. El resultado: la productividad aumentó 40 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, dijo la compañía en un comunicado.
Además, la empresa ahorró un 23.1 por ciento en electricidad, un 58.7 por ciento en tinta de impresora y papel, y también redujo la duración de las excesivas reuniones, sustituyó algunas por videoconferencias y canceló otras.
El éxito de Microsoft, que se replicó en otras compañías instaladas en ese país como Mitsubishi Jisho Property Management, Dentsu Inc., y Sumitomo Life Insurance Co., fue recomendado en mayo de 2020 por la principal patronal de Japón debido a la pandemia.
La Federación Japonesa de Negocios, conocida como Keidanren, recopiló en un documento pautas de un nuevo modelo laboral como la reducción de la semana laboral, la apuesta por el teletrabajo y la modificación o rotación de los horarios para evitar la congestión del transporte público.
El Gobierno de Japón, por su parte, sugirió en junio pasado que con una semana laboral de cuatro días las empresas podrán retener a personal capaz y con experiencia que, de otro modo, tendría que irse si quiere formar una familia o cuidar de parientes mayores.
En Nueva Zelanda, la empresa Perpetual Guardian implementó desde 2018 un sistema en el que sus empleados trabajan sólo cuatro días a la semana y el resultado se ha traducido en un aumento del 20 por ciento de productividad.
En ese mismo país, la empresa Unilever anunció en diciembre de 2020 un programa laboral piloto por un periodo de 12 meses con jornadas laborales de cuatro días, sin aplicar recortes salariales a aquellos de sus 81 empleados en el país que se adhieran a la iniciativa.
También en países como Estados Unidos, España, Suecia y Noruega, empresas multinacionales ya laboran con este esquema de cuatro días a la semana, lo cual ha abierto un planteamiento a nivel mundial sobre la necesidad de cambiar el actual modelo laboral.
JORNADAS LABORALES EN MÉXICO
En México, algunas empresas han comenzado aplicar este modelo, pero ¿qué tan viable sería aplicar este esquema laboral en todo el país?, ¿cómo cuidar la salud sin sacrificar la igualdad y derechos laborales?
Economistas y expertos en estrategias de negocios explicaron a SinEmbargo la necesidad de rediseñar los modelos de trabajo. El debate, coinciden, no es en trabajar menos días, ya que esta propuesta existe desde hace 100 años cuando el economista John Maynard Keynes planteaba que en 2030 se trabajarían solo 15 horas a la semana. La discusión consiste en codiseñar (empleados y empresas) una nueva experiencia laboral donde la clave sea la productividad.
"El coronavirus agarró por sorpresa a todos los países del mundo y ese es el gran problema porque no sólo se necesita una reconversión de la actividad laboral, sino una reconversión de las estrategias empresariales", dijo en entrevista el doctor Yamil Omar Díaz Bustos, profesor del posgrado de Economía de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para el académico, este nuevo modelo laboral debe contar con la colaboración del Gobierno, empresas y trabajadores.
Juan, un trabajador de medios en México quien desde septiembre labora en este esquema, compartió en entrevista su experiencia: "Al principio cuesta adaptarse, pero al paso del tiempo los tres días de descanso ayudan a tener una mayor recuperación física y mental, permite hacer otro tipo de actividades, como pagos o trámites".
La Ley Federal del Trabajo (LFT) establece tres jornadas laborales y fija un límite para cada una de ellas: diurna (8 horas), nocturna (7 horas) y mixta (7.5 horas). Hasta mayo de este año, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 54.9 millones de mexicanos contaban con un trabajo formal, es decir laboraban ocho horas diarias, cinco días a la semana.
El nuevo coronavirus provocó que en México, como en otros países, se frenara la actividad laboral en sectores no indispensables, pero las empresas que siguieron implementaron medidas como el home-office.
"Claramente estamos entrando a la era del home-office y se tiene que diseñar una experiencia laboral que logre definir bien el tiempo de casa y tiempo de oficina", explicó en una entrevista Antoine Zervudacki, CEO de Letsmake Innovation, una empresa dedicada al crecimiento disruptivo y sostenible de las organizaciones por medio del desarrollo y la cultura de innovación.
El experto en estrategia de negocio, liderazgo, gestión del cambio y de la innovación, afirmó que el coronavirus obligó a las empresas a replantear su modelo laboral y para tener éxito, dijo, "lo deben hacer desde su propio contexto y aprovechando la capacidad creativa de su personal, que sea un gana-gana para todos".
De acuerdo con la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económico (OCDE), México encabeza el ranking de los países que más trabajan en el mundo, con 2 mil 246 horas al año en promedio, un 20 por ciento de horas laborales más en comparación con sus pares en otros países miembros.
Por eso, consideran expertos, aplicar este esquema de laborar cuatro días a la semana llevaría tiempo, además de que hay otras prioridades en materia de derechos laborales que deberían atenderse primero antes de llegar a esta transición.
"Las condiciones para reducir las horas de trabajo no pueden ser a costa de reducir la producción, y México también tiene un problema en este tema", mencionó Marcelo Delajara. "Se tiene un contexto de baja productividad por hora y por persona, para que las empresas puedan bajar las horas se requiere mejorar la productividad y ese es un pendiente".
El especialista del CEEY destacó que lo que realmente ayudaría a mejorar las condiciones laborales en México es la flexibilidad, en especial con las mujeres.
"En el caso de México, lo que realmente ayudaría no es tanto poner un tope a las horas trabajadas, lo importante sería que tuviéramos esquemas de flexibilidad laboral más extendidos, y esto lo digo por el trabajo laboral femenino. En estudios que hicimos en el CEEY encontramos que hay una enorme exclusión de las mujeres en el mercado laboral y parte de esta exclusión tiene que ver con temas poco flexibles de trabajo para ellas", señaló.
Delajara indicó que la discusión sobre la flexibilidad laboral podría elevarse a una política pública en donde el Gobierno estimule a las empresas para que tengan esta flexibilidad de horarios.