Según el experimento, la radiación espacial parece no afectar el ADN de las muestras. De tal manera, el esperma congelado podría ser almacenado en el espacio durante unos dos siglos.
Ciudad de México, 6 de julio (RT).- Investigadores japoneses lograron reproducir ratones usando esperma de esos roedores que estuvo almacenado en la Estación Espacial Internacional (EEI) durante casi seis años.
Según los resultados de su investigación, publicados en la revista Science Advances, la exposición a la radiación espacial parece no afectar el ADN de los espermatozoides ni la capacidad de las células para producir "crías genéticamente normales", como tampoco redujo la tasa de éxito de reproducción en comparación con los roedores estudiados en la Tierra".
Para el experimento, el equipo envió en 2013 tres cajas con muestras de semen de 12 ratones, y conservó en la Tierra otras muestras de los mismos ejemplares.
Evaluating the long-term effect of space radiation on the reproductive normality of mammalian sperm preserved on the International Space Station https://t.co/045BJUDkHD
— Chris Mason (@mason_lab) June 12, 2021
Una vez que las muestras regresaron a la Tierra, los investigadores rehidrataron los espermatozoides, los inyectaron en óvulos frescos e inseminaron con ellos hembras de ratón, obteniendo resultados positivos.
La primera caja volvió a la Tierra en 2014, a los nueve meses; la segunda, después de dos años y nueve meses, y la última en 2019, después de cinco años y 10 meses. Del último lote nacieron unas 170 crías.
Los análisis genéticos no revelaron diferencias entre los mamíferos "espaciales" y los nacidos de esperma almacenado en la Tierra.
Los especialistas también midieron la cantidad de radiación que habían absorbido las muestras y realizaron pruebas para ver si el ADN de los núcleos de los espermatozoides había sufrido algún daño, y encontraron que la radiación tuvo un efecto mínimo. De tal manera, el experimento muestra que el esperma deshidrocongelado y almacenado en el espacio puede conservar su estructura durante unos 200 años.