Es el descubrimiento más grande hasta la fecha después de que se encontraran los restos de 215 niños en tumbas sin identificar en los terrenos de otro antiguo internado.
Ciudad de México/Calgary, 24 de junio (SinEmbargo/AP).— Los restos de 761 personas, principalmente niños indígenas, fueron descubiertos en el sitio de una antigua escuela en la provincia de Saskatchewan, dijo el jueves un grupo indígena canadiense. Esta nación lidia con generaciones de abuso generalizado y sistemático de los pueblos indígenas.
El descubrimiento, el más grande hasta la fecha, se produjo semanas después de que se encontraran los restos de 215 niños en tumbas sin identificar en los terrenos de otro antiguo internado en Columbia Británica. Ambas escuelas formaban parte de un sistema que separó a los niños indígenas del país de sus familias durante un periodo de unos 113 años, a veces por la fuerza, y los alojó en internados, donde se les prohibió hablar sus idiomas.
Una Comisión Nacional de la Verdad y la Reconciliación, establecida en 2008 para investigar, exponer y documentar la historia y las consecuencias de las escuelas residenciales, llamó a la práctica “genocidio cultural”. Muchos niños nunca regresaron a casa y sus familias sólo recibieron explicaciones vagas de su destino, o ninguna en absoluto. Canadá tenía alrededor de 150 escuelas residenciales y se estima que 150 mil niños indígenas pasaron por las escuelas entre su apertura, alrededor de 1883, y su cierre en 1996.
This week, Bill C-15 - an Act Respecting the United Nations Declaration on the Rights of Indigenous Peoples - passed third reading in the Senate. This is an important step towards recognizing, respecting, and upholding the rights of Indigenous Peoples in Canada.
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) June 19, 2021
No está claro cómo murieron los niños en las escuelas administradas por la iglesia, que fueron golpeadas por brotes de enfermedades hace un siglo, y donde los niños enfrentaron abuso y violencia sexual, física y emocional. Algunos exalumnos de las escuelas han descrito los cuerpos de niños nacidos de niñas embarazadas por sacerdotes y monjes incinerados.
La comisión estimó que alrededor de cuatro mil 100 niños desaparecieron de las escuelas en todo el país. Pero un exjuez indígena que dirigió la comisión, Murray Sinclair, dijo en un correo electrónico este mes que ahora creía que la cifra era “mucho más allá de los 10 mil”.
Un comunicado del pueblo indígena Cowessess y la Federación de Naciones Indígenas Soberanas, que representa a los pueblos indígenas de Saskatchewan, indicaba desde ayer que “la cantidad de sepulturas sin nombre será la más significativa hasta la fecha en Canadá”. El mes pasado, los restos de 215 niños, algunos de apenas 3 años de edad, fueron hallados enterrados en el sitio de lo que alguna vez fue el internado indígena más grande de Canadá ubicado cerca de Kamloops, Columbia Británica.
June is National #IndigenousHistoryMonth, a time to commemorate the history and heritage of Indigenous Peoples in Canada and to recognize the strength of Indigenous communities. Join us for #NIHM2021 and learn about Indigenous cultures. https://t.co/We75Ychm4I pic.twitter.com/JwRBt0we0D
— GCIndigenous (@GCIndigenous) June 1, 2021
EL HORROR
El descubrimiento en Saskatchewan fue realizado por la Primera Nación Cowessess en la Escuela Residencial Indígena Marieval, a unas 87 millas de la capital provincial, Regina. “Siempre hubo charlas, especulaciones e historias, pero ver este número, es un número bastante significativo”, dijo Bobby Cameron, jefe de la Federación de Naciones Indígenas Soberanas, la federación provincial de grupos indígenas. “Va a ser difícil, doloroso y desgarrador”.
Desde el siglo XIX hasta la década de 1970, se ordenó que más de 150 mil niños indígenas asistieran a escuelas cristianas financiadas por el Estado como parte de un programa para integrarlos a la sociedad canadiense. Fueron obligados a convertirse al cristianismo y no se les permitía hablar sus idiomas nativos.
El Gobierno de Canadá se disculpó ante el Parlamento en 2008, y admitió que el abuso físico y sexual en las escuelas era desenfrenado. Muchos estudiantes recuerdan haber sido golpeados por hablar su lengua materna; también perdieron contacto con sus padres y sus costumbres. Los líderes indígenas han citado ese legado de abuso y aislamiento como la causa fundamental de las tasas epidémicas de alcoholismo y drogadicción en las reservas.