Lara Arreguiz era insulinodependiente y sus padres denuncian que la falta de atención temprana y de camas pudieron ser un agravante.
Ciudad de México, 25 de mayo (RT).- La muerte de Lara Arreguiz, una joven de 22 años residente en la provincia de Santa Fe, ha conmovido a Argentina. Esta estudiante de veterinaria, voluntaria de la ONG S.O.S. Caballos, era insulinodependiente y murió una semana después de contraer la COVID-19, tiempo durante el cual realizó un peregrinaje por centros sanitarios en busca de una cama.
La imagen que ha sacudido a la sociedad es la de Lara tumbada en el suelo del hospital Nuevo Iturraspe. La instantánea fue tomada cuatro días antes de que se produjera su fallecimiento, tras haber sido derivada a otro hospital, ingresada en planta, después en un área intermedia y finalmente en terapia intensiva.
¿FALTA DE ATENCIÓN TEMPRANA?
La joven comenzó con síntomas el pasado 13 de mayo y sus padres la llevaron al centro de salud Protomédico de Santa Fe. Allí la sentaron en una silla de ruedas durante cuatro horas porque no había camas disponibles, según el testimonio de su padre a Info Mercury, le hicieron placas y le dieron cita para tres días más tarde para practicarle una prueba de coronavirus.
Así, la mandaron a casa y finalmente dio positivo en COVID-19 a la vez que las radiografías mostraban una pulmonía bilateral. Entonces fue cuando sus padres decidieron trasladarla al hospital Iturraspe, el lunes 17 de mayo, después de que el domingo también les comunicasen la falta de camas. Allí tuvo lugar la fotografía que se ha convertido en un símbolo del colapso sanitario por la pandemia de coronavirus en Argentina.
Mientras esperaba se sintió mal: "Luego de que le dieran oxígeno, se recompuso, aunque no pudieron darle una cama y debió acostarse en el piso porque no aguantaba más", relata su padre. Tras varias horas, según sus familiares, le dieron una cama.
Poco después fue trasladada a otro hospital, donde la pasaron a una sala intermedia para controlar su diabetes. Allí permaneció hasta el día 20, cuando fue pasada a terapia intensiva, donde falleció a las 3 de la mañana del día siguiente.
Los padres de Lara han contado a los medios de comunicación que la falta de atención temprana pudo ser un agravante para su cuadro. La madre ha explicado que su hija estuvo horas esperando en el pasillo donde se tomó la instantánea en el suelo: "Yo entiendo el colapso sanitario, pero me duele haberla visto tirada en el piso sin respirar y que nadie haga nada", sostuvo.
"Si mi hija hubiese sido internada el primer día, el domingo, en una terapia con un suero, antibiótico y controlando su azúcar tal vez, o tal vez no, esté hoy", aseguró la mujer en declaraciones al canal de noticias TN.
LA VERSIÓN DEL HOSPITAL
La versión del hospital Iturraspe, por boca de su director, Francisco Villano, es que Lara fue tratada correctamente desde que ingresó en el centro. También en declaraciones a TN, Villano afirmó que la joven no esperó más de 30 minutos y que "aparentemente decidió ella esperar en el piso" a ser atendida.
Según esta versión, Lara ingresó a mediodía de ese lunes y tras ser admitida esperó en un área COVID. Fue evaluada en primer lugar por una enfermera, y tras 30 minutos, por un médico del área de la guardia central.
Villano también relató cómo en el área de aislamiento se suministró a la joven oxígeno, suero y otras atenciones hasta que le consiguieron una cama de internación en un hospital del sector público de Santa Fe.
"La paciente fue atendida dentro de los tiempos del protocolo que hoy tenemos. Ese día fue un día terrible dentro del hospital, pero Lara fue atendida dentro de los 30 minutos y fue adecuadamente atendida en este hospital y en el otro hospital", sostuvo Villano.
COLAPSO EN SANTA FE
Este domingo por la tarde solo quedaban tres camas de UCI en la capital de Santa Fe en el sector público, según revelan medios locales, es decir, se encontraban ocupadas 109 de 112 disponibles. El sector privado se encuentra menos tensionado, con una ocupación del 61 %.
Argentina se encuentra a mitad del estricto confinamiento de nueve días decretado por el Gobierno de Alberto Fernández el pasado 20 de mayo. En Santa Fe las clases están suspendidas en todos los niveles en los departamentos La Capital, Rosario y San Lorenzo desde dos días antes.
Desde el inicio de la pandemia el país ha registrado 74.480 fallecimientos y más de 3,5 millones de positivos. Aunque los primeros han experimentado un ligerísimo descenso del 0,3 % en los últimos siete días, los contagios continúan aumentando y en la última semana se han diagnosticado más de 190.000, lo que significa un incremento del 31 % con respecto a la semana anterior.