Hábitat

Del maltrato al abandono: la vida de mascotas en la era COVID

22/05/2021 - 10:00 pm

La detección del maltrato a perros y gatos, relacionado con la violencia doméstica, se incrementó durante el confinamiento por la COVID-19, de acuerdo con organizaciones protectoras de animales. Además, a la par del gradual desconfinamiento, se ha observado el abandono de mascotas en albergues, parques o azoteas.

Ciudad de México, 22 de mayo (SinEmbargo).– La asociación Gatos para Todos fue notificada a finales del año pasado sobre el hallazgo en la calle de un gato con la cola quemada. Lo atendieron, pero el animal falleció porque la quemadura era grave. Aunque presentaron la denuncia ante la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente de Aguascalientes (PROESPA), el culpable no pudo ser localizado.

«Estamos recibiendo cada dos o tres meses alertas por un caso de maltrato. Pedimos a la persona que encontró al animal o que sabe que está teniendo problemas de abuso ir directamente a las autoridades porque la denuncia se tiene que hacer de una forma real», dijo la veterinaria Karina, integrante de esta asociación que, como otras, durante la pandemia observó menor adopción y reducción de apoyos por la crisis económica.

Asociaciones civiles que apoyan a perros y gatos sin hogar han registrado que durante la COVID-19 la visualización del maltrato animal aumentó y, como también sucede en Estados Unidos, los dueños los han abandonado por el gradual regreso a las oficinas o escuelas a partir del inicio de la vacunación.

En marzo pasado, antes de que un hombre matara al perro Rodolfo a machetazos en Sinaloa, la Cámara de Diputados aprobó reformas al Código Penal Federal en materia de delitos contra la vida y la integridad de los animales para castigar con dos años de prisión y multa de hasta 13 mil 443 pesos a quien cause sufrimiento o lesiones a un animal vertebrado o lo utilice con fines sexuales (zoofilia). Está en espera de ser aprobado en el Senado para ser Ley vigente. Además, la mayoría de los congresos locales han tipificado el maltrato animal como un delito a excepción de Chiapas, Guerrero, Tabasco y Tlaxcala.

Ambar, perra víctima de zoofilia en la CDMX, fue rescatada y el sujeto puesto en prisión preventiva. Foto: Mundo Patitas.

Carolina Araiza, de la Fundación Pata de Perro, dijo que en Sonora no detectaron un cambio en la frecuencia de la adopción a raíz del confinamiento, pero sí más alertas sobre maltrato. «El ritmo de adopción sigue siendo lento, sobre todo cuando se trata de perros adultos o los llamados mestizos, por lo que tampoco estamos viendo ahora que se deshagan de ellos», afirmó vía telefónica desde Hermosillo.

Sin embargo, al igual que el incremento de la violencia doméstica contra mujeres y menores de edad, durante el encierro de más de un año han recibido mayores acusaciones de maltrato a animales de compañía, incluyendo zoofilia (abuso sexual), mascotas quemadas con ácido o despellejadas.

«Se dispararon los reportes de casos de maltrato bastante atroces, porque fueron más visibles para la gente que se quedó en casa o estaba más pendiente de redes sociales», aseguró Carolina. «El maltrato siempre ha estado ahí, pero ahora la gente estaba más pendiente o los dueños estaban más en las casas».

Un par de gatos. Foto: Gatos para Todos.

En la asociación Gatos para Todos coincidieron en que el maltrato animal y agresividad es una constante, pero durante el confinamiento la gente lo notó más por estar más tiempo en casa y navegando en Internet. «Vemos que es la misma problemática de siempre sobre todo en la zona oriente de Aguascalientes donde hay más marginación y esos aspectos van a contribuir», dijo Karina.

La Fundación Pata de Perro, un grupo de ciudadanos voluntarios dedicado a la esterilización y legislación, convocó a la ciudadanía a presentar denuncias formales ante la Fiscalía estatal, ya que a partir de que en marzo se reformó el Código Penal de Sonora ya pueden denunciarse actos de crueldad contra los animales como zoofilia, abandono en vía pública o domicilio, pelea de perros o gatos, mutilación estética innecesaria, tortura, negligencia, mantenerlos amarrados o enjaulados en azoteas o balcones, entre otros.

«Nosotros fomentamos la cultura de la denuncia, porque si sólo se queda en redes sociales el delito no se persigue», expuso. «El maltrato animal ya está tipificado en Sonora desde 2015 y son penas altas porque alcanzan hasta los seis años».

El 6.4 por ciento de la población consultada para la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSPU) reportó un problema relacionado con animales domésticos durante el primer trimestre del año.

Sólo en la Ciudad de México, desde 2019 a la fecha el 49.6 por ciento de las denuncias recibidas por la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) ha sido por maltrato animal, por lo que junto con la Fiscalía local lanzó en abril un protocolo de actuación conjunta para detectar y atender la violencia doméstica a partir de la atención de casos de maltrato animal.

«El maltrato animal y la violencia familiar son problemáticas sociales que están íntimamente relacionadas», dijo en rueda de prensa la titular de la PAOT, Mariana Boy. «El maltrato animal trasciende en muchas de las ocasiones a otro tipo de conductas criminales que afectan a la población más vulnerable como niños, mujeres o adultos mayores; es un síntoma de una familia disfuncional y debe ser visto como una señal de alerta».

«NO SON JUGUETES»

Se estima que ocho de cada 10 perros vendidos o «regalados» son abandonados por las personas que los tenían bajo su cuidado, de acuerdo con AnimaNaturalis México. En Rescata y Adopta Jalisco observaron que cuando comenzó la jornada de vacunación las personas que adoptaron a perros por la pandemia ahora se los están regresando o los están dejando amarrados en los parques para que alguien más los adopte.

«Al principio de la pandemia tuvimos mayor demanda. Buscaban mascotas de tamaño mediano o pequeño por la cuestión del espacio», evocó Jos Rodríguez, quien también apoya en Animal Notes. «Ahora casi en su mayoría las han dejado en abandono o también estamos teniendo muchos casos de personas que ‘accidentalmente las extravían’ y ya no les dan el seguimiento».

Jos comentó que quienes solicitan regresar a los animales adoptados argumentan que al tener que volver al trabajo o escuela presencial ya no tendrán tiempo de cuidarlos. No obstante, desde su organización siempre recomiendan que antes de adoptar a una mascota la gente considere el espacio, el tiempo y el dinero para su atención constante.

Gatos en campaña de esterilización. Foto: Fundación Pata de Perro

«Se ha disparado un poco que nos dicen que si no se los recibimos nuevamente, lo tendrán que dejar en la calle o parques para que alguien más lo adopte», lamentó sobre el alza en el abandono que atribuyó a que las vacunas incentivan a salir más a la calle.

En Gatos para Todos han encontrado más animales en la calle, porque, lo atribuyen, hubo un descuido mayor de la gente que ha regresado al trabajo presencial. «No nos han regresado adoptados, ya que tenemos un filtro un poco más estricto y, en dado caso que nos lo pidan, hablamos con ellos para buscar la manera en que no regresen al centro porque genera malestar a nivel emocional en los animales», dijo Karina.

El activista Jos aseguró que los perros quedan traumados cuando los abandonan después de haber sido adoptados, por lo que recomendó a la ciudadanía que está planeando abandonarlos por el desconfinamiento asegurarse de que se queden en un hogar donde sí puedan cuidarlos.

«La mascota es un ser vivo y le genera un trauma el abandono. Hace que tenga recelo a darle confianza a un nuevo adoptante. El perro se hace más tímido, retraído, ya no quiere jugar y se queda en un sólo espacio para que no lo abandonen», describió. «El animal les aguantó el encierro y estrés, y ahora que ya están volviendo a ser libres piensan que ya no les sirve. Pues no, no son juguetes».

ABANDONO EN CASAS

Hilda Toledo, de la Asociación Auxilio al Perro Amigo Oaxaca, afirmó que en la entidad sureña no detectaron un aumento en la adopción de perros durante la pandemia ni de abandono ahora en el desconfinamiento. Sin embargo, a partir de la crisis económica por la COVID-19, observaron el abandono de perros.

«Después de unos dos o tres meses de iniciada la pandemia, se empezó a dar el abandono de animales y hasta ahorita los siguen abandonando», dijo. «Generalmente dicen que los perros y gatos que están en la calle son abandonados, pero no es así, es porque no hay control en su reproducción. Pero ahora sí verdaderamente se está dando el abandono».

Recordó que de acuerdo con declaraciones internacionales, los perros y gatos son seres que sienten y se estresan si no están con los humanos. «Por sentido racional, no tengan mascotas si no tienen tiempo ni espacio porque son muy demandantes y dependientes desde que nacen hasta que mueren», pidió.

La activista atribuyó el abandono, al menos en la capital oaxaqueña, a que muchas personas optaron por regresarse a sus comunidades de origen y otras se quedaron sin empleo o ingresos. «Oaxaca es un estado muy pobre. Hay gente sin trabajo o la que tiene trabajo gana muy poco porque la gran mayoría es comercio informal», explicó.

Un perro encadenado en el sol. Foto: Fundación Pata de Perro.

Hilda coincidió en que el abandono de animales domesticados les provoca un gran daño, ya que en los hogares se vuelven muy dependientes a los humanos.

«Abandonar un animal domesticado es condenarlo a muerte», sentenció. «Ya no podrán fácilmente conseguir comida a diferencia de los animales en situación de calle que se la juegan por todo», comparó.

La integrante de la Asociación Auxilio al Perro Amigo Oaxaca destacó que promueven la esterilización masiva y gratuita para disminuir la presencia de animales en situación de calle, aunque para detener esta problemática, documentó, se necesitaría esterilizar a 100 mil animales anualmente.

«Oaxaca y el Estado de México son las únicas entidades que no tienen Ley de Protección Animal, porque nosotros nos hemos opuesto ya que castigan a las víctimas y las ven como fauna nociva. Desde 2011 logramos detener la captura-matanza en la capital de Oaxaca», dijo.

El refugio de Mundo Patitas alberga a 60 perros rescatados de situación de maltrato y abandono extremo. Foto: Mundo Patitas

Norma, de Mundo Patitas, lleva 12 años yendo a Parque México, ubicado en la Ciudad de México, para impulsar la adopción de perros. Durante la pandemia registró una mayor demanda de adoptantes por contar con mayor tiempo o «para no aburrirse» en el encierro.

Aunque en este regreso a la «nueva normalidad» no ha notado un abandono de las mascotas adoptadas en el confinamiento, comentó que la gente irresponsable siempre tendrá un pretexto para dejarlos ya sea porque van a casarse o tener un hijo y, subrayó, el abandono también implica encerrarlos en zotehuelas, encadenarlos en patios o dejarlos en azoteas.

«Al inicio se incrementó un 30 o 40 por ciento la adopción, pero después decayó. Hubo abandono a mediados del año pasado, porque la gente perdía su fuente de ingresos y algunos se enfermaban o fallecían por la COVID, por lo que nos contactaron para ver si nos podíamos hacer cargo de los animales», compartió.

Pero, ha percibido, volvió la adopción de manera considerable en el último mes. «Creo que tiene que ver con que nos estamos adaptando a la nueva normalidad y ya empiezan a tener una estabilidad económica», consideró.

Norma recomendó a los dueños de perros y gatos que regresarán a las oficinas o escuelas acudir con etólogos, dejarles juguetes como kongs y, si es posible, conseguirles paseadores, ya que el hecho de volver a dejarlos solos muchas horas lo sentirán como abandono y tendrán conductas como hacerse del baño, rascar puertas o romper objetos.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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