Los resultados preliminares sugieren que los bebés amamantados por madres vacunadas con el fármaco de Pfizer podrían contar con protección contra la COVID-19.
Barcelona, (España) 12 abril (EFE).- Los niños amamantados por mujeres inmunizadas con la vacuna de Pfizer podrían estar protegidos contra la COVID-19, según un estudio que ha concluido que la leche materna contiene anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 (IgG).
Las participantes del estudio son profesionales sanitarias del hospital Sant Joan de Déu de la ciudad de Barcelona (noreste) que desarrollan su labor en primera línea y que estaban preocupadas por la posibilidad de contagiarse y transmitir el virus a sus hijos durante la lactancia, y también por los posibles efectos nocivos de la vacunación.
Las mujeres embarazadas han sido excluidas de los ensayos clínicos para aprobar las vacunas contra el SARS-CoV-2, aunque las autoridades científicas consideran que las vacunas ARNm (ARN mensajero) son seguras y recomiendan su administración en aquellos casos en que la posibilidad de contraer la enfermedad sea más elevada que los potenciales riesgos de la vacunación, y dejan la decisión de mantener la lactancia en manos de las madres.
En este contexto, y tras detectar que profesionales sanitarias querían vacunarse sin abandonar la lactancia, el Parque Sanitario Sant Joan de Déu impulsó el estudio LacCOVID, publicado en medRixv.
Quantification of specific antibodies against SARS-CoV-2 in breast milk of lactating women vaccinated with an mRNA vaccine
07/04/21 *[Preprint]* | Erika Esteve-Palau & al || medRXivhttps://t.co/hf3DKHFHKe
BioNTech-Pfizer study. pic.twitter.com/FaX3IpBVGq— Phil Walkuphill (@walkuphill) April 7, 2021
"Los resultados alientan a todas las mujeres lactantes que estén dando el pecho a vacunarse con las vacunas basadas en ARNm sin interrumpir el amamantamiento", han afirmado Erika Esteve y Vicens Díaz de Brito, médica adjunta y jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Sant Boi (Barcelona) del Parque Sanitari Sant Joan de Déu, respectivamente, ambos coordinadores de este trabajo.
El estudio demuestra la existencia de anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 (IgG) en leche y en sangre de mujeres lactantes que han sido vacunadas con Pfizer-BioNTech.
El estudio empezó en febrero de la mano de Erika Esteve, médica y madre lactante de un bebé nacido en 2020, que quería vacunarse y constató que había un vacío de información sobre la vacunación en madres que daban el pecho, lo que le llevó a emprender la investigación.
Ella es una de las 32 profesionales del centro que participan en el estudio y ahora se han publicado los resultados de las primeras 18 mujeres que han finalizado el seguimiento.
Todas están o han estado en primera línea, su media de edad es de 37.8 años y el tiempo medio de posparto es de 18.7 meses.
Para hacer el estudio han extraído 52 muestras de leche materna y de sangre, que han analizado en tres momentos diferentes: después de recibir la primera dosis de la vacuna, dos semanas después de esta y cuatro semanas después de la segunda dosis.
Así, han visto que los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 se incrementan notablemente después de la segunda dosis y que los niveles de IgG (anticuerpos) en sangre están correlacionados con los niveles en leche materna, hecho que permitiría hacer en un futuro un cálculo aproximado de los niveles de IgG vacunal en leche materna, únicamente con un análisis sanguíneo de la madre.
Los test serológicos mostraron que ninguna de las participantes había sufrido previamente la COVID-19 y que tampoco la contrajeron durante el estudio, cuando se les practicaron también el test de antígenos previos a cada toma de muestras.
El estudio continúa en marcha hasta completar el seguimiento de las 32 mujeres participantes.
BEBÉS PIERDEN ANTICUERPOS CONTRA COVID DE LA PLACENTA POCOS MESES DESPUÉS DEL NACIMIENTO
Un estudio multicéntrico español ha evidenciado que aquellos bebés nacidos de madres que padecieron la COVID-19 y que recibieron anticuerpos a través de la placenta los perdieron en los primeros meses de vida.
Entre otras cuestiones, las conclusiones de este estudio, en el que han participado expertos de los hospitales Gregorio Marañón e Infanta Sofía de Madrid, así como el Reina Sofía de Tudela (Navarra), también apuntan que el paso transplacentario de anticuerpos a los recién nacidos fue muy común entre madres con COVID-19, así como que casos de infección neonatal fueron poco frecuentes y se dio tan sólo en hijos de madres con infección aguda sin anticuerpos en el parto.
Para la realización del estudio se incluyeron mujeres con infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo o el parto (cohorte GESNEO) que dieron a luz entre marzo y noviembre de 2020. Se recogió información epidemiológica, clínica y microbiológica de las madres y sus hijos, determinándose los anticuerpos IgG frente al coronavirus, los que se generan una vez superada la infección activa.
Las gestantes se clasificaron en tres grupos según su situación frente a la COVID-19 en el parto: infección aguda (PCR positiva, IgG negativa), reciente (PCR e IgG positivas) y pasada (PCR negativa, con infección documentada durante la gestación).
En total, se analizaron datos de 141 mujeres. El 34 por ciento tenía infección aguda, el 30.5 por ciento reciente y el 35.5 por ciento, pasada. En el grupo de mujeres con infección aguda, ningún recién nacido tuvo IgG positiva en sangre de cordón. A los dos meses, tenían IgG positiva el 42.8 por ciento de las madres y el 11.5 por ciento de los niños, mientras que a los 6 meses la tenía el 33.3 por ciento) madres y ningún niño.
En el grupo con infección reciente, el 90.9 por ciento de los recién nacidos tenían IgG positiva en sangre de cordón. A los dos meses tenían IgG positiva el 95.8 por ciento de las madres y el 57.1 por ciento de los niños, y a los seis meses, el 83.3 por ciento de las madres y ningún niño.
En el grupo con infección pasada, el 80 por ciento de las madres y el 84.8 por ciento de los recién nacidos tenían IgG positiva en el parto. A los dos meses, el 82.3 por ciento de las madres y el 64.7 por ciento de los niños; y a los seis meses, el 57.1 por ciento de las madres y el 14.3 por ciento de los niños.
La IgG positiva en sangre de cordón fue más frecuente en recién nacidos cuyas madres fueron sintomáticas (75.8 por ciento frente al 51.1 por ciento) o ingresaron por COVID-19 (90 por ciento frente al 57.6 por ciento).
Los pormenores de esta investigación serán presentados en el marco del 2º Congreso Nacional COVID-19, el principal encuentro científico sobre el coronavirus SARS-CoV-2 en España y que se celebrará completamente online entre este lunes y el viernes.