La propuesta para los poblanos llega con la posibilidad de elegir horarios de ocho, 10 o 12 horas para trabajar en almacenes o empacadoras. Sin embargo, cuando llegan a Polonia se encuentran con una realidad muy distinta a la prometida. Los trabajos son al aire libre, en temperaturas bajo cero grados y con jornadas laborales de más de 12 horas, con salarios de 11 zlotys por hora.
Ciudad de México, 11 de abril (PeriódicoCentral).- Con la fachada de una empresa llamada Euromexico Job se despliega una red de trata laboral de personas en Puebla encabezada por la ciudadana polaca Katrzyna Sobczak; quien desde una oficina recluta personas para que vayan a trabajar a su país en almacenes o empacadoras a quienes promete sueldos atractivos; sin embargo, los poblanos embaucados llegan al país y se encuentran con que los salarios son menores incluso a los pagados en México, incluso se ven obligados a cumplir contratos de hasta tres años.
PÁGINA NEGRA contactó a poblanos que se encuentran a merced de Katrzyna Sobczak, quien primero prometió darles plazas en Alemania, pero los engañó al argumentar que hay cierres de fronteras por la pandemia y los envió a Polonia.
La propuesta a los trabajadores fue que les darían sueldos de 15 a 18 zlotys por hora (79.32 a 95.18 pesos mexicanos), con la posibilidad de elegir horarios de ocho, 10 o 12 horas, según la elección de cada empleado. Mostraban fotografías de cómo vivían allá otros mexicanos y esto provocaba que se ganaran la confianza de más víctimas.
Pero además, por cuenta de cada uno de los trabajadores, corre el pago del trámite migratorio y el boleto de avión. Los montos llegan casi a los 20 mil pesos por cada persona.
Sin embargo, los poblanos que han aceptado lo hicieron desesperados por la falta de trabajo tras la pandemia de COVID-19, así que algunos entregaron todos los ahorros que tenían para poder ser enviados.
Al llegar al país, los poblanos se topan con otra realidad. Los trabajos son al aire libre, en temperaturas bajo cero grados y con jornadas laborales de más de 12 horas, con salarios de 11 zlotys por hora.
La situación de vivienda que supuestamente también está arreglada por Katrzyna Sobczak es igual al infierno. En estancias de cuatro cuartos llegan a meter hasta 20 personas. Los cuartos también les son cobrados del sueldo mínimo que les entregan.
Cuando la gente reclama a la defraudadora, esta simplemente les da largas para su boleto de regreso, obligándolos a mantenerse por tiempo indefinido y les informa que el contrato, al que no tuvieron acceso, fue firmado por tres años. En caso de que se nieguen a seguir trabajando, les cobran una penalización.
Uno de los afectados, cuya identidad será reservada por cuestión de seguridad, escribió a PÁGINA NEGRA y relató que es explotado en un país desconocido y sin dinero para regresar a México.
"No sé si esta persona pague impuestos acá en Polonia y en México o si se encuentre de forma legal en México, lo que quiero es que deje de engañar a los mexicanos y deje de enriquecerse con los sueños y las necesidades de la gente de mi país".
Como PÁGINA NEGRA informó, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) advirtió en un comunicado sobre supuestas ofertas de empleo y becas para viajar a Polonia que resultan ser un fraude o pueden incurrir en violaciones graves de derechos humanos laborales.
En el documento emitido a finales del mes de marzo explicó que la Embajada tiene conocimiento de diversas empresas de outsourcing que operan, sobre todo, en el Estado de México y Puebla, las cuales ofrecen trabajos “que suenan demasiado bien para ser verdad”.
Es importante recordar que aunque el delito de trata de personas es usualmente identificado en el ámbito de la explotación sexual, también está tipificado para temas de trabajos forzados y explotación laboral.
La trata de personas es la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación y esto incluye la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.