Muy conocida es la declaración: “Somos lo que comemos”, sin embargo, pocas disciplinas como la ciencia curativa ayurveda y, dentro ésta, en especial la dietoterapia; han plasmado en sus postulados, con tan impresionante exactitud, el efecto que tienen el entorno y los alimentos en el estado físico, mental y emocional del organismo del ser humano.
El ayurveda considera que cada individuo es un fenómeno único y, a la vez, es inseparable del cosmos. Todo lo que hay en el macrocosmos existe también en el microcosmos, en todos y cada uno de los seres vivos. Si cada persona conociera su propia constitución física-mental-emocional podría saber, por ejemplo, cuáles son la dieta y la clase de vida que le convienen, pues lo que para uno es alimento, resulta veneno para otro.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la medicina Ayurveda es el sistema de salud de práctica continua más antiguo del mundo, el cual tuvo su origen en la India hace, aproximadamente, 5 mil años.
“Ayu” significa vida y “veda” significa conocimiento, es decir, Ayurveda es la ciencia de la vida. Se basa en tres conceptos fundamentales:
1. El alimento es medicina.
2. La enfermedad puede prevenirse y erradicarse a través de los hábitos diarios.
3. Las recomendaciones de estilo y hábitos de vida que conforman los tratamientos terapéuticos se hacen con base en el conocimiento de la
constitución física individual (prakriti) del paciente, así como en sus estados mental y emocional.
Decían los antiguos rishis (sabios) vedas que la vibración de la pura consciencia universal produce el sonido “om”. A partir de este sonido es que se generan los cinco elementos básicos: éter, aire, fuego, agua y tierra, los cuales se manifiestan en tres organizaciones biológicas básicas: Vata (éter y aire), Pitta (fuego y agua) y Kafa (agua y tierra). Son tres fuerzas que, juntas, regulan todos los cambios fisiopatológicos de los organismos. Son las tres “doshas” o tipos constitucionales establecidos por el ayurveda y sirven también como punto de partida para el diagnóstico de nuestro estado de salud. Explican, además, de qué modo las fuerzas interiores y exteriores están unidas entre sí.
Características de las doshas
Pitta y kafa son de consistencia oleosa. Vata es seca. Vata y kafa son frías, pero pitta es caliente. Vata y pitta son ligeras. Kafa es pesada.
Cuando la dosha vata está en desequilibrio en el organismo, aparece la resequedad en el cuerpo como manifestación de un trastorno. ¿Cuál es el argumento que explica esto? La resequedad es un efecto secundario del movimiento (función fisiológica de vata). Esta resequedad excesiva introduce irregularidad en el cuerpo (dentro y fuera) y en la mente (piel reseca, gases, estreñimiento, depresión, miedos, nerviosismo excesivo, entre otros).
Pitta entra en desbalance cuando aparece el calor en el cuerpo de manera excesiva. Este es un efecto secundario de la transformación (función fisiológica de pitta). Se manifiesta en el organismo como irritabilidad en el cuerpo y la mente (impulsividad, agresividad, gastritis, úlcera, reflujo, erupciones en la piel, sudor excesivo, entre otros).
El desequilibrio en Kafa se manifiesta como una sensación excesiva de pesadez. Ésta es un efecto secundario de la estabilidad (función fisiológica de kafa). El trastorno en kafa conlleva a que la viscosidad de la pesadez excesiva introduzca la lentitud en el cuerpo y la mente (retención de líquidos, inflamación de articulaciones, obesidad, hipertensión, pereza física y mental, entre otros).
Cada una de las doshas tiene afinidades distintivas con determinados órganos del cuerpo. Todas están presentes en cada una de las células, pues son esenciales para la vida, pero tienden a asentarse, cada cual por su lado, en determinadas zonas:
Vata: cerebro, corazón, colon, huesos, pulmones, vejiga, médula ósea, sistema nervioso.
Pitta: piel, ojos, hígado, cerebro, sangre, bazo, glándulas endocrinas, intestino delgado.
Kafa: cerebro, articulaciones, boca, linfa, estómago, cavidad pleural, cavidad pericardiana.
¿Por qué la naturaleza lo ha dispuesto así? Esto responde a motivos prácticos del funcionamiento del cuerpo humano. Por ejemplo, el corazón y los pulmones están en constante movimiento y por eso necesitan lubricación continua. Vata aporta el movimiento, kafa la lubricación. Un exceso de movimiento consume el lubricante; un exceso de lubricante paraliza la actividad.
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FUNCIONES DE LAS DOSHAS
Vata es el principio de energía cinética del cuerpo, está relacionada con el sistema nervioso y regula todos los movimientos que ocurren dentro del organismo. A nivel celular, vata introduce los nutrientes en las células y saca de ellas los productos de deshecho.
Kafa regula la estructura celular. Es el principio de energía potencial que regula la estabilidad y la lubricación del cuerpo. Los tejidos y deshechos corporales que vata mueve de un lado a otro son competencia de kafa
Pitta regula el equilibrio en el cuerpo de las energías cinética y potencial. Los procesos pitta suponen digestión o “cocción” en todos los sentidos, incluso el de “cocer” pensamientos para elaborar teorías. Los sistemas enzimático y endocrino son los principales campos de actividad de pitta. Además, se encarga de digerir los nutrientes para suministrar energía al funcionamiento de las células.
Un ejemplo fascinante de cómo se interrelacionan las tres doshas en el organismo, lo encontramos en las funciones que cada una desempeña en el aparato digestivo. La secuencia va así: vata mastica y traga la comida, pitta la digiere, vata asimila los nutrientes y expulsa los deshechos. Por su parte, kafa regula las secreciones que lubrican y protegen a los órganos digestivos.
Otro ejemplo es su interacción en el funcionamiento de la mente: Vata recupera los datos previos a la memoria para compararlos con los nuevos. Pitta procesa los nuevos datos y saca conclusiones, que luego vata almacena como nuevos registros. Kafa proporciona la estabilidad necesaria para que la mente capte un sólo pensamiento a la vez.
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LAS DOSHAS, LA ALIMENTACIÓN Y EL USO CORRECTO DEL TIEMPO
Los Doshas también tienen su correspondencia con los sabores de los alimentos, con las estaciones del año y los diferentes horarios del día en los que Vata, Pitta y Kafa mejor ejercen sus respectivas funciones metabólicas.
Toda persona lleva en su ser las tres doshas, pero una, o la combinación de dos, prevalece en ella. Aunque raras veces, también existen casos de personas tridosha, o sea, tienen presencia de vata, pitta y kafa en proporciones iguales. Lo anterior se determina mediante un cuestionario que fundamentalmente indaga acerca de nuestra manera de reaccionar emocional y mentalmente, de la forma en la que funciona nuestro metabolismo en diferentes aspectos, la manera en la que los demás nos ven y el tipo de hábitos cotidianos que tenemos. Además, un médico ayurveda tomará el pulso colocando sus dedos índice, medio y anular en posiciones específicas de la muñeca derecha. El diagnóstico es prácticamente infalible.
Una vez que se determina cuál o cuáles doshas predominan en la persona y se diagnostica si alguna(s) de ellas presenta(n) trastornos, se procede a elaborar la correspondiente dietoterapia. También se pueden incluir otros elementos como la aromaterapia, pociones hechas a base de hierbas y condimentos para desintoxicar o equilibrar, que el mismo paciente puede preparar en su casa. Tal vez se recomiende hacer un poco de yoga y meditación. Por cierto, cabe mencionar que más allá de las modas que implantaron en occidente la práctica del yoga, es muy importante que sepamos que a cada dosha le corresponde practicar aquel yoga que vaya acorde a su tipo constitucional. De lo contrario, el resultado podría ser muy perjudicial para la salud.
En cuanto a la alimentación, a cada dosha le corresponde una lista de los alimentos a favor y a evitar o reducir y se dividen por grupos de alimentos (carnes y aves, frutas, verduras, hierbas aromáticas, condimentos, lácteos, semillas, etcétera).
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TIPS PARA MANTENER LOS DOSHAS EN EQUILIBRIO
El ayurveda es una enorme compilación de conocimientos que se van asimilando cada vez mejor con la experiencia y cuya aplicación sólo se perfecciona a lo largo de la vida, en tanto que la capacidad intuitiva del sanador siempre esté presente. Sin embargo, vale la pena tomar en cuenta los siguientes tips para estar a tono con nuestro cuerpo, mente, emociones y espíritu.
VATA
Tips para mantener el Dosha en balance
- Respetar los horarios de comer y dormir.
- Descansar suficientemente.
- Elegir alimentos, comportamientos, relaciones personales y un entorno que lo mantengan en equilibrio.
- Controlar los impulsos mentales y físicos.
- Modificar las actitudes mentales, los estados emocionales y el comportamiento hacia un modo positivo.
PITTA
Tips para mantener el balance del Dosha
La gente Pitta sufre disgustos por el consumo de alcohol, tabaco, trabajo excesivo, sobreesfuerzo o exposición a altas temperaturas.
Debe:
- Mantenerse fresco de cuerpo y mente
- Llevar un estilo de vida moderado y ordenado.
- Elegir alimentos, actitudes, comportamientos, relaciones personales y un entorno que medien para favorecer el equilibrio en Pitta.
- Evitar conflictos.
- Cultivar virtudes como la honestidad, la moralidad, la gentileza, la generosidad y el auto control.
KAFA
Tips para mantener el balance del Dosha
La persona Kafa tiene tendencia al letargo, a la lentitud, a la depresión, al sobrepeso.
Debe:
- Tener actividades y estímulos constantes.
- Practicar ejercicio a diario (especialmente importante)
- Realizar un cambio útil en su estilo de vida.
- Renunciar a los obstáculos que le impiden progresar.
- Implementar acciones que le conduzcan hacia una vida más plena.
- Elegir el tipo de alimentos, actitudes mentales, comportamientos, rutinas de ejercicio y relaciones, así como un entorno que le permitan conseguir el equilibrio.
No cabe duda que los antiguos rishis ayurvedas cultivaron sus capacidades intuitivas. Al vivir en estrecha relación con la naturaleza, les fue posible determinar los efectos medicinales de las plantas, los animales y los minerales. Se valieron de la mente humana para desarrollar sus sistemas informáticos. A manera de versos codificaron toda la información y formaron el ayurveda, el cual ha sido transmitido por siglos de generación en generación y en la actualidad se ha expandido para curar también los males de occidente.
El doctor Robert Svoboda dice: “la buena medicina es hija del matrimonio entre el arte y la ciencia. El ayurveda es un arte y nos enseña que la terapia sólo se convierte en curación cuando interviene un sanador”. Resulta muy interesante y provechoso acudir a una consulta de terapia ayurveda. Sin embargo, tú puedes ser tu propio sanador en tanto que adquieras la consciencia de la prevención y apliques en tu vida diaria hábitos de alimentación sana que mantengan tus tres doshas en equilibrio.
De igual manera repercutirá en tu bienestar la forma en la que te relacionas con los demás, el tipo de gente con la que lo haces, el entorno que tú mismo te construyes, así como el uso de tu tiempo libre y la práctica diaria de técnicas de respiración y relajación que te mantendrán siempre ecuánime, en calma y de buen humor. Todo esto sólo trae como resultado a un ser libre de toxinas físicas y mentales. Díganme, si no, somos lo que comemos a través de la boca, de la mente y de nuestras emociones.