Pekín, 31 de marzo (EFE).– China negó hoy que ocultara datos o dificultara el trabajo de los científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que viajaron en enero y febrero a la ciudad de Wuhan, donde se detectó el primer brote de COVID, para investigar el origen del SARS-CoV-2.
En una rueda de prensa celebrada hoy en Pekín, el jefe del equipo de expertos chinos que investigó el coronavirus, Liang Wannian, indicó que “China proporcionó todos los datos disponibles” y que “es el momento de que se siga estudiando sobre el origen del virus en otras partes del mundo”.
Este martes, EU y otros trece países expresaron su "preocupación" sobre el informe publicado el mismo día por la OMS sobre el origen de la COVID-19 y afirmaron que la misión internacional de científicos "se retrasó significativamente" y que "no tuvo acceso a datos y muestras" del virus "originales y completas".
La polémica nace porque los expertos de la OMS sólo habrían obtenido informes que habían elaborado previamente expertos chinos o no pudieron revisar los datos originales sobre los que se basaron esos informes, algo que les habría permitido llegar a sus propias conclusiones sobre el origen y la forma en la que se propagó el virus, según medios estadounidenses como The Wall Street Journal.
Liang también dijo que la parte china del informe ya ha terminado y condicionó la visita de una nueva misión de la OMS a la evolución de las investigaciones: "Es muy pronto para hablar sobre otra misión de expertos en China. Dependerá de las recomendaciones de las investigaciones y sus planes específicos. También serán necesarios estudios en otros países y regiones".
El experto alabó el informe de la OMS porque "ha llegado a las mejores conclusiones posibles teniendo en cuenta la dificultad de esta investigación".
"China -añadió- continuará trabajando hasta el día en que se encuentre el origen del virus".
El informe de la OMS presentado ayer no ofreció una respuesta definitiva sobre el origen del virulento patógeno y sus conclusiones se resumen en cuatro hipótesis.
A la que se le da más credibilidad es a que el nuevo coronavirus llegara al ser humano a través de uno o más animales que habrían ejercido de especie intermediaria.
La probabilidad de que haya saltado directamente de la especie portadora al humano es menor, puesto que en ninguna de las más sospechosas se ha hallado hasta ahora un coronavirus igual o suficientemente parecido.
El informe indica que Instituto de Virología de Wuhan estudiaba un coronavirus hallado en murciélagos y muy próximo al SARS-CoV-2, y que el centro de control de enfermedades de la ciudad cambió de sede el 2 de diciembre de 2019, un momento en el que los trabajos de laboratorio pueden sufrir perturbaciones.
Los diecisiete expertos estuvieron en China entre mediados de enero y mediados de febrero y visitaron el mercado de Huanan, en Wuhan, en el que se vendían animales salvajes, granjas de animales que lo aprovisionaban, así como laboratorios y los centros que almacenan la información de la primera fase de la pandemia.