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¿Qué mueve a miles a dejar su país; pasar hambres y arriesgar a sus hijos para sólo cruzarse a EU?

29/03/2021 - 5:09 pm

Entre noviembre de 2020 y marzo de 2021 miles de centroamericanos han emprendido una caminata de más de dos mil kilómetros hacia Estados Unidos. ¿Por qué?

Estados Unidos, 29 de marzo (Open Democracy).-- Para demasiados ciudadanos centroamericanos, no hay futuro en su propio país, y el presente se hace insoportable. A la precariedad económica, corrupción gubernamental, crimen, violencia extrema y desamparo absoluto como consecuencia del cambio climático se sumó una pandemia que devastó a los habitantes del Triángulo Norte, El Salvador, Guatemala y Honduras, e hizo que sus habitantes decidieran emprender un camino incierto hacia un punto de luz al final del túnel: los Estados Unidos de América.

Durante semanas enteras, sin calzado ni ropa apropiada, atravesando el vasto territorio mexicano muchas veces a más de 30 grados centígrados, sin apenas agua ni comida, los migrantes que llegan a la frontera norte lo hacen exhaustos y desamparados.

Según la Secretaría de Gobierno de México (Segob), casi 81 mil migrantes centroamericanos ingresaron al país norteamericano entre enero y noviembre de 2020, y más de 95 mil se han movilizado entre noviembre de 2020 y marzo de 2021. Más del 90 por ciento de estos migrantes provenían del Triángulo Norte.

Según un estudio de la Universidad de la Habana en Cuba, para enfrentarse al virus la mayoría de países de Centroamérica contaron con infraestructuras de salud muy fragmentadas y con poca disponibilidad de camas de hospital. Así mismo, un estudio sobre los impactos económicos de la COVID-19 en la región, elaborado por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) y el Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), proyecta para 2021 un decrecimiento de la economía regional de menos 1.4 por ciento, con una tasa de inflación estimada de 1.9 por ciento.

Las bandas criminales en estos países siguen ejerciendo su poder homicida mientras la población sufrió además una ola de huracanes que atravesó la región.

A esto se suma que las bandas criminales en estos países siguen ejerciendo su poder homicida mientras la población sufrió además una ola de huracanes que atravesó la región dejando un rastro de destrucción y a miles de personas sin hogar. Por eso, para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), las personas que deciden migrar de estos países pueden considerarse refugiados.

Lo anterior, que impacta en la vida cotidiana de las personas más vulnerables de cada país, ha hecho que la opción de sumarse a las caravanas de migrantes sea muchas veces la única solución. Y a partir de la victoria de Joe Biden, la esperanza de que la política migratoria del nuevo Gobierno los beneficie de alguna manera es un incentivo más para emprender la penosa ruta de la diáspora.

Pero la reforma de la política migratoria estadounidense apenas comienza el proceso de tramitación. Muchos migrantes llegan con la idea de que el nuevo Presidente significa la posibilidad de entrar al país y quedarse más fácilmente, pero en realidad no es así. Deberían asumir que, hasta que no se apruebe una reforma, seguirán enfrentándose a los enormes obstáculos de cualquier indocumentado.

En caso de que sea aprobada, la reforma haría que migrantes indocumentados que llevan en el país casi 15 años pudieran, por fin, acceder a beneficios clave. Foto: Cuartoscuro.

UNA REFORMA HISTÓRICA

En sus primeras horas como Presidente, Biden envió al Congreso de Estados Unidos un proyecto de reforma migratoria que supone un cambio de 180 grafos frente a la política de su predecesor, Donald Trump. Biden dejó claro que este será un tema prioritario durante su mandato y que buscará rescatar los valores de Estados Unidos como nación de migrantes.

Lo más importante de este proyecto de ley es que abre el camino a la ciudadanía a más de 10 millones de migrantes indocumentados que ya están en Estados Unidos. Por eso, de aprobarse sería un proceso histórico, sólo comparable con el del Presidente Ronald Reagan en 1986 que hizo posible que casi tres millones de personas obtuvieran sus papeles. En caso de que sea aprobada, la reforma haría que migrantes indocumentados que llevan en el país casi 15 años pudieran, por fin, acceder a beneficios clave como: protección legal, trabajos mejor remunerados, y una cierta cobertura social y de salud.

Según esta misma reforma, todos los migrantes que hayan llegado a Estados Unidos antes de enero de 2021 podrán pedir un permiso de residencia temporal, y luego de cinco años, un permiso permanente si han cumplido con ciertos lineamientos como, por ejemplo, haber pagado impuestos y no tener antecedentes penales.

Otro punto importante de la reforma es el que atañe a los llamados dreamers, nombre con el que se conoce a aquellas personas que llegaron al país sin documentos, siendo menores de edad y que hoy son cerca de 700 mil. Ellos podrían solicitar directamente la "green card" o residencia permanente y, transcurridos tres años, tramitar su solicitud para obtener la ciudadanía estadounidense.

Otros aspectos importantes de la reforma son: que propone un plan de ayuda de cuatro mil millones de dólares anuales para El Salvador, Honduras y Guatemala, que son los tres países de donde han salido las caravanas recientemente. Este dinero sería destinado a combatir la criminalidad y la corrupción en estos países para paliar dos de los factores que impulsan a la migración. Asimismo, Biden planea reunificar familias y reunir a los 154 mil niños que fueron separados de sus padres en las fronteras con sus progenitores.

El destino de los más de 90 mil migrantes centroamericanos que han llegado a las puertas de los Estados Unidos en los últimos seis meses sigue en vilo y depende de lo que suceda finalmente con las políticas migratorias en el Congreso de este país. Foto: Cuartoscuro.

Biden, además apuesta a lo que llama "una frontera inteligente", que consiste en instalar tecnología de punta para vigilar las fronteras y hacer que la migración sea un proceso ordenado y conforme a derecho frente la política de represión y muro que implantó su predecesor en el cargo.

Todo lo anterior, sin embargo, está en manos del Congreso de Estados Unidos en el que tiene una mayoría muy débil. Ahora bien, si Biden no logra controlar la oleada de migrantes que está presionando en la frontera, las repercusiones políticas y sociales podrían ser muy negativas para sus intereses electorales en las elecciones de medio mandato de noviembre de 2022. Donald Trump hizo bandera de la construcción del muro durante su mandato y el hecho es que, gracias la capacidad disuasoria de esta infraestructura y de la negociación con las autoridades mexicanas la llegada de migrantes disminuyó significativamente. Además, cuando llegó la pandemia, Trump cerró de facto la frontera y congeló las tramitaciones de asilo.

El destino de los más de 90 mil migrantes centroamericanos que han llegado a las puertas de los Estados Unidos en los últimos seis meses sigue en vilo y depende de lo que suceda finalmente con las políticas migratorias en el Congreso de este país. Este es un asunto humanitario muy complejo, en el que no es fácil diseñar una política justa sin que ésta genere un efecto llamada. Para resolverlo, hace falta que la actual administración despliegue solidaridad e inteligencia, algo que no existió en el pasado reciente.

Esta es la esperanza en la frontera hoy.

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