El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad llega a su décimo aniversario con el mismo reproche: “Seguimos hasta la madre”. Aunque el Movimiento encabezado por Javier Sicilia ya no tiene la misma fuerza de movilización que tuvo hace una década, “aún sigue teniendo una autoridad moral que nadie se la podrá quitar”.
Ciudad de México, 29 de marzo (SinEmbargo).- El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), que fundó Javier Sicilia junto a los familiares de otras víctimas de la violencia que asola el país, cumplió una década de haberse gestado y de recorrer México con sus demandas. Han sido tres sexenios, gobernados con tres partidos diferentes, pero su lema persiste: “Seguimos hasta la madre”.
El asesinato de Juan Francisco Sicilia junto con otros seis jóvenes motivó a Javier Sicilia a elevar la voz contra la violencia y crear el Movimiento. A la vuelta de una década, el emblemático caso sigue impune y la familia sin justicia, pues los presuntos responsables siguen sin ser sentenciados.
“Lo terrible es que después de 10 años, teniendo las pruebas y a los criminales (una célula de veintitantos sicarios y capos que hicieron posible esta tragedia), todavía no salen las sentencias”, dijo en entrevista con SinEmbargo.
Visibilizar a las víctimas ha sido la principal herencia que dejó el Movimiento, destacó Sicilia: “a las víctimas no las vuelven a callar, las víctimas ya tienen rostro; hay elementos allí que hay que rescatar que son triunfos”. No obstante, al mirar en retrospectiva, el poeta aceptó que en su camino se cometieron errores y de lo que se arrepiente es del roce con algunos grupos zapatistas, lo que no permitió la cohesión con ellos.
A pesar de que el Movimiento ya no tiene la misma fuerza de movilización, Sicilia destacó que no han perdido peso político, pues afirmó que su fuerza ahora es moral.
“Sigue teniendo peso y ahorita estamos igual que los zapatistas, con una presencia moral. Hay una fuerza moral y desde esa fuerza moral hablamos y seguiremos presionando”, dijo.
Julián LeBarón, quien acompañó y fue una de las figuras reconocidas dentro de los inicios del Movimiento, coincidió que fueron un bastión clave para unir las voces de miles de víctimas. El activista comentó que ahora se necesita mucha más participación activa de la ciudadanía y “levantarse” para hacer que los gobernantes rindan cuentas.
“Creo que lo que hemos aprendido es que necesitamos la unidad de los ciudadanos para llamar a cuentas a la autoridad, cosa que no hemos logrado porque los partidos políticos nos han dividido”, dijo LeBarón.
Al hablar sobre los gobiernos y la situación actual del país, Javier Sicilia consideró que, a pesar del paso de los años y cientos de promesas, la violencia, la barbarie y el desprecio hacia las víctimas no sólo sigue igual, sino que ha empeorado.
“A pesar de todo lo que hemos hecho —que es mucho—, lo que vemos es una falta de voluntad política para resolver el tema de la justicia, la violencia, el incremento cada vez mayor de las desapariciones, violaciones de derechos humanos y crímenes atroces. Estamos mucho peor que hace 10 años [...] Está borrada absolutamente la franja entre el poder y el crimen. El Estado está cooptado por el crimen y por eso hay una gran falta de voluntad para responder a la dignidad con la que se han expresado las víctimas a lo largo de estos 10 años”, reiteró.
Para Sicilia los tres últimos gobiernos han sido desastrosos, pero indicó que el que más desilusión le ha provocado es el de Andrés Manuel López Obrador, a quien acusó de traicionar a las víctimas, pues a pesar de que prometió seguir la agenda de justicia transicional, no ha cumplido su palabra de dar “verdad y justicia”.
“Hemos encontrado diferentes discursos, pero las mismas acciones”, abundó.
INICIO DEL MOVIMIENTO
La ola de violencia desatada en el país a partir de la mal llamada “guerra contra el narcotráfico” que emprendió el entonces Presidente Felipe Calderón y que cobró la vida de Juan Francisco Sicilia, localizado el 28 de marzo de 2011 sin vida en un vehículo junto a otras seis víctimas en Temixco, Morelos, movió a Javier Sicilia a alzar la voz contra la barbarie.
Para abril de ese año, la idea del Movimiento comenzó a tomar forma. El poeta llamó a los mexicanos a manifestarse en contra de la violencia y participar en la Marcha por la Paz y la Justicia, la cual inició el 5 de mayo de 2011 con un contingente que partió desde Cuernavaca. Tres días después y luego de un recorrido de 90 kilómetros, la movilización llegó al Zócalo capitalino.
“A partir del Movimiento se dio voz a lo que estaba enmudecido y se dio visibilidad a lo que estaba invisible: la voz de las víctimas. Ya había colectivos que habían estado luchando, pero fue a partir del MPJD que esas voces y esas presencias aparecieron frente al discurso atroz que esa administración de Felipe Calderón mostraba, con un desprecio y una criminalización a las víctimas. A partir de ese momento las víctimas que encontraron su dignidad, rostro y se plantaron frente al poder, tanto del del crimen como del Estado”, recordó Sicilia.
Los momentos clave se concentraron en el primero año. Por ejemplo, el 26 de abril 2011 se realizó el Primer Diálogo por la Paz en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, en donde se sentaron con Felipe Calderón y le reclamaron su responsabilidad frente a las víctimas de la guerra violenta.
En ese mismo año, el 9 de septiembre, el Movimiento inició una Caravana por la Paz que visitó Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Puebla.
Otro de los momentos que más se recuerdan del Movimiento fue el encuentro que tuvieron con los entonces candidatos a la Presidencia el 28 de mayo de 2012 en el Castillo de Chapultepec.
Meses después, el 11 de agosto de 2012, se realizó la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia recorrió más de 25 ciudades de Estados Unidos.
LEY DE VÍCTIMAS: UN LOGRO DESMANTELADO
Uno de los más grandes logros que tuvo el Movimiento fue la promulgación de la Ley de Víctimas, ocurrida el 9 de enero de 2013, día en que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), a causa de que Calderón la congeló con una controversia constitucional, misma que fue destrabada a inicios del mandato de Enrique Peña Nieto.
Sicilia destacó que aunque Ley de Atención de Víctimas fue un gran logro, nunca funcionó bien por la falta de voluntad política de Peña Nieto. "Lo mismo pasa con Andrés Manuel, quien lejos de fortalecer, reformar y encausar la ley y su órgano Ejecutivo, que es la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), ya la desmanteló”.
LOS QUE SE FUERON
Julián LeBarón, quien tuvo una participación activa, salió del grupo el 24 de febrero de 2012 al considerar que el Movimiento se había “acercado demasiado al poder político”. Posteriormente salió Emilio Álvarez Icaza cuando fue nombrado secretario ejecutivo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Sicilia comentó que el Movimiento fue una coalición que, como muchas, conforme se llega a la conquista de ciertos fines, algunos de sus integrantes se decepcionan o salen. “Le pasó lo mismo al Movimiento por la Paz, se van desinflando y van quedando presencias morales, pero ya no tienen fuerza de la movilización".
El poeta destacó que entre los desacuerdos se arrepiente del desencuentro que tuvieron con el Movimiento Zapatista, mismo que no han podido limar hasta la fecha.
“Por incomprensiones y por falta de lenguaje adecuado, hubo lastimaduras y eso impidió que lo que se iba a articular con los zapatistas no se hiciera”, recordó.
En noviembre pasado, Javier Sicilia y el sacerdote Alejandro Solalinde, ambos luchadores sociales, tuvieron una diferencia por las críticas del escritor a la estrategia de seguridad federal y al Gobierno de López Obrador.
Sicilia nuevamente lamentó la postura del sacerdote frente a la Cuarta Transformación: “Solalinde dio mucho por los migrantes, se sumó al Movimiento llevando la agenda de las víctimas de los migrantes y por desgracia creyó demasiado en Andrés Manuel y se puso un velo ideológico que hizo que claudicara [...] A mí me duele mucho porque lo estimo, porque fue un hombre que ha peleado por la dignidad y ojalá lo pudiéramos tener de otra vez del lado en esa dignidad y no del poder”, dijo.
TODOS LOS GOBIERNOS SON IGUALES
Al hablar de la experiencia en los tres últimos gobiernos federales que han encabezado al país, Sicilia consideró que existe una descomposición sistémica, una descomposición estructural de la clase política y los partidos que los conforman.
“Esta descomposición estructural ha ido en aumento, podría decir estábamos mejor antes, pero no ha sido así. Ya estaba la descomposición, no se atendió y siguió produciendo horror”, dijo.
De acuerdo con el poeta, la única diferencia entre los últimos tres gobiernos federales es el discurso: “Lo que hemos encontrado simplemente es diferentes discursos, pero mismas actitudes, fortalecimiento del Ejército desprecio por las víctimas, incapacidad para hacer una verdadera estrategia de paz de Justicia".
MARCHA DE 2020
El 14 de septiembre de 2018, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad puso sobre la mesa al entonces Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, la agenda de la justicia transicional, que es un mecanismo para que las víctimas logren justicia y se lleve a cuentas a los responsables de la violencia en los sexenios pasados.
Sobre esta agenda de justicia transicional, Sicilia afirmó que fue una promesa que López Obrador no cumplió, pues abandonó la propuesta y con ello, agregó el poeta, el Presidente traicionó a las víctimas.
En enero de 2020, a unos meses de la matanza de la familia LeBarón y luego de que el Gobierno federal no diera seguimiento a las propuestas de justicia transicional, Sicilia nuevamente convocó a una marcha donde el Movimiento se encontró con otros activistas como Julián LeBarón.
“Por eso marchamos hace un año, justamente llevando esos documentos porque no había forma de que nos explicarán por qué la Secretaría de Gobernación, con la que trabajamos un documento, lo tiró a la basura”, dijo.
En esa ocasión partió rumbo a Palacio Nacional con el objetivo de sentarse a la mesa con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y plantearle un cambio de estrategia en materia de seguridad, algo que no ocurrió debido a que el mandatario federal no lo recibió al señalar que todo era un "show".
Parte de las diferencias con el Presidente se ha debido a que Sicilia ha cuestionado al Gobierno de López Obrador por “manipular” a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y dejar con “recursos mínimos” a la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas; también se ha pronunciado en contra de la Guardia Nacional.
Sobre sus críticas hacia el Gobierno de López Obrador, Javier Sicilia ha aclarado que no es enemigo del Presidente, al contrario. Está convencido de la función de los ciudadanos es vigilar que las autoridades cumplan con su deber. “No se le va a dar a ninguna autoridad un cheque en blanco, donde hay errores el deber de un ciudadano es señalarlo”.