Los hallazgos destacan que aunque las vacunas están cada vez más disponibles, no se puede confiar en que solamente ellas podrán frenar el coronavirus. La propagación asintomática y presintomática de la COVID-19 "plantea un reto único" para la salud pública y los esfuerzos de mitigación de la infección.
Madrid, 19 de marzo (EFE).- El contagio asintomático y presintomático de la COVID-19 "impulsa silenciosamente" la propagación del virus, por lo que proteger contra él es clave para controlar la pandemia, según dos expertas en enfermedades infecciosas de la Universidad de Georgetown (EU).
Angela Rasmussen y Saskia Popescu firman un comentario en la revista Science donde señalan que, aunque las vacunas están cada vez más disponibles, no se puede confiar sólo en ellas para frenar el coronavirus.
"Hasta que no haya una aplicación generalizada de medidas epidemiológicas y de vigilancia sólidas que nos permitan apagar estos fuegos sin humo (los casos asintomáticos), la pandemia no podrá extinguirse por completo", destacan las autoras.
SARS-CoV-2 transmission without symptoms https://t.co/euYhMkryUC via @angie_rasmussen & @SaskiaPopescu
— Ash Paul (@pash22) March 19, 2021
Determinar la verdadera capacidad de transmisión de los casos asintomáticos y presintomáticos es "intrínsecamente complejo, pero las lagunas de conocimiento no deberían impedir reconocer su papel en la propagación del SARS-CoV-2", escriben.
Las vacunas "son magníficas" para proteger contra la enfermedad, pero aún no se sabe en qué medida funcionan contra la transmisión, aunque, desde una perspectiva biológica, "sería poco probable" que, si evitan bien la primera, no protejan contra la segunda.
La propagación asintomática y presintomática de la COVID-19 "plantea un reto único" para la salud pública y los esfuerzos de mitigación de la infección.
Los datos sobre los casos asintomáticos y presintomáticos que tuvieron contactos cercanos, pero que no dieron lugar a la transmisión son limitados.
Además, no se conoce la dosis infecciosa mínima necesaria para el contagio y probablemente varía en función de la exposición y la susceptibilidad individuales.
La prevalencia de los casos asintomáticos no está establecida con precisión y, mientras los primeros estudios indicaban que representaban entre el 30 y el 80 por ciento de las infecciones, datos más recientes apuntan a una tasa de entre el 17 y el 30 por ciento.
"En última instancia, es algo que tendremos que vigilar continuamente a medida que avancemos hacia la siguiente fase de la pandemia y la reducción de la enfermedad debido a las vacunaciones", indican las expertas.