La amenaza de las autoridades norcoreanas constituyen el primer mensaje directo que Pionyang envía al Gobierno de Joe Biden desde que éste fue investido en enero y llega tras conocerse que Washington ha estado tratado de comunicarse sin éxito con el régimen desde hace un mes.
Por Andrés Sánchez Braun
Seúl, 16 mar (EFE).- Pionyang amagó hoy con romper un pacto militar con el Sur en protesta por las maniobras bélicas de Seúl y Washington y amenazó al Gobierno Biden con retomar sus pruebas de armas coincidiendo con la visita a la región de sus secretarios de Estado y Defensa.
El mensaje lo envió Kim Yo-jong, la hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, a través de un comunicado publicado por los medios de propaganda del régimen.
En el escrito, Kim cargó contra las maniobras regulares de primavera -unos ejercicios de puestos de mando (CPX) basados principalmente en simulaciones computerizadas- que iniciaron la semana pasada Corea del Sur y EU y principalmente protestó por la actitud de Seúl.
Advirtió al Sur con tomar medidas "tales como la ruptura del pacto militar intercoreano", importante acuerdo firmado en 2018 por Kim Jong-un y el Presidente sureño, Moon Jae-in, para reducir acciones y activos militares en torno a la frontera para rebajar la tensión en la península.
A su vez, Kim aprovechó el mensaje destinado a Seúl para dar "un consejo breve a la nueva administración de EU".
"Si su deseo es disfrutar de un sueño placentero durante los próximos cuatro años, sería prudente no generar un problema que les haga perder el sueño", escribió la hermana del líder en clara alusión al reinicio de las pruebas de armas de destrucción masiva a las que el régimen ya se refirió en enero.
EJERCICIOS REDUCIDOS
Pese a que la escala de los actuales ejercicios militares -que durarán hasta el 18 de marzo- ha sido enormemente reducida debido a la pandemia y de cara a no soliviantar los ánimos de Pionyang, que los considera un ensayo para invadir su territorio, Kim consideró que Seúl se ha "atrevido a plantearnos un importante desafío".
La hermana del líder, vicedirectora de un importante órgano de propaganda y una de las portavoces del régimen desde 2020, estimó que "la esencia y la naturaleza de los ejercicios contra los compatriotas en el Norte nunca cambian a pesar de cualquier variación en sus formas".
Por su parte, el Ministerio de Defensa surcoreano, insistió hoy en rueda de prensa a través de su portavoz, Boo Seung-chan, en que Pionyang debería dar una respuesta "flexible" acorde con la naturaleza más restringida de estos ejercicios y respetar el acuerdo militar.
FUTURA ESTRATEGIA PARA LA PENÍNSULA
Más allá de los ejercicios en sí, el mensaje de Kim parece principalmente destinado a advertir a Seúl y a Washington sobre la futura senda que vayan a adoptar precisamente en vísperas de la llegada a Seúl el miércoles de los secretario de Estado y Defensa de EE.UU., Antony Blinken y Lloyd Austin.
La visita de ambos se considera crucial para coordinar y ultimar la que será la nueva estrategia de la Casa Blanca y sus aliados regionales para afrontar la cuestión nuclear norcoreana.
No obstante, Blinken quiso restar hoy peso al mensaje norcoreano durante una rueda de prensa en Tokio, desde donde viajará mañana a la capital surcoreana.
El jefe de la diplomacia estadounidense dijo que hoy solo tenía interés en lo que tenían que decir "nuestros aliados y socios" e insistió en que la "amenaza norcoreana se gestionará de manera colectiva", insinuando que Biden buscará más coordinación multilateral que su predecesor en este terreno.
PRIMER MENSAJE
La amenaza de Kim Yo-jong supone el primer mensaje directo que Pionyang envía al Gobierno de Joe Biden desde que éste fue investido en enero y llega tras conocerse que Washington ha estado tratado de comunicarse sin éxito con el régimen desde hace un mes.
El mensaje de hoy parece indicar pues que el hermético país asiático va a mantener esta actitud defensiva y desafiante a la espera a que el nuevo Gobierno de EU haga su primera declaración pública sobre su nuevo plan para negociar la paz en la península.
En ese sentido, Pionyang parece temer el que Biden opte por retomar aspectos de la llamada "paciencia estratégica" del Gobierno de Barack Obama, que evitó mantener cualquier diálogo directo sin un compromiso previo de Pionyang sobre desnuclearización, en contraste con el enfoque heterodoxo y maleable del expresidente Donald Trump.
Blinken, por su parte, siguió sin ofrecer grandes claves al respecto y se limitó a decir que la política revisada de EU sobre Corea del Norte incluirá una ponderación de "todas las opciones posibles".
En todo caso, el aviso de hoy insiste en lo que ya dijo Kim Jong-un en el congreso del partido único norcoreano a principio de enero, cuando instó al futuro nuevo Gobierno Biden a proponer nuevas alternativas para retomar el diálogo, advirtiendo que Pionyang prepara nuevas pruebas de armas si no se retorna pronto a la mesa de negociación.